El MERIDIANO 82

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Nicolas Sarkozy, el investigado

El expresidente francés fue detenido el martes para ser interrogado en el marco de una investigación por presunto abuso de poder y tráfico de influencias. El mandatario enfrenta otros procesos por supuesta malversación de fondos electorales y de dineros públicos.

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Es extraño cómo funcionan las cosas. Extraño en el sentido de lo aleatorio que suceden los hechos. Un juez español busca pruebas sobre el desfalco en la construcción de un coliseo y termina encontrando evidencia que sugiere que la hermana del Rey se lucró con dineros públicos. Pasa en España, pasa en Francia. Un juez francés ordena intervenir los teléfonos del expresidente Nicolas Sarkozy para averiguar si un dictador africano financió una de sus campañas a la presidencia y a su vez encuentra evidencia que indicaría que el exmandatario ha estado halando las cuerdas del poder para adelantarse a los pasos de la justicia en las varias investigaciones que hay en su contra.

El martes, las autoridades de la policía judicial de Francia detuvieron a Sarkozy para interrogarlo como parte de una investigación que intenta aclarar si el expresidente es culpable de abuso de poder y tráfico de influencias. La detención puede durar 24 horas, aunque existe la posibilidad de prolongarla un día más bajo la orden de un juez. Después de este tiempo, la justicia lo deja en libertad o lo acusa formalmente.

Es la primera vez que un expresidente francés ha sido detenido bajo custodia policial y, si todos los datos cuadran, es la única ocasión en que la justicia ha ordenado intervenir las comunicaciones de un jefe de Estado. Un dato obvio, pero no por eso menos importante: éste también sería el momento inédito en que un exmandatario compra un teléfono celular bajo un pseudónimo para evadir la interceptación de la Policía.

Paul Bismuth es el nombre del ciudadano inexistente bajo el cual Sarkozy continuó conversando con su abogado, Thierry Herzog, para evadir el cerco de las autoridades, que durante un año escucharon atentas a las charlas entre estos dos personajes. Hay que aclarar que tanto Herzog, como dos jueces del Tribunal de Casación, también se encuentran siendo interrogados por las autoridades; uno de estos jueces habría recibido una oferta de empleo en Mónaco por parte de Sarkozy a cambio de su colaboración.

Durante el tiempo de la intervención, la justicia descubrió que, al parecer, Herzog habría recibido una alerta temprana de uno de estos jueces acerca de otra investigación contra Sarkozy por la supuesta contribución de la mujer más rica de Francia a su campaña presidencial, una contribución ilegal, claro está.

Para resumir, Sarkozy enfrenta estas dos investigaciones (además de la presunta contribución a su campaña por parte del asesinado dictador libio Muamar Gadafi) y por lo menos una más de malversación de fondos electorales. A éstas hay que sumar una más por su supuesta intervención en un pleito que favoreció a un millonario y otra por presuntos malos manejos de recursos públicos durante su administración.

La intervención de los teléfonos del expresidente se conoció en marzo de este año. Sakozy ha negado constantemente los cargos y asegura que las jugadas de la justicia tienen motivaciones políticas, pues el expresidente se encuentra en una especie de resurgimiento político que, si no es truncado por estos escándalos, lo pondría al frente del partido Unión por un Movimiento Popular (UMP, oposición de derecha) y así disputaría la presidencia de nuevo en 2017, cuando finaliza el periodo del actual mandatario, François Hollande.

Foto: AFP

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