El MERIDIANO 82

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La odisea de las mujeres embarazadas en Haití

 

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Una enfermera cuida a los bebés en la sala de neonatología en el CRUO de MSF. ©Shiho Fukada/Panos

Un número sin precedentes de mujeres embarazadas buscan asistencia médica en el Centro de Referencias para Urgencias Obstétricas (CRUO), un hospital gestionado por Médicos Sin Fronteras (MSF) en Puerto Príncipe, Haití, enfocado en la atención de complicaciones obstétricas, tras un recorte del financiamiento de donantes internacionales, que se suma a una inversión limitada del gobierno haitiano destinado a la asistencia sanitaria.

A raíz de estos recortes, la unidad neonatal del CRUO de MSF admitió un 32% más de recién nacidos en 2014 y la derivación de mujeres embarazadas a este centro se incrementó un 18%. Los números de admisión son los mismos en 2015.

El aumento en la demanda ha forzado al CRUO de MSF, gestionado de manera independiente sin financiamiento gubernamental internacional y que por lo tanto, no se ha visto afectado por esta reducción, a priorizar sólo a aquellas personas con mayor riesgo de tener complicaciones durante el parto. Pero las mujeres que no cumplen con estos criterios de admisión encuentran ahora pocos espacios antes de que su situación se deteriore lo suficiente para reunir esos requisitos.

Serene Princeton, una de esas madres jóvenes, no reunió inicialmente los estrictos criterios de admisión de MSF. Entonces fue al hospital general pero estaba en huelga, y otros hospitales sólo aceptaban mujeres embarazadas a punto de parir, y ella no lo estaba. Después de que comenzó a sangrar y temiendo que moriría junto a su bebé, ella volvió al CRUO por segunda vez. Para entonces su situación cumplía los criterios de MSF y ella fue admitida.

Compartimos su testimonio:

Serene Princeton estuvo perdiendo líquido amniótico de manera considerable durante dos semanas. Ella visitó diferentes hospitales en Puerto Príncipe en busca de ayuda, y por un corto tiempo la pérdida se detuvo. En ese momento, visitó primero el Centro de Referencias para Urgencias Obstétricas (CRUO) del hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF), donde nació su primer hijo hace un año y medio. Pero en esta ocasión ella no fue admitida ya que no reunía los criterios de MSF –las camas de maternidad disponibles en Puerto Príncipe son tan pocas que MSF se ve forzado a dar prioridad a las personas que tienen mayor riesgo de contraer complicaciones durante el parto.

Serene fue al hospital general pero estaba en huelga. Fue a otros hospitales pero sólo estaban aceptando mujeres embarazadas a punto de parir. Fue a clínicas por toda la ciudad. Ella comenzó a sangrar y tenía temor a morir con su bebé. Desesperada, regresó a CRUO por segunda vez, y allí explicó que se estaba muriendo. Su voz se había ido por el llanto. En ese momento, su situación reunía los criterios de MSF y fue admitida. Estuvo en trabajo de parto durante tres días antes de finalmente dar a luz por cesárea a su hijo Dieudens. Ambos se encuentran bien.

Médicos Sin Fronteras (MS) abrió el Centro de Referencias para Urgencias Obstétricas (CRUO) en marzo de 2011. Más de 27.000 niños han nacido allí y más de 10.000 bebés prematuros han sido admitidos en su departamento de neonatología. MSF trabaja en Haití desde 1991 y actualmente también gestiona una unidad especializada de quemados en el Hospital de Drouillard, un hospital en Martissant, y un equipo de emergencia para dar respuesta al cólera que se encuentra desplegado en todo el país.

*Otra entrega de la colaboración entre Médicos Sin Fronteras (MSF) y El Meridiano 82.

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