El MERIDIANO 82

Publicado el El meridiano 82

La defensa de la mujer egipcia

Feminismo y transición democrática en Egipto. Conversación con Hoda Bradan, líder mundial en temas de género.

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Por María Cecilia Angulo Martínez*

A pesar de los obstáculos que ha enfrentado la transición a la democracia en Egipto, en donde se han violado todo tipo de derechos humanos, lo cual se ha evidenciado en el detrimento de la condición de las mujeres desde la Revolución de enero de 2011, existen numerosas organizaciones que día a día trabajan para romper la gran brecha de género que existe en el país. Entre ellas se encuentra la Liga de la Mujer Árabe (AAW por sus siglas en inglés) cuya presidenta es la Dra. Hoda Bradan, quien también preside la Unión Feminista Egipcia, organización que agrupa a todas las ONGs egipcias que trabajan el tema. Hoda Bradam ha dedicado su vida a defender los derechos de la mujer y actualmente lidera una campaña llamada “Women for Women”, puesta en marcha en las 27 gobernaciones de Egipto y que tiene como objetivo aumentar la participación de las mujeres en el Parlamento, otorgándoles mayor visibilidad en la esfera política.

La Dra. Hoda Badran fue una de las opositoras al régimen del destituido Mohamed Morsi. Así, como otros millones de egipcios, Hoda Badran rechazó la Constitución promulgada en su gobierno, argumentando que en esta no se penalizó enfáticamente la discriminación contra la mujer, refiriéndose a ellas como amas de casa dependientes de sus esposos y estableciéndose disposiciones de la Sharia (ley islámica) para justificar la violencia doméstica.

Al igual que la Dra. Badran, muchas mujeres que lideraron la Revolución de 2011 cuyo lema fue “pan, libertad y justicia social”, y que culminó con el derrocamiento de presidente Hosni Mubarak, se han sentido desilusionadas al ver que, luego de tres años de la Revolución Democrática, las mujeres siguen siendo víctimas de todo tipo de abusos. Según Human Rights Watch, 91 mujeres fueron violadas o sexualmente agredidas en la Plaza Tahrir. Hoy la mayoría de los egipcios saben a quién se hace referencia cuando se habla de «la mujer del brasier azul», como muestra de la barbarie a la que fueron sometidas muchas mujeres, durante las manifestaciones contra Mohamed Morsi a finales de junio de 2013. Muchos de estos hechos han quedado en la impunidad hasta el día de hoy.

Nadie mejor que la Dra. Badran para explicarnos la situación que viven las mujeres egipcias y cómo el proyecto de la Nueva Constitución, que fue votada en enero de 2014, afecta las iniciativas de las organizaciones feministas en Egipto.

¿Qué la motivó a involucrarse en los temas de derechos de la mujer? Háblenos de su trayectoria.

Todo comenzó en 1971 cuando la ONU, específicamente UNICEF, me pidió comenzar una investigación acerca de la situación de las mujeres en tres países: Sudán, Líbano y Egipto. Luego me pidieron que trabajara con ellos en la organización de la Primera Conferencia de Naciones Unidas sobre la Mujer que se llevó a cabo en Ciudad de México en 1975. Esta conferencia contó con la cooperación de la Liga Árabe y recuerdo muy bien el discurso de la Primera dama Jehan Sadat, cuya vida fue de gran inspiración para mí. Jehan y yo aún somos grandes amigas, ella fue la fundadora de la Liga de la Mujer Afro-Árabe y ha sido una gran activista de los derechos de la mujer. Continúe trabajando con la ONU por seis años más, como concejera en la oficina regional de UNICEF en el Líbano. Igualmente trabajé en Sirilanka hasta convertirme en vicepresidente de la oficina regional de UNICEF y en 1986 decidí, con la ayuda de otras líderes, fundar  la Liga de la Mujer Árabe.  Fue muy oportuno, teniendo en cuenta que por aquella época había una ola de islamismo fundamentalista que estaba tratando de retroceder los avances en el tema.

¿Cuáles son los logros más importantes de la Unión Feminista desde que usted la lidera y cuáles son los obstáculos más grandes que ha enfrentado? 

En 2007 logramos que, por primera vez en Egipto, una mujer fuera elegida como Juez. Esta fue una batalla que luchamos por años, teniendo que derrumbar uno por uno los obstáculos, muchos de ellos de tipo cultural. Trajimos mujeres jueces de otros países árabes para que hablaran de su experiencia. Finalmente lo logramos. Igualmente en 2000 le dimos a las mujeres el derecho de divorciarse, lo que antes estaba prohibido por la ley. Logramos también que los hijos de un extranjero casado con una mujer egipcia lograran obtener la nacionalidad egipcia, algo que antes también era inconcebible. Una de las leyes que estamos impulsando actualmente es la Ley Familiar que aún sigue los preceptos de la Sharia (ley Islámica). Estamos tratando de darles mayores beneficios a las mujeres y a sus hijos en cuanto a las herencias, por ejemplo.

Por otro lado, el mayor obstáculo ha sido por parte del Ministerio del Solidaridad, quien aprueba la entrada al país de los dineros que las organizaciones internacionales nos donan. Sólo a través de ese apoyo económico podemos llevar acabo nuestras actividades y muchas veces el gobierno se opone, porque los objetivos de determinados proyectos no coinciden con sus intereses, fue algo muy recurrente en el gobierno de Morsi.

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¿Cuál es la diferencia más notable entre el Egipto de hace veinte años y el de hoy? 

Hay una diferencia tremenda; físicamente, socialmente, en cuanto a calidad humana. Las personas se comportaban mejor. El centro de El Cairo hace veinte años era organizado y limpio, parecido al centro de cualquier ciudad europea. Incluso físicamente cómo las personas se vestían y se trataban entre sí; había respeto. Se puede ver en las películas que anteriormente las mujeres no usaban el hiyab (velo que cubre la cabeza). Era raro ver a una mujer que se cubriera en Egipto. Que las mujeres empezaran a cubrirse está relacionado con la cultura y poco con la religión, es decir no porque las mujeres empezaron a usar el velo, empezaron a ser más piadosas, más bien todo lo contrario. La influencia de Arabia Saudita también desempeño un papel importante, pues se convirtió en «moda» utilizar el hiyab e incluso el burka (velo que cubre completamente la cara y el cuerpo) lo que fue alimentado en el interior del país por los Hermanos Musulmanes, a finales de los años noventa, quienes ejercieron presión en las calles y en las escuelas; las maestras empezaron a cubrirse. Recuerdo que cuando volví del extranjero, leí en un muro que decía: “tu hermana religión musulmana te aconseja cubrirte” y en el Khotba (homilía de los viernes) se incitaba a las mujeres a usar este atuendo, ello me impactó e hizo evidente que el país se dirigía a tiempos de represión y extremismos.

¿Qué opina sobre el último reporte de Thomson Reuters Foundation que cataloga a Egipto como “el peor de los Estados Árabes para una mujer”?

Esos informes hay que analizarlos con mucho detenimiento, ver cómo se obtiene la información y los resultados. Este último informe es muy dudoso porque no es posible que la situación de las mujeres sea más favorable en otros países, por ejemplo en Arabia Saudita, donde no se expiden licencias de conducir para las mujeres. En ese Estado las mujeres deben pedir permiso a sus esposos o padres para abrir una cuenta bancaria o salir del país y además es obligatorio para muchas utilizar el burka. En Egipto aunque existen algunas de esas restricciones, es opcional usar el velo islámico. Lo cierto es que el informe sale a la luz luego de los ataques de los que fueron víctimas las mujeres por parte de los partidarios de la Hermandad Musulmana, organización que ha afectado las políticas de igualdad de género en Egipto.

¿Qué opina sobre el Texto de Constitución que presentó el gobierno interino y que fue votado en enero?

Pienso que es una Constitución que va más acorde con los objetivos de la ONG, otorgándole gran prevalencia a la participación de las mujeres, especificando cada sector, entre ellos el público. Se habla de ellas en términos de igualdad, como líderes. Aunque hubiéramos querido que se incluyeran más artículos referentes con los derechos humanos, esta Constitución es más sensata que la anterior que relegaba a las mujeres al campo familiar. La actual Constitución en el Articulo 11 sostiene expresamente: «el Estado garantizará la igualdad entre hombres y mujeres en cuanto a la consecución de los derechos civiles, políticos, económicos y sociales», tal y como se exponía en la Constitución promulgada durante el gobierno de Nasser en 1957, pero que estaba paradójicamente ausente en la Constitución de 2012.

¿Cuál es su mensaje para las mujeres jóvenes, líderes que quieren ser agente de cambio social y político?

Las nuevas generaciones deben unirse y trabajar en torno a problemas comunes. Olvidar las pequeñas diferencias y empezar a transformar a través de la cooperación. El problema ahora es que cada organización tiene una idea diferente acerca de cómo generar impacto y es importante que esas ideas se nutran unas a otras y se concentren en resolver los problemas más importantes. El poder transformador de los jóvenes será más fuerte entre más organizado esté.

*Politóloga de la Universidad del Rosario. Enfocada en Desarrollo Internacional y Temas de Género. Ex practicante en la Embajada de Colombia en Canadá. Ex -Asistente de investigación en la Liga de la Mujer Árabe en El Cairo, Egipto. 

 

Foto 1: María Cecilia Angulo Martínez

Foto 2: AFP

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