El MERIDIANO 82

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Israel habría bombardeado escuelas de la ONU en Gaza… ¿legítima defensa?

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Por Daniel Salgar Antolínez / @DanielSalgar1

Pasadas menos de 24 horas desde que el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobara la apertura de una investigación sobre “posibles crímenes de guerra” cometidos por Israel durante la actual operación militar Margen Protector en la Franja de Gaza, el ejército israelí habría bombardeado una escuela de la ONU destinada a proteger refugiados palestinos.

Si se confirma que el ejército de Israel es el responsable de este taque, sería otra muestra de la desproporcionalidad y la falta de distinción con la que se desarrolla la operación israelí Margen Protector en la Franja de Gaza. Esta ofensiva se dirige, en teoría, a atacar de manera específica la infraestructura terrorista de Hamás (lanzaderas de cohetes, túneles y depósitos de municiones). El gobierno israelí alega que su incursión militar se hace en “legítima defensa” ante la amenaza de Hamás, una organización considerada terrorista por Israel, EE.UU. y la Unión Europea, entre otros.

Sin embargo, en el terreno hay un panorama muy distinto: después de 17 días de bombardeos por tierra, mar y aire por parte de Israel, Hamás mantiene  la misma capacidad y frecuencia de lanzamiento de cohetes, que utiliza para atacar de forma indiscriminada el territorio enemigo (lo cual también viola la ley internacional y los principios de distición y proporcionalidad). Mientras tanto, la cifra de impactos contra objetivos no militares crece dramáticamente: han muerto más de 800 palestinos, el 75% de ellos civiles. Entre ellos 147 niños (en los dos últimos días un niño murió cada hora). Por el lado Israelí las víctimas son alrededor de 34, la gran mayoría militares.

El gobierno de Israel sostiene que hace todo lo posible para no afectar civiles inocentes en su operación, pero “Hamás utiliza a la población gazatí como escudo”. En todo caso, como dijo Navy Pillay, la Alta Comisionada de la ONU para los DDHH., que el enemigo utilice civiles como escudo no justifica los ataques desproporcionados por parte de Israel. Tampoco las medidas de Israel para avisar a la población antes de bombardearla, como arrojar munición leve, enviar panfletos o mensajes de texto,  son suficientes para eximirse de sus responsabilidades.

Vea aquí el discurso de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos

Esta vez, las víctimas fueron civiles que ya habían tenido que huir de sus hogares, debido a los bombardeos aéreos y a la llegada de tropas israelíes por tierra, y se encontraban en un edificio que fácilmente se puede distinguir como una sede de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA). Un lugar que claramente no constituye un objetivo militar, ni su destrucción implica ventaja militar alguna para Israel. Un edificio que, por cierto, es uno de los pocos a donde los gazatíes pueden refugiarse, y cuya ubicación es bien conocida por las autoridades israelíes.

Como ha  señalado la coordinadora de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, el 44% del territorio de la población gazatí (1.8 millones de personas que viven en uno de los lugares más pequeños y densamente poblados del planeta) ha sido declarado zona prohibida por el ejército israelí. Además, la Franja de Gaza está bloqueada por tierra, mar y aire por parte de Israel, que también controla el suministro de productos y servicios básicos y no permite la salida de personas salvo por algunas excepciones humanitarias.

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El nivel de desplazamiento interno en Gaza durante la actual operación ha sido muy alto. La UNRWA, un organismo creado para atender a los más de cinco millones palestinos que han tenido que huir de sus tierras desde 1948, ha establecido  en Gaza al menos 69 albergues-escuela para tratar de atender a más de 100 mil personas que buscan refugio en este enclave palestino.

La tragedia de este jueves sucedió en un colegio de la ONU en Beit Hanun, el norte de la Franja de Gaza. Murieron  al menos 17 personas (entre ellas mujeres, niños y funcionarios de la ONU)  y otras 200 resultaron heridas. Testigos en Gaza y fuentes sanitarias en el terreno dijeron que los proyectiles que cayeron en la escuela de Beit Hanun procedían de Israel. El ejército israelí aseguró, por su parte, que abriría una investigación, aunque  no excluyó que se trate de un cohete lanzado por combatientes de Hamás.

No es la primera vez que instalaciones de Naciones Unidas son impactadas por los misiles, con esta sería al menos la cuarta ocasión. Pero no solamente las escuelas de la ONU han sido afectadas. También un buen número de mezquitas, hospitales, residencias familiares y otras áreas civiles han sido destruidas durante esta y anteriores operaciones militares de Israel en Gaza. Según UNICEF, los bombardeos israelíes dañaron 116 escuelas en Gaza desde el lanzamiento de su ofensiva Margen Protector.

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Al final, si es que se logra un alto al fuego entre Israel y Hamás, se verá el grado de destrucción producido por los enfrentamientos. Los antecedentes no dejan muchas esperanzas: la última vez que Israel hizo una operación terrestre en la Franja de Gaza fue durante diciembre de 2008 y enero de 2009 en el marco de la operación Plomo Fundido, que dejó, según la ONG israelí B’TSelem, 1.391 palestinos muertos, incluyendo al menos 759 civiles. Israel también dañó edificios e infraestructura, por lo que las instalaciones eléctricas, de agua y de alcantarillado, que estaban al borde del colapso incluso antes de la campaña militar, dejaron de funcionar por completo. De acuerdo con la ONU, Israel destruyó más de 3.500 viviendas, dejando a decenas de miles sin hogar. Durante la operación, los palestinos dispararon cohetes y proyectiles contra Israel, estos ataques mataron a tres civiles y un miembro de las fuerzas de seguridad.

Los intentos hechos por EE.UU., Egipto y otros estados por alcanzar un alto al fuego han sido poco efectivos hasta ahora. Los líderes de Hamás aseguran que la “resistencia” palestina no acabará hasta que Israel no retire el bloqueo que impuso a la Franja de Gaza desde 2007. Una condición que muy probablemente no será aceptada por el gobierno de Benjamín Netanyahu. Lo más preocupante es que los palestinos ya empezaron a manifestarse también en Cisjordania: en las masivas movilizaciones ya se han registrado al menos tres muertos palestinos por fuego israelí. La escalada de la violencia podría generar una tercera intifada y, de nuevo, las víctimas serían en su mayoría civiles inocentes.

 

Fotos: EFE y AFP

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