El Boeing 777 que se esfumó el pasado 8 de marzo habría sido derribado para evitar un atentado terrorista, según las últimas versiones. La debacle financiera, otra teoría.
La confirmación de que los rastros encontrados en el océano Índico no eran del MH 370, desaparecido desde el 8 de marzo, ha hecho que surjan nuevas teorías de su fatídico desenlace. Luego de que el gobierno malasio y la compañía Malaysia Airlines confirmaran, el pasado 24 de marzo, que la aeronave se precipitó al mar muy cerca de la ciudad australiana de Perth, pero que no se encuentre una sola pieza del accidentado avión, hace pensar que hay razones escondidas tras el misterio.
Según reveló el periódico ABC, el avión habría sido derribado por el ejército de algún Estado para evitar que fuera utilizado en la comisión de un atentado terrorista. Cuenta el diario español que fuentes de defensa se inclinan cada vez más por esta teoría. Se estudia un potencial secuestro por parte de terroristas, quienes habrían intentado estrellar la nave. Una tesis muy similar a la que circuló en los ataques de 2001 sobre el avión que cayó en Pensilvania, señala el rotativo.
Varias fuentes consultadas por ese periódico coinciden, sin embargo, en que “es muy poco probable que ningún país vaya a aceptar su implicación en la operación”.
Mientras tanto las mejores mentes del mundo siguen buscando el Boeing, según dijo el primer ministro de Australia, Tony Abbott, cuyo país dirige las búsqueda en el océano Índico. «Es una operación extraordinariamente difícil. Estamos buscando en una vasta zona del océano y trabajando con información bastante limitada», explicó Abbott en una rueda de prensa en la base aérea de Pearce, en Perth, la capital del Estado de Australia Occidental.
«Las mejores mentes del mundo se aplican en este trabajo. Estamos utilizando todos los avances tecnológicos así que, si este misterio tiene solución, lo solucionaremos», añadió el gobernante. Australia, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Japón, Malasia y Nueva Zelanda cooperan en el reconocimiento de una extensa zona del Indico a unos 1.850 kilómetros al oeste de Perth, en busca de una pista o un resto que confirme que se sigue el camino correcto. Diez aviones y diez buques intervinieron en esta jornada de operaciones, la vigesimocuarta, y que cubrió un área de 254.000 kilómetros cuadrados.
Hishamudin anunció hoy que han organizado una reunión de expertos con los familiares de los pasajeros chinos para que contesten a sus preguntas. «Comprendemos que muchos familiares quieren ver pruebas antes de creer que el avión cayó en el sur del Índico», indicó el ministro.
El desastre financiero
Otras voces señalan el inminente fiasco financiero de la aerolínea. “No hay ninguna huella del avión. ¿Por qué tanto apuro para decir que se estrelló en el mar?”, preguntó a gritos un familiar de uno de los 229 pasajeros que viajaba en el Boeing 777, que según un comunicado del gobierno malasio, emitido 16 días después de que el aparato se perdiera del radar sin dejar rastro, “se estrelló en el océano Índico”.
Muchos familiares dudan de lo que le haya podido pasar a la aeronave, por eso emprendieron acciones jurídicas contra la compañía. El estudio de abogados Ribbeck Law presentó ante un tribunal de Illinois una demanda a nombre de Januaari Siregar, cuyo hijo se encontraba en el Boeing 777.
Ribbeck Law, cuya sede se encuentra en Chicago, desea saber si el accidente pudo ser causado por un error de concepción o un fallo mecánico imputables a Boeing o la compañía aérea. “Pensamos que ambas empresas son responsables de la catástrofe del vuelo MH370”, afirmó el estudio de abogados en un comunicado difundido en la capital de Malasia. Monica Kelly, responsable de asuntos aeronáuticos de Ribbeck Law, indicó que la demandas serán por millones de dólares.
Las directivas de Malaysia Airlines temen que este sea el comienzo de varios juicios millonarios. Una pésima noticia que se suma a la mala situación por la que atravesaba la compañía antes del accidente. Informes de prensa señalan que tras el accidente la acción cayó un 30% y se presume que la empresa pedirá un rescate por parte del gobierno.
En una conferencia de prensa, el ministro interino de Transporte de Malasia, Hishammuddin Hussein, evitó responder a preguntas sobre un rescate del Gobierno, y sólo dijo que todos los esfuerzos estaban centrados en la búsqueda del avión desaparecido. La aerolínea ha sufrido un duro golpe en su imagen por el accidente, lo que reduciría el número de clientes. Sus acciones, adicionalmente, han caído alrededor de un 30%.
Antes del accidente la aerolínea ya enfrentaba problemas, la competencia de vuelos más baratos había bajado sus ganancias, además debieron cancelar rutas largas. En los últimos tres años sufrieron pérdidas por US$4.200 millones.
Khazanah Nasional, uno de los mayores inversionistas de Malasia, es propietario del 70% de la aerolínea y ha reportado grandes pérdidas. Analistas del mercado asiático han señalado como causas de la debacle económica a la mala gestión, la interferencia del gobierno, los altos costos y sindicatos, entre otras cosas.
“El impacto financiero será a más largo plazo. Podría significar que menos personas quieran viajar con Malaysia Airlines, y que la aerolínea tendrá que reducir los precios de los pasajes para alentar a la gente a viajar con ellos”, aseguró la prensa asiática.