El MERIDIANO 82

Publicado el El meridiano 82

En la mochila de los refugiados

 

-

 48.000 inmigrantes y refugiados han aterrizado en las costas griegas lo que va del año , en comparación con 34.000 que llegaron durante todo el 2014, según la Organización Internacional para las Migraciones. / AFP

Por Francesca Fontanini, ACNUR Americas

Hoy hay más personas desplazadas por el conflicto que en cualquier otro momento desde la Segunda Guerra Mundial. Este número de más de 50 millones de personas, sin precedentes ha llevado al ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) al límite con emergencias humanitarias que se presentan con una frecuencia imprevisible debido a varios factores: climático, epidemia, étnico, religioso conflicto interno, y que se manifiestan en varias parte del mundo desde Ucraina, Burundi hasta el Medio Oriente. Con el incremento de gente que cruza las fronteras, aumenta la ansiedad de la sociedad civil en los países y a menudo esto resulta en intolerancia y desinformación sobre la realidad de los refugiados. La xenophobia y discriminación se dirigen también hacia los niños, niñas y adolescentes desplazados, que no cruzaron una frontera internacional pero que se vieron igualmente obligados a huir.

ACNUR ha brindado desde su creación, hace más de 60 años, a decenas de millones de niños y niña refugiados y desplazados una nueva oportunidad para crecer y prosperar gracias a mejores tratamientos médicos, escuelas, deportes, actividades culturales y recreativas con  asistencia psico-social. ACNUR presta especial atención en el caso de los niños y niñas refugiados y desplazados principalmente en áreas como: reunificación de los jóvenes separados de sus familias, prevención de la explotación sexual y el reclutamiento por unidades militares, así como la reintegración de los niños y niñas que padecen tales situaciones, acceso generalizado a la educación y reconocimiento de los derechos, incluido el derecho a tener una documentación para un sistema de registro que les permite certificar su existencia y evitar casos de apátridas y a garantizar entornos protectores en familia y en comunidades.

A pesar de los avances, para muchos niños y niñas la vida es muy difícil. Se calcula que en la última década más de dos millones de niños han muerto en conflictos armados, seis millones han resultado heridos o mutilados y un millón han quedado huérfanos. Más de 300.000 niños han sido obligados a convertirse en soldados o en esclavos sexuales. Niños de 87 países viven rodeados por 60 millones de minas terrestres y 10.000 niños al año siguen siendo víctimas de estas armas.

El tema del desplazamiento, reclutamiento, violencia,  tiene consecuencias devastadoras en el desarrollo de la niñez y juventud, limitando gravemente las oportunidades de vida y de crecimiento personal de esta población, tan importante para su presente y su futuro. Los niños – refugiados, desplazados internos o apátridas – corren mayor riesgo que los adultos de ser víctimas de abuso, abandono, violencia, deportación,  explotación, trata o reclutamiento por grupos armados, violación integral de los derechos de los niños, especialmente sus derechos a la libertad y la integridad física.

Es en este contexto que ACNUR  desarrolló una campaña de sensibilización para generar una empatía y recordar al público sobre quién es un refugiado y un desplazado y por qué necesitan de nuestro y vuestro apoyo. Este recordatorio hemos pensado hacerlo a través los ojos, lenguajes, visión y creatividad de los niños y niñas refugiados, desplazados, con niños y niñas que no viven situaciones tan vulnerables y crear empatía, solidaridad, y compartir  momentos de alegría que pueden dar los juegos, los mensajes, el simple encuentro entre pares y romper  barreras.

La campaña permitirá que el público vea así los refugiados y desplazados a través de la visión  de los niños con su espontaneidad y su generosidad, emociones universales con las que nos podemos identificar. Los invitamos a que se sumerjan en los mundos de los niños y niñas y que se suban en la MOCHILA QUE DARA LA VUELTA AL MUNDO y visualicen la situación que ellos están viviendo. La  MOCHILA fue escogida como protagonista de esta campaña, porque es un símbolo de los mundos de los niños y niñas independientemente de su raza, nacionalidad, religión,  grupo étnico, idioma….los niños usan su mochila para ir a la escuela, para hacer deporte pero también para huir de la guerra, poniendo dentro de ella las cosas que más aman y que les permitirán sobrevivir en los días más difíciles de sus vidas.

Para mayor información sobre la campaña los invitamos a visitar la página web lavueltaalmundoenunamochila.org  y tomar acción así como a seguirnos con el #mochilaviajera. Esto podría ayudarnos en juntar nuestros esfuerzos para construir un mundo que devuelve el derecho a la niñez a estos jóvenes.

Comentarios