Otra entrega de la colaboración entre Médicos Sin Fronteras (MSF) y El Meridiano 82.
1. Hilde de Clerck, la primera experta sobre el terreno
Kjell Gunnar Beraas/MSF
Marzo de 2014. Guéckédou, Guinea.
La doctora Hilde de Clerck, de Médicos Sin Fronteras (MSF), fue una de las primeras expertas sobre el terreno después de que el Ébola se desatara en Guinea. Con una experiencia previa en seis epidemias en la República Democrática del Congo y Uganda, al llegar a Guéckédou la doctora y su equipo inmediatamente identificaron las prioridades. Estas incluían atender a los enfermos en el hospital de Guéckédou, formar al personal nacional para que aprendiera a protegerse, sensibilizar a la comunidad sobre la presencia del virus y contribuir a que se celebraran funerales seguros, además de instalar un sistema de ambulancias que transportara a pacientes sospechosos de Ébola a lugares donde pudieran ser aislados y tratados.
2. Beindu Fatorma, un abrazo simbólico
Fathema Murtaza/MSF
Octubre de 2014. Kailahun, Sierra Leona.
La promotora de salud Mari Nythun Sorlien abraza a Beindu Fatorma, una superviviente de Ébola, que se reúne con su marido y su comunidad tras haber superado la enfermedad. En los sitios donde rige la norma de no tocar a nadie, un simple abrazo tiene un significado especial: es un gesto simbólico que muestra que los supervivientes de Ébola ya no podrán contagiar la enfermedad.
3. Mamadee, el niño que venció al Ébola
Agosto de 2014. Foya, Liberia.
En el centro de tratamiento de Ébola de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Foya, suena en un transistor música Azonto, de Ghana. Los pacientes escuchan la música desde sus camas, excepto uno. Mamadee, de once años, sorprende al personal con su danza. Es difícil de creer que Mamadee tenga Ébola. El pequeño acabará sobreviviendo.
4. Bentu Sandy, la fuerza del personal nacional
Anna Surinyach/MSF
Diciembre de 2014. Bo. Sierra Leona.
Bentu Sandy contrajo el Ébola y sobrevivió. Tras recibir el alta y salir del centro de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Bo, fue contratada para dar apoyo psicosocial a los pacientes en la zona de alto riesgo. “Me infecté y me trataron, así que sé exactamente cómo se sienten los pacientes”, dice.
5. Kollie James, el superviviente número 1.000
Katy Athersuch/MSF
6 de octubre de 2014. Foya, Liberia.
Kollie James fue el superviviente número mil en ser dado de alta de los centros de Médicos Sin fronteras (MSF) en África Occidental. Su padre, Alexander, estaba exultante cuando supo que su hijo había sobrevivido, pero se mostraba preocupado por los que no tuvieron la misma suerte. “Esto está muy bien, pero me pregunto cuántas personas hemos perdido. ¿Cuántas han sobrevivido? Por supuesto, estoy muy feliz de tener a Kollie, pero es difícil no pensar en los que ya no están con nosotros”, dice.
6. Joanne Liu, una petición desesperada
P.K. Lee/MSF
2 de septiembre de 2014. Nueva York.
La lenta respuesta internacional será recordada como uno de los aspectos fundamentales de la epidemia de Ébola. En septiembre de 2014, la presidenta internacional de Médicos Sin Fronteras (MSF), Joanne Liu, hizo esta petición sin precedentes a los estados miembros de la ONU: “Si queremos detener la epidemia, es imperativo que los estados desplieguen de inmediato recursos civiles y militares especializados en contención biológica. Les llamo a enviar sus equipos de respuesta a desastres con toda la fuerza logística de que dispongan”.
7. Jackson K P Naimah, la descripción del horror en Monrovia
Fernando Calero/MSF
18 de septiembre de 2014. Monrovia, Liberia.
Jackson K P Naimah, trabajador de MSF en Liberia, se dirigió al consejo de seguridad de la ONU en una videoconferencia en septiembre pidiendo urgentemente más recursos para luchar contra la epidemia: “Ahora mismo, mientras hablo, la gente está sentada frente a las puertas de nuestros centros implorando por sus vidas. Se sienten, con razón, solos y olvidados: abandonados a una muerte terrible y sin dignidad. Estamos fallando a los enfermos porque no hay suficiente ayuda sobre el terreno”, dijo.
8. B Sunday Williams, la dura tarea de recoger cadáveres
Agus Morales/MSF
Octubre de 2014. Monrovia, Liberia.
B Sunday Williams trabajó para MSF en Monrovia en el equipo que recogía a pacientes con Ébola o fallecidos a causa de la enfermedad. Él se encargaba de desinfectar con cloro las zonas que podían estar contaminadas. Es un trabajo arriesgado, duro y a menudo poco reconocido. “Cuando oía hablar del Ébola, tenía miedo de coger un cadáver, pero ya no tengo miedo, me siento protegido”, dice Williams.
9. Javid Abdelmoneim, de Europa a África Occidental
Fabio Basone / BBC
Noviembre de 2014. Kailahun, Sierra Leona.
Antes de esta epidemia, Médicos Sin Fronteras (MSF) tenía tan solo 40 trabajadores con experiencia en Ébola. Con tan pocos expertos disponibles, algunos volvieron a la región varias veces. MSF tuvo problemas para encontrar a profesionales que fueran a la zona. “Todo el verano he estado dejando para más tarde ir a África Occidental”, cuenta el doctor Javid Abdelmoneim, residente en Londres, quien añade: “Entonces recibí un e-mail de MSF que decía: ‘Estamos desesperados’. Eso no había pasado nunca”. Javid se unió al equipo de Kailahun, uno de los puntos más afectados por el Ébola en Sierra Leona.
10. Fanta e Ibrahim, la asociación de supervivientes de Ébola
Laura Bianchi/MSF
Fanta Oulen Camara e Ibrahim Savane están entre los primeros supervivientes dados de alta en el centro de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Conakry. Ambos perdieron a familiares y amigos a manos del Ébola y, tras dejar el centro, fueron víctimas de la discriminación y el estigma, incluso entre sus familias. “Solo entre nosotros, cuando estábamos con otros supervivientes, podíamos sentirnos totalmente cómodos, solo entonces podíamos divertirnos y disfrutar de la vida otra vez”, dice Fanta. “Por eso decidimos crear una asociación para supervivientes de Ébola, un lugar donde nos sintiéramos aceptados”, añade. La asociación tiene ahora más de 200 miembros, que centran sus esfuerzos en reducir la estigmatización y promover la aceptación de los supervivientes entre sus comunidades. Fanta e Ibrahim trabajan ahora para MSF: la primera dando apoyo psicosocial a los pacientes y el segundo en el equipo de promoción de salud.
11. Bangura Santos, el contacto con la comunidad
Anna Surinyach/MSF
Diciembre de 2014. Kailahun, Sierra Leona.
Bangura Santos es un traductor que contrajo el Ébola, fue ingresado en el centro de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kailahun y se recuperó. Bangura se unió entonces al equipo de MSF que acude a las llamadas de alerta. Su principal cometido es hablar con la comunidad sobre el Ébola y alertarles de que reaccionen inmediatamente si tienen síntomas. “Normalmente, cuando voy a la comunidad y les digo que soy superviviente de Ébola me hacen caso”, dice.
12. Adama Kargbo, el Ébola no es una condena a muerte para las embarazadas
Agus Morales/MSF
Enero de 2015. Kissy, Sierra Leona.
Adama Kargbo fue la primera paciente en ser ingresada en el centro de MSF en Kissy, Sierra Leona. Estaba embarazada y perdió a su niño pero, contra todo pronóstico, sobrevivió. “Cuando me mejore, quiero ir a la universidad, estudiar contabilidad y trabajar en un banco”, dice Adama. En el mismo centro, Médicos Sin Fronteras (MSF) abrió una maternidad para tratar a las embarazadas con Ébola.