Dos momentos del concierto de Saul Williams ayer.
Primer momento: Sale Saul Williams y comienza a nombrar a cientos de personajes históricos. Su lista es teóricamente infinita. Lo es, por lo menos culturalmente por los extremos a los que se acerca. En la misma lista nombra artistas y políticos canónicos de la cultura occidental, así como nombres pertenecientes a la cultura pop. Va desde Rachmaninoff hasta Bob Marley, pasando por Ghandi en el intermedio.
Segundo momento: Saul Williams hace un recuento de la historia negra. Habla de los esclavos, de los negros de Brooklyn, de las guerras. También habla del futuro de su hijo, codificado por esa historia que narra. Al final del discurso, dice “I am that nigger”.
Existe desde hace relativamente poco tiempo, un movimiento cultural y político llamado Afrofuturismo. El movimiento es una especie de ciencia ficción negra. Las obras del movimiento, utilizan el lenguaje del futuro para hablar del momento actual y del pasado; para hablar de las comunidades negras que han existido y que existirán.
Saul Williams coquetea con el movimiento. Su música y su estética a veces parecen haber salido del año 2067.
Analicemos las dos piezas de poesía hablada que ya describí al inicio de esta entrada. En la primera, que es dicha muy rápido, vertiginosamente, condensada en un segundo, se nombra toda la historia de la humanidad. Allí, teóricamente, están todos. Se mencionan todas las influencias y, en ese sentido, se hace un recuento de lo que ha pasado. Todo dicho, por Saul Williams.
En el segundo discurso, la historia negra se resume en el individuo. El futuro de los niños es el pasado de los esclavos. Y el negro que fue a Vietnam es Saul Williams.
Esta es una forma particular de leer la historia. Allí no está ese clásico y escolar “hay que saber del pasado para poder entender el pasado”. Lo que se dice más bien es “somos el pasado y somos el futuro”.
Así como en la Edad Media se hacían tipologías, así mismo sucede aquí. Los interpretes medievales de la Biblia leían, por ejemplo, a Jonás como una tipología de Jesucristo. La ballena, de la cuál emerge Jonás, es la muerte de la cuál resucita Jesucristo.
La historia de Saul Williams tiene esta misma forma. Lo que sucede ahora, en este escenario, es lo que pasa antes y lo que pasará luego. La decisión es nuestra.

Dos momentos del concierto de Saul Williams ayer.
Primer momento: Sale Saul Williams y comienza a nombrar a cientos de personajes históricos. Su lista es teóricamente infinita. Lo es, por lo menos culturalmente por los extremos a los que se acerca. En la misma lista nombra artistas y políticos canónicos de la cultura occidental, así como nombres pertenecientes a la cultura pop. Va desde Rachmaninoff hasta Bob Marley, pasando por Ghandi en el intermedio.
Segundo momento: Saul Williams hace un recuento de la historia negra. Habla de los esclavos, de los negros de Brooklyn, de las guerras. También habla del futuro de su hijo, codificado por esa historia que narra. Al final del discurso, dice “I am that nigger”.
Existe desde hace relativamente poco tiempo, un movimiento cultural y político llamado Afrofuturismo. El movimiento es una especie de ciencia ficción negra. Las obras del movimiento, utilizan el lenguaje del futuro para hablar del momento actual y del pasado; para hablar de las comunidades negras que han existido y que existirán.
Saul Williams coquetea con el movimiento. Su música y su estética a veces parecen haber salido del año 2067.
Analicemos las dos piezas de poesía hablada que ya describí al inicio de esta entrada. En la primera, que es dicha muy rápido, vertiginosamente, condensada en un segundo, se nombra toda la historia de la humanidad. Allí, teóricamente, están todos. Se mencionan todas las influencias y, en ese sentido, se hace un recuento de lo que ha pasado. Todo dicho, por Saul Williams.
En el segundo discurso, la historia negra se resume en el individuo. El futuro de los niños es el pasado de los esclavos. Y el negro que fue a Vietnam es Saul Williams.
Esta es una forma particular de leer la historia. Allí no está ese clásico y escolar “hay que saber del pasado para poder entender el pasado”. Lo que se dice más bien es “somos el pasado y somos el futuro”.
Así como en la Edad Media se hacían tipologías, así mismo sucede aquí. Los interpretes medievales de la Biblia leían, por ejemplo, a Jonás como una tipología de Jesucristo. La ballena, de la cuál emerge Jonás, es la muerte de la cuál resucita Jesucristo.
La historia de Saul Williams tiene esta misma forma. Lo que sucede ahora, en este escenario, es lo que pasa antes y lo que pasará luego. La decisión es nuestra.