El invitado

Publicado el antojarcu

Imperialismo cultural

Que la industria española de impresión es importante, era algo que más o menos intuía. Sabía que había grandes grupos y editoriales en España y que se exportaba una gran cantidad de libros hacia Latinoamérica. Lo que nunca había imaginado que a la Feria del Libro iba a encontrarme a casi todas estas editoriales y que iban a ser una parte muy importante, por no decir predominantes en la FILBO.

Tampoco me imaginaba que estos monstruos del papel iban a cobrar unos precios tan altos por los libros. Precios que en España hubieran asustado a cualquiera y por material viejo. Pero también me topo con libros descatalogados que son muy difíciles de encontrar en España y que he tenido que comprar aquí. Manda cojones que tenga que venir hasta Colombia para comprarme algunos libros que están “desfasados” y que encuentre aquí dentro de los escaparates como si fueran novedades o promociones especiales –es verdad que tampoco son muchos, pero los hay-.

Dentro de este apartado de libros que se traen para acá, me han llamado la atención algunos libros muy baratos que se vendían como promoción con los principales periódicos de España. Algunos de éstos ya los había adquirido allí y recuerdo perfectamente su precio. Mi sorpresa ha sido cuando aquí los he visto por cuatro veces su precio o por el doble de lo que se vendían en nuestra querida Madre Patria. Es una de las cosas más vergonzosas que he visto y una muestra del tipo de cultura que exportamos: cara y de segunda mano.

Uno empieza a entender porque les tienen tantas ganas a nuestras empresas y cierta tirria a los españoles. Es verdad que Colombia no es un buen mercado porque las tiradas son muy bajas al ser un mercado pequeño, pero de ahí a colocar stock a un precio más caro que en el país de origen y libros de baja calidad, seguro que hay un camino intermedio.

Peor este “imperialismo cultural” no sólo afecta al papel, sino que también afecta al libro electrónico. Coincido con Adriana en que vamos hacia la lectura y dejamos atrás el libro, si bien será un proceso paulatino.

Ahora bien, una cosa es que sea algo progresivo y otra que las editoriales hayan tratado de parar el libro electrónico y el formato digital, los hayan condenado a la hoguera por infieles y heterodoxos. Y el retraso en España, también afecta a Colombia, donde llegará todo todavía más tarde y no se podrá obtener libros a un precio más barato en una población que tiene un poder adquisitivo bastante más bajo porque los dinosaurios que mandan no han querido cambiar el modelo de negocio; aunque ahora les ha tocado empezar a moverse porque no les ha quedado más remedio.

Y era llamativo que hubiera editoriales colombianas que hubieran apostado por el libro electrónico o revistas como Semana, mientras que los gigantes españoles -que se supone más avanzados-, no. Vivir para ver.

En fin, gracias a la Feria he sido consciente del poder  de las empresas españolas en el mercado del libro en Sudamérica, para bien o para mal. No se puede extrapolar a todos los países, pero supongo que es un buen ejemplo de cómo se mueven las cosas en el mundo de los libros. Qué triste que al final todo sea el jodido dinero, pero para que engañarnos, siempre ha sido así.

P.D: También recomiendo encarecidamente esta entrada de Stanislaus que arroja más luz sobre este tema.

http://www.youtube.com/watch?v=VHhzi8PvDYw

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