El Erotismo Infinito

Publicado el Ezequiel López Peralta @citaconezequiel

Las bombas atómicas de la seducción que no puedes dejar de conocer

La seducción es un proceso artesanal, y si lo tomas como un objetivo a desarrollar para tener mejores relaciones sociales te dará trabajo para toda la vida. Un trabajo divertido, por cierto. Dicho de otra manera, requiere de esfuerzo, constancia y paciencia, de modo tal que va mucho más allá de un puñado de “tips” o de consejos prácticos. Pero también debo decirte que en este tema te encuentras con algunas generalidades, a las que llamo de manera risueña bombas atómicas, que suelen funcionar. Así es como llegué a este “decálogo” de la seducción, que más que un conjunto de mandamientos apunta a ser un disparador de inquietudes y de ideas para seguir desarrollando tus capacidades para seducir. Espero que acompañes la lectura de cada punto con un examen y una reflexión para comprender si estás fuerte o débil en ese aspecto.

1) Evalúa tus virtudes para seducir y aprende a lucirlas adecuadamente. Tú tienes características de imagen y de personalidad que puedes explotar para conquistar a la persona deseada. Necesitas identificarlas, pero también saber exponerlas en el momento, el lugar y con la persona adecuada.

2) Tus recursos de seducción son distintos en cada situación. Las estrategias que utilizas deben contemplar las características del otro y de su entorno particular. Cuando hablo de este arte de la seducción me refiero precisamente a que necesitas tener los recursos y la flexibilidad como para adaptarte a los desafíos que te presenta cada hombre o cada mujer que deseas, en ese momento y en ese lugar en donde se produce el encuentro.

3) Juega con el misterio. Ciertas dosis de misterio y de ambigüedad dejan al otro pensando en ti, y en definitiva ese es uno de los objetivos de la seducción: instalarte de manera permanente en su imaginación. Como siempre, debes buscar el equilibrio. Nada de misterio te hace predecible y hasta cierto punto aburrido. Mucho misterio te convierte en una persona poco confiable y generas inseguridad.

4) Domina tu ansiedad. Si presionas, exiges sobremanera o estás demasiado encima, la otra persona se siente asfixiada y es posible que quiera escapar de semejante acoso. La táctica de atosigar solo funciona con quienes necesitan —quizás por sus propias carencias afectivas— sentirse lo único en el mundo para ti.

5) Muestra algunos aspectos vulnerables. Tú tienes defectos, eso es obvio. Pero a veces en ese afán por ofrecer la mejor imagen, se te va la mano y solo hablas de tus bondades, tapando al máximo cualquier imperfección que pudiera ponerse de manifiesto. Pero cuidado, la excesiva seguridad suele generar rechazo. Por lo tanto, es importante que hables de tus defectos, al menos de aquellos que no estén considerados de manera negativa, y ríete de ellos. Eso reflejará autoestima alta y seguridad.

6) Utiliza el factor sorpresa. La sorpresa es una herramienta que nunca falla. Rompes la monotonía y creas la sensación de que en cualquier momento harás algo inesperado. Eso produce asombro, curiosidad, adrenalina, y es la mejor medicina para el aburrimiento.

7) Expresa admiración y valor por el otro. Siempre te seduce de alguien sentirte especial a su lado y ser tratado como un ser muy deseado. Claro, esta es una regla que no se puede fingir, es decir, que para expresar lo importante que es alguien en tu vida, debes sentirlo de verdad.

8) Entrénate en el manejo de las señales de intención. Considerando que el lenguaje no verbal tiene tanto poder en la comunicación humana, aprender a leer y enviar este tipo de señales es una habilidad muy importante. Así te vas a dar cuenta si existe interés en ti, lo vas a demostrar, y producirás un acercamiento paso a paso, avanzando en las diferentes etapas de la conquista.

9) Utiliza los vértices de la sensualidad: mirada, sonrisa y voz. La mirada es una de las principales herramientas para expresar lo que sientes, incluso sin que te des cuenta. Combínala con una media sonrisa, inclina levemente tu cabeza hacia el costado y levanta las cejas. Usa sensualmente tu voz, con un tono que invite a abandonar la vergüenza y despierte el deseo.

10) El mandamiento de oro: sedúcete a ti mismo. La seducción debería empezar por aquí… gustarte, conocerte, sentirte cómodo, tener una mirada positiva. Si no logras amigarte con la imagen que proyectas, debes trabajar fuertemente en ese aspecto. La seducción empieza por dentro, y cuando logres sentirte feliz con lo que eres estarás listo para conquistar al mundo.

Todas estas herramientas se desarrollan con mucho más detalle en mi libro El placer de seducir que acaba de lanzarse al mercado.

El placer de seducir (1)

Espero que la sigamos en mi Twitter @citaconezequiel y Facebook Ezequiel López Peralta

 

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