Si lees con frecuencia este blog, probablemente pienses que me obsesionan los orgasmos en las mujeres por la cantidad de artículos que escribí al respecto. Y no te lo voy a negar rotundamente, pero la realidad es que gran parte de las preguntas que recibo en mis espacios online -a veces cargadas de bastante angustia- tienen que ver con este tema.
Entrando directamente en la materia, siempre recuerdo el relato de una paciente que me consultaba por primera vez, y me dijo: «Vengo a pedirte ayuda, porque en mis relaciones sexuales tengo un solo orgasmo…». Ante su acotado relato le respondo, «¿y cuantos crees que debes tener?». Ella no se quedó atrás… «varios, muchos, igual que todas mis amigas con sus novios». Pienso que la inquietud de mi paciente no es una situación aislada, y que un importante número de ellas se hacen la misma pregunta.
Primero que nada quiero aclarar que los orgasmos múltiples son varios orgasmos producidos dentro de una misma relación sexual. Algunas mujeres experimentan un orgasmo tras otro, manteniendo un alto nivel de excitación denominado meseta. A ese fenómeno se lo llama “status orgásmico”. Otras, disfrutan de un orgasmo y luego experimentan la típica relajación inmediatamente posterior al mismo. Si persiste un estímulo sexual adecuado, su excitación aumenta de nuevo hasta alcanzar un siguiente orgasmo, y así sucesivamente.
Las estadísticas que estudian el comportamiento sexual humano, concluyen que en promedio una de cada cinco mujeres experimentan con regularidad uno de estos dos fenómenos. El resto se siente satisfecha con un único orgasmo, su organismo no necesita más, y no deberían preocuparse por eso ni sentirse menos que otras personas.
Cada mujer funciona a su manera, tiene sus propios parámetros de placer, y es importante que aprendas a respetarte sin pensar en que eres anormal porque otras experimentan una realidad diferente.
A veces es el hombre el que impone ese objetivo del orgasmo múltiple. Algunos sienten que si la mujer llega al clímax de manera repetida, es porque ellos son portadores de una virilidad suprema. Entonces preguntan, presionan, insisten, comparan, incluso amenazan, induciendo en su pareja una idea de enfermedad que en el fondo no existe.
Como siempre expreso en este espacio, el sexo es para disfrutar, sin mitos ni trabas absurdas. Y muchas veces la principal limitación está en tus propias creencias, las que debes aprender a cuestionar y a modificar con la ayuda de buena información o incluso el asesoramiento de expertos.
Más respuestas y tips sobre sexualidad encontrarás en mis redes sociales @citaconezequiel y Ezequiel López Peralta.