No está mal tomarse un descansito de tanta convulsión política en Colombia y el resto del mundo, ¿no te parece? Y como el 2014 ya se nos viene encima, pensé en regalarte unos trucos -uno por mes- para que el erotismo infinito sea una realidad más que una utopía.
Difícilmente exista una pareja que no haya sentido, al menos en alguna etapa de su camino compartido, el aburrimiento sexual. Algunas incluso llegaron al punto de una sexualidad bastante mecánica y predecible, y creen que remontar esa situación es casi una misión imposible. Pero verás que no es tan así… debes tener consciencia de que el erotismo es algo que es necesario alimentar, haciéndonos algunas preguntas y, por supuesto, poniendo en práctica ideas creativas y novedosas. Es por eso que te tengo varias propuestas, bastante divertidas, excitantes, que te guiarán para que tú y tu pareja se reencuentren en la más plena intimidad.
Y recuerda, disfruta del recorrido sin preocuparte demasiado por llegar al punto final.
El cofre de los deseos. Escribe en pequeños papeles de colores, diferentes juegos eróticos que te resulten excitantes, de modo tal que estén dirigidos a tu pareja. Por ejemplo “bésame los pies”. Él -o ella- hará lo mismo, en papeles de otro color. Los van a colocar todos en un cofre, y los mezclan. Luego cada uno va sacando un papelito del otro, y llevan a cabo las acciones.
Ambiente sensorial. Prepara el ambiente del encuentro erótico, considerando los cinco sentidos: una música sensual, velas aromatizadas –por ejemplo a vainilla, chocolate, sándalo, jazmín-, bocaditos y bebida para compartir, elementos para masajes –aceites, cremas, plumas-, unas buenas sábanas, espejos, flores.
Un recorrido por la piel. Vas a recorrer su cuerpo detenidamente, centímetro a centímetro. No dejes ninguna zona por investigar… imagina que estás reconociendo el cuerpo, como si nunca lo hubieras tocado. Luego se invierten los roles, y tú recibirás las caricias. Tómense el tiempo necesario, no menos de una hora en total.
Besos, solo besos. Para recuperar el poder afrodisíaco de los besos, se dedicarán un tiempo largo a besarse los labios, el cuello, las mejillas, el rostro… solo hasta ahí. Sean creativos, varíen las formas de besar. Utilicen la lengua, los labios, los dientes, para soplar, morder, acariciar, succionar, lamer. Que sea un momento especial, recordando viejos tiempos en los que la boca era la principal protagonista de su sexualidad.
Más que el misionero. Las parejas comúnmente repiten posturas sexuales que les han resultado efectivas en términos de placer, y sobre todo de orgasmos. Es el momento de hacer algo diferente. Lee textos eróticos como el Kamasutra o utiliza tu imaginación, con la ayuda de cojines, sillas, una mesa, un escritorio, ¡hasta la lavadora! Y no solo cambies la forma de ubicar el cuerpo. Practica movimientos más cortos, más profundos, lentos, rápidos… y ojalá tu estado físico te ayude, sobre todo si van a hacer el helicóptero o el salto del tigre.
Números eróticos. Vas a comprar una pintura comestible, de las que se venden en tiendas eróticas, o simplemente utilizas algo más casero como crema chantillí en aerosol. Dibujas en tu cuerpo varios números, del 1 al 10, ubicados en zonas estratégicas. Tu pareja comenzará lamiendo el 1, y su recorrido obviamente terminará en el 10. ¿Ya sabes cuál es la secuencia más erótica para ti? Siempre deja lo mejor para el final. A los hombres les digo: muchachos, no vale colocar todos los número en el mismo lugar.
Ojos bien cerrados. Utilicen dos vendas para los ojos, y ambos estarán con el sentido de la vista anulado. Tu pareja se recuesta boca arriba, y tú recorrerás su cuerpo sólo con tu nariz. Olfatearás sus diferentes zonas, una por una, percibiendo qué sientes, qué partes te resultan más excitantes al olfato, y cuáles menos. Luego inviertan roles. Es una excelente manera de revivir este sentido, tan importante y tan olvidado. Obviamente se impone como requisito un buen baño previo.
Sorprendiendo. La sorpresa es el principal antídoto contra la monotonía. Busca a tu pareja sexualmente en un momento en el que no se lo espere, y si es un lugar algo transgresor, funciona mejor aún. El carro, unas escaleras, escaparse al baño en una reunión de amigos. No hace falta que tengan relaciones con todos los ingredientes, pero sí algún juego provocativo que quizás se termine de consumar más tarde.
Lecturas de a dos. La literatura erótica se puso de moda, y ha sido de ayuda especialmente a las mujeres para ponerls a pensar en el sexo y darles nuevas ideas. Busquen libros de este tema, estilo “50 sombras” –aunque hay muchos más-, y lean juntos. La misma situación de lectura es estimulante, pero además van a descubrir juegos que, previo acuerdo, podrán poner en práctica.
Teatro en casa. Los juegos de roles son particularmente excitantes. A veces incluyen disfraces sofisticados, otras simplemente más “caseros”. El jefe y la secretaria, el “profe” y su alumna, los actores porno, una entrevista de trabajo y muchas otras situaciones podrán ser escenificadas y sus guiones adaptados a una escena sexual.
El teléfono amigo. En general el teléfono es odioso, y te desconecta de tu pareja. Es fuente de reclamos, enojos y peleas. Pero también es algo que, si se aprovecha creativamente, incentiva al deseo. Envíense durante el día mensajes de texto o de voz, fotos sugerentes, pequeños videos… de manera de inspirarse mutuamente, así cuando a la noche se cierre la puerta de la habitación ya las fantasías hayan hecho su trabajo previo.
De “sexy compras”. Las tiendas eróticas tienen muchas alternativas de productos con diferentes funciones, todas las cuales confluyen al placer. Los vibradores de diferentes tamaños, formas, texturas y programas de vibración, constituyen una opción más que interesante. Los dildos, los juegos –por ejemplo dados eróticos-, los disfraces, los condones variados, las cremas, los aceites intensificadores… un mundo de sensaciones que se abrirán ante ustedes.
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Un abrazo infinito, y ¡feliz 2014!
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