El arte de lo intangible

Publicado el Carolina Romero Romero

Memorias de derecho de autor en el FICCI 61.

Cartagena de Indias, Colombia
Plaza de la Proclamación, lugar de exhibición de películas durante la 61a edición del FICCI, Cartagena de Indias, Colombia.

Con la reciente edición del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias – FICCI, realizada del 16 al 21 de marzo, Cartagena nuevamente se transformó con la magia de la pantalla grande. La 61ª edición será recordada como la edición del reencuentro que brindó una nueva oportunidad para vivir el festival en todo su esplendor. Al respecto, su director artístico Felipe Aljure, expresaba con emoción en la inauguración del mismo «El talento y la creación jamás se doblegaron ante la pandemia» y yo agregaría que tampoco el Festival, el cual ofreció a sus asistentes una nutrida programación.

Es por ello que en esta ocasión el FICCI llego con muchas novedades, entre ellas, por primera vez un espacio especial dedicado al Derecho de Autor y los Derechos Conexos, contando con el apoyo de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual – OMPI, lo cual le permitió a las personas acreditadas asistir al Seminario Internacional sobre Derecho de Autor y el Sector Audiovisual : Las Tendencias Tecnológicas fortalecen el reinado del Contenido, el cual se desarrolló en el Centro de Formación de la Cooperación Española en la ciudad de Cartagena.

Inauguración
Hernán Guillermo Piñeres, Presidente Junta Directiva del FICCI, Sylvie Forbin, Directora Adjunta del Sector del Derecho de Autor e Industrias Creativas de la OMPI y Felipe Aljure, Director Artístico del FICCI, en la Inauguración del Seminario

El escenario del Seminario fue la ocasión para reflexionar sobre todos los aspectos del derecho de autor y los derechos conexos involucrados en una producción audiovisual, temas que fueron abordados los días 17, 18 y 19 de marzo, en 6 paneles que contaron con las intervenciones de reconocidos conferencistas nacionales e internacionales de gran trayectoria. De igual manera, destacamos el discurso inaugural de la Sra. Sylvie Forbin, Directora Adjunta del Sector del Derecho de Autor e Industrias Creativas de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual – OMPI, quien expresó mensajes muy importantes, que vale la pena que lleguen a una audiencia más amplia. Por esta razón, con la autorización de la Sra. Forbin, aprovechamos esta oportunidad para publicarlo en su integridad a través de este medio, como parte de las memorias que recodaremos de la 61ª edición del FICCI :

Sra. Sylvie Forbin, Directora Adjunta del Sector de Derecho de Autor e Industrias Creativas, Organización Mundial de la Propiedad Intelectual – OMPI.

«Señor Hernán Guillermo Piñeres, Presidente Junta Directiva del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias, Señor Felipe Aljure, Director Artístico, Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias. Conferencistas nacionales e internacionales y asistentes a este Seminario.

Muy buenos días a todos.

“Me bastó con dar un paso dentro de la muralla para verla en toda su grandeza […], y no pude reprimir el sentimiento de haber vuelto a nacer”. Me permito evocar las palabras tan ciertas con las que el gran Gabriel García Márquez enalteció Cartagena de Indias, y que reflejan la misma emoción que sentí a escasas 24 horas de estar por primera vez en esta bella ciudad. Cartagena inspira y conquista los corazones de propios y extraños.

Sin duda, no se equivocaron aquellos que la identifican como “una ciudad de película”.  Una ciudad que ha tenido tantas caracterizaciones como deja la imaginación, y que ha sido escenario de las más arriesgadas aventuras creativas no sólo en el ámbito cinematográfico, sino también en la poesía, la literatura, la música; en muchas más ocasiones de las que podemos sospechar.

No se equivocaron tampoco las personalidades del ámbito de la cultura, entre ellos el cartagenero Víctor Nieto Núñez quien fuera el primer director de este importante Festival, cuando en 1959 junto con el Gobierno de Colombia y el apoyo de la Embajada de Francia iniciaron las primeras gestiones para acercarse a la Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos(FIAPF) con el propósito de realizar un festival internacional de cine en esta ciudad.  Luego de 61 ediciones podemos decir que fue sin duda una apuesta acertada.

Patio Palacio de la Proclamación, Cartagena de Indias, Colombia.

Este Festival no solo se ha consolidado como un escenario para el estreno y exhibición de variadas y destacadas obras cinematográficas, sino también para el encuentro de todos los eslabones de la cadena de valor de la industria audiovisual y para el análisis de diversos aspectos relacionados con las políticas públicas en torno a este sector.  De allí que no es casualidad que este también sea el escenario idóneo para fomentar el entendimiento sobre el rol que la propiedad intelectual, y en particular que el derecho de autor tiene en este importante ámbito de la cultura y la creatividad.

En la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) no vacilamos ni un instante en atender con entusiasmo la invitación que nos hiciera su directora, la Señora Lina Rodríguez, hace unos meses para unirnos a este primer Seminario internacional sobre derecho de autor y el sector audiovisual, focalizado en las tendencias tecnológicas.  Para nosotros fue muy significativo que, en un momento en el que el mundo entero trata de superar una pandemia que ha impactado profundamente las industrias creativas y culturales, este Festival haya tomado la valiente iniciativa de ser un foro presencial de reflexión sobre estos temas.  Este tiempo ha sido desafiante para todos nosotros.  En primer lugar, como individuos, especialmente en relación con nuestra salud emocional y física;  para los Estados, en lo económico y social, entre otros;  y para el sector privado, representado ampliamente en el día de hoy, ha sido un tiempo de demostrar su resiliencia y capacidad de adaptación.

Ningún sector económico ha quedado exento de las consecuencias de esta pandemia, y en el caso de los sectores culturales y creativos, hemos presenciado el aplazamiento temporal o la suspensión definitiva de muchos proyectos.  En paralelo, el confinamiento fue el momento para que los seres humanos ratificáramos el valor inconmensurable que tiene para nosotros el acceso y disfrute de las expresiones creativas.  Este tiempo extraordinario nos ha permitido corroborar que la música, los libros, las películas, entre muchos otros, son nuestra mejor compañía.  Esto no lo podemos perder de vista si queremos apostar por la recuperación de la gran economía creativa.

Es justo reconocer que, a pesar del aumento del consumo cultural durante este tiempo, ello no necesariamente ha estado asociado a mayores ingresos en favor de todos los integrantes de la cadena de valor de dichos sectores.  Esto confluye con una preocupación recurrente para la OMPI:  en tiempos de convergencia digital, la búsqueda de una remuneración justa y equitativa para todos quienes participan en el proceso de la creación es el gran desafío que tenemos por delante.  Evidentemente, este cometido no es nada fácil.  El Sector del Derecho de Autor e Industrias Creativas es, sin duda alguna, el área de nuestra Organización donde se observan las mayores tensiones entre las diferentes partes interesadas.  Para nosotros ha llegado el momento de reflexionar todos juntos sobre los mecanismos que permitan aumentar el valor global de las industrias creativas – en muchos países subvaloradas – y de poner en marcha instrumentos acordes que permitan el desarrollo y fortalecimiento del mercado.

Aunque en la actualidad es muy común la referencia al concepto de “sostenibilidad de las industrias creativas y culturales”, es en efecto difícil imaginar que un Estado pueda asumir completamente la recuperación y apoyo de estos sectores.  De allí que el sistema de derecho de autor sea un elemento clave de dicha sostenibilidad.  Por lo tanto, contar con normas claras que incluyan los estándares internacionales en materia de derecho de autor, analizar las tendencias que impactan los modelos de negocios, las nuevas formas de explotación y comercialización del contenido creativo, así como las prácticas contractuales entre los diferentes eslabones de la cadena de valor del sector audiovisual y su interrelación con otros sectores;  son asuntos del mayor interés para todos nosotros en este momento.

El derecho de autor ocupa un lugar importante en esta etapa de recuperación económica del sector audiovisual, y este a su vez en la recuperación del tejido socioeconómico de los países que apuestan por dicho sector.  Un ejemplo interesante es el de este país que nos acoge.  Nos consta que Colombia ha hecho grandes esfuerzos desde hace más de dos décadas, creando diferentes tipos de incentivos dirigidos concretamente al sector audiovisual, lo cual se ha evidenciado en la realización de importantes producciones y coproducciones – tales como “El olvido que seremos” o la tan elogiada “El abrazo de la serpiente” –, siendo el derecho de autor parte esencial de dichas políticas.

Se dice que la inversión extranjera en producción audiovisual en Colombia ha crecido cinco veces más frente a lo conseguido entre 2013 y 2020, y al país han llegado más de 16 productoras internacionales para desarrollar series y películas, entre las cuales destacan Disney, Amazon Prime, Apple TV, Netflix, MTV Networks y Telemundo.

Panel: El universo de los sonidos más alla de la experiencia sensorial.

Los debates por parte del Congreso colombiano con miras a la aprobación del Tratado de Beijing sobre Interpretaciones y Ejecuciones Audiovisuales, tratado en vigor desde hace ya casi 2 años en 44 países miembros de la OMPI, son de fundamental relevancia, particularmente para todos los artistas colombianos que participan en estas numerosas producciones.

Estos esfuerzos son importantes de celebrar y, además, valen la pena mantener y fortalecer.

Desde la OMPI, no sólo hemos estado atentos a este proceso, sino que recientemente hemos brindado apoyo para la elaboración de una política pública en materia de Propiedad Intelectual, recientemente expedida a través del CONPES 4062 “Política Nacional de Propiedad Intelectual” que incorpora acciones en las tres grandes áreas de la propiedad intelectual, entre ellas el derecho de autor y los derechos conexos.  Así mismo la OMPI brindará apoyo en la implementación de dicha política, en el marco de la cooperación que ofrecemos a todos los países miembros.

Para concluir, estando en un evento donde celebramos la creatividad y el ingenio en un ambiente propicio para la colaboración en beneficio de la sociedad global, no puedo dejar de manifestar nuestra solidaridad por quienes en estos momentos sufren los embates de la guerra.  La guerra destruye vidas, propiedades y el espíritu que permite que florezcan las grandes ideas.  Es un anatema para nuestro trabajo y valores como organización internacional y agencia de las Naciones Unidas.  Un pensamiento especial va, en estos momentos, al pueblo ucraniano ante la agresión injustificada de la que es objeto desde hace unas semanas.

Así, nuevamente quiero recordar a Gabriel García Márquez, quien estuvo vinculado a este Festival y que pasó temporadas de su vida a pocas cuadras de este lugar. Gabo, en su Discurso de aceptación del Premio Nobel en Estocolmo dijo lo siguiente:  “Ni los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas ni los cataclismos, ni siquiera las guerras eternas a través de los siglos y los siglos han conseguido reducir la ventaja tenaz de la vida sobre la muerte.”… con la esperanza de que su palabra se cumpla, nos encontramos aquí, recordándonos que pronto esta pandemia y otras tristes coyunturas terminarán, y que han sido y serán las obras literarias y artísticas las que nos ayudarán a vivir con la ilusión de que independientemente de lo que pase, como humanidad, seremos capaces de renacer una y otra vez.

Muchas gracias.

Cartagena de Indias, 17 de marzo de 2022″

 

 

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