Falleció este fin de semana la señora Fabiola Lalinde a quien tuve el gusto de conocer hace cuatro años exactamente, cuando recibí, como rector, su testimonio plasmado en un Fondo Documental que se convierte en uno de los aportes más importantes para las nuevas generaciones, sobre hechos que no deberían repetirse nunca más en nuestro país.
El Fondo Documental Fabiola Lalinde entregado a la Universidad Nacional en su Sede Medellín, consta de 325 unidades documentales y 1.371 folios, dando cuenta detallada de la búsqueda exhaustiva que emprendió sin tregua esta mujer desde cuando desapareció su hijo Luis Fernando Lalinde, un joven estudiante de Sociología que fue detenido, torturado, desaparecido y posteriormente ejecutado por miembros del ejército colombiano en la década de los años 80 del siglo pasado.
Su incansable tarea es reconocida bajo el nombre de «Operación Cirirí» (escrito así y no con s), y hace referencia al mismo pájaro sirirí que fastidia sin descanso a los gavilanes.
Fabiola Lalinde luchó y se enfrentó durante 30 años a fuerzas y poderes que hubieran hecho desistir a cualquier persona y sufrió amenazas constantes a causa de una terrible persecución por intentar rescatar la memoria de su hijo y esclarecer la verdad sobre su muerte
En su lucha, solitaria al comienzo, encontró finalmente el apoyo de los profesores Rodrigo Uprimny Yepes y José Vicente Rodríguez, así como de diversos miembros estudiosos de la comunidad académica, quienes le animaron, junto con algunas familias que han sido víctimas de la desaparición forzada y de defensores de los derechos humanos, para persistir en su búsqueda de la verdad.
El Fondo Documental en poder de la Universidad Nacional es hoy la voz de esta mujer que no callará ya nunca; un legado para la investigación y una herramienta pedagógica para la no repetición.
Paz en su tumba.
@MantillaIgnacio