Ecuaciones de opinión

Publicado el Ignacio Mantilla Prada

¿Qué nos dicen las pruebas PISA?

Los resultados de las pruebas PISA de matemáticas, lenguaje y ciencias, aplicadas en mayo de 2018 a los niños de 15 años en Colombia, publicados ayer, han suscitado toda suerte de comentarios. 

Muchos colombianos guardaban la esperanza de que estas pruebas dieran un primer resultado alentador, una primera señal positiva para lograr esa meta anunciada con gritos y cantos propios de las barras del colegio que animan a su equipo de voleibol y lanzada con mucha publicidad y un eslogan que anunciaba que Colombia será el país más educado de Latinoamérica en 2025. 

Me han preguntado cómo podríamos mejorar en matemáticas y aun cuando no puedo dar una respuesta que contenga una solución única y creo que el tema amerita un análisis profundo, quiero aportar una reflexión con mi opinión personal. 

Comúnmente nuestros estudiantes aprenden matemáticas llevando a cabo un entrenamiento para reproducir procedimientos rutinarios, imitando desarrollos algorítmicos como quien sigue recetas para preparar una respuesta a cuestiones que generalmente no tienen una interpretación que pueda animar al alumno. Y frecuentemente ni siquiera se ejercita en ello y el aprendizaje se reduce a seguir y entender la explicación del docente. Eso es como pretender desarrollar los músculos en el gimnasio, pero viendo hacer gimnasia.

Hay que incentivar en los jóvenes el uso de las matemáticas como herramientas fundamentales para la vida. Las matemáticas están en todas partes y no solo en el aula. Tampoco se deben limitar a los cálculos aburridos que los niños se niegan a reproducir con agrado. Su uso diario en situaciones no preparadas anticipadamente, con el estímulo de la comprensión y el ejercicio del pensamiento lógico y deductivo es indispensable para mejorar los niveles esperados en las pruebas PISA.

Los resultados conocidos ayer no son los de una evaluación de los tres últimos años, sino de las dos últimas décadas. Los cambios en la educación no se dan rápidamente ni se logran con cambios de las normas solamente; pero por otra parte Colombia empieza a reaccionar con iniciativas como la jornada única, por ejemplo, y habrá que esperar pruebas futuras para ver mejores resultados.

Sería un error dejarnos arrastrar por la moda de los rankings y dedicarnos principalmente a entrenar a nuestros jóvenes para que presenten buenas pruebas, como está ocurriendo en algunos colegios que logran buenos resultados en las pruebas Saber 11, sacrificando una buena formación integral. 

El propósito no puede ser solamente subir en el puntaje de PISA, creyendo que entonces la calidad habrá mejorado. Las pruebas PISA no deben ser una obsesión porque no pueden ser un fin en sí mismo; están ahí como herramienta, pero son también ampliamente cuestionadas. 

@MantillaIgnacio

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