Más allá de todas las cosas que se destacan cuando termina un año y de las que se auguran para el que llega, el año 2019 que termina genera la inquietud entre algunas personas por saber si con él termina también la segunda década del siglo XXI.
Para poder dar una respuesta convincente, debe recurrirse al calendario que nos rige y especialmente hay que conocer la forma como se organizó el calendario juliano desde su origen, pues fue la base del calendario gregoriano introducido en 1582 por el papa Gregorio XIII, aún vigente. Adicionalmente, para saber si es correcto o no afirmar que la próxima década comienza este 1 de enero de 2020 debe observarse un hecho que pasa desapercibido para la mayoría, pero que es en esencia, el trasfondo de la cuestión.
El número cero, entendido como el resultado de sustraer cualquier número de sí mismo, fue incorporado por la cultura India hacia el siglo VII, al idear un sistema numérico posicional, tal como lo conocemos hoy. Aun cuando otras tres culturas, la de los babilonios, la de los chinos y la de los mayas en distintas épocas ya habían advertido la necesidad del cero, no idearon el principio posicional incluido en la cultura India, que fue transmitido también a la numeración árabe que heredamos nosotros. Los mayas por ejemplo, usaban la base 20, lo cual no era impedimento para incorporar el cero, pero sí en cambio facilitaba la organización de su calendario, una de sus mayores fortalezas culturales.
El calendario siempre despertó una gran curiosidad en todas las culturas y la ausencia del cero en el sistema de numeración romano tuvo una importante influencia en el origen del calendario juliano. En efecto, los romanos designaban los años a través de números o dándoles el nombre de algún cónsul. Para contar los años, los romanos elaboraron un sistema de numeración que comenzaba con el año en que Rómulo fundó Roma. De acuerdo con esa numeración, el año 46 a. C. (año en que se impuso el calendario juliano) correspondía al año 707 a.u.c. (iniciales de ab urbe condita), que significa “desde la fundación de la ciudad”.
En el año 532 d. C. el erudito monje, matemático y teólogo, Dionisio el Exiguo (llamado así por su baja estatura), interesado en calcular correctamente las fechas en que debía celebrarse la pascua, definió el inicio de la Era Cristiana calculando el primer “año del Señor” (anno Domini), como el año de nacimiento de Jesucristo. Dionisio concluyó que el nacimiento había sucedido el 25 de diciembre del año 754 a.u.c. y que ese año inició la Era Cristiana, definición que se ha aceptado desde entonces. El primer anno Domini se denominó como el año 1 d. C. y coincidió con el año 754 a.u.c. por lo tanto el año 753 a.u.c. es el año 1 a. C. y fue el último, anterior al inicio de la Era Cristiana.
Como se deduce de esta convención, no hubo año cero; pero, haciendo un corto paréntesis, hay que anotar adicionalmente, por si fuera poco, que Dionisio basó sus cálculos en la duración del reinado de Herodes y se equivocó, como ha sido ampliamente documentado, pues Jesús habría nacido unos tres o cuatro años antes, cuestión que nadie está interesado en cambiar porque implicaría modificar toda la numeración que ya está implementada en el mundo.
Como no hubo año cero, el efecto de este atentado contra la aritmética induce a errores. Veamos un par de ejemplos: si debo 3 millones en la tarjeta de crédito y consigno 5 millones, tengo un saldo a favor de 2 millones. Si hubo una helada en la madrugada y la temperatura bajó de 2 grados a 3 grados bajo cero, hubo entonces una disminución de 5 grados. Pero en el caso de los años, entre el inicio del año 3 a. C. y inicio el año 2 d. C. solo transcurrieron 4 años.
El siglo I comprende los 100 primeros años de la Era Cristiana, de modo que abarca el periodo que va desde el 1 de enero del año 1 d. C. y el 31 de diciembre del año 100 d. C. El siglo II comenzó entonces el 1 de enero del año 101 d. C. y el siglo XXI, el tercer milenio y la primera década de este siglo comenzaron todos el 1 de enero del año 2001. La tercera década no comienza entonces el próximo 1 de enero, habrá que esperar un año, hasta el 1 de enero de 2021, aunque nuestra sociedad de consumo quiera hacer la celebración ya mismo.
Si Dionisio hubiese conocido el cero en nuestro sistema numérico posicional, habría podido introducir el año cero y decir que, cuando la Virgen María celebró al niño su primer cumpleaños, comenzó el año 1 de la Era Cristiana, pues el día anterior de la celebración de su primer cumpleaños, Jesús tenía una edad de cero años, 11 meses y 29 días. En ese caso, el año 754 a.u.c. no hubiese sido contabilizado como el año 1 d. C. sino como el año 0 C. Eso hubiera sido lo correcto, lo deseable, pero los hechos fueron otros y éstos no pueden controvertirse con opiniones ni con deseos.
Ahora bien, eso no quiere decir que usted pueda quitarse un año de edad; en realidad, si cumple 30 años, es porque ha alcanzado “el cuarto piso”, pues en el cálculo de la edad de una persona sí cuenta el año cero de vida.
@MantillaIgnacio