Ecuaciones de opinión

Publicado el Ignacio Mantilla Prada

¿Por qué este año no se cumple la regla que establece la Semana Santa?

Pocas personas conocen la fórmula con la que se determina cada año la Semana Santa en el calendario. Hay muchos, quizá la mayoría, que creen que es el Papa, desde Roma, quien lo decide. Y aunque el origen sí está en las decisiones que tomó la Iglesia hace algunos siglos, no es en forma caprichosa como actualmente se establecen las fechas de la Semana Santa. 

Hasta principios del siglo IV había un gran desorden y confusión sobre la fecha en que los cristianos debían celebrar la Pascua; es decir sobre la fecha en que debía llevarse a cabo la celebración por el aniversario de la resurrección de Jesús de Nazaret, que determina el final de la Semana Santa. El primer intento de acuerdo se logró en el año 314, cuando se celebró el Concilio de Arlés en el que se decidió que todos los cristianos debían celebrar la Pascua el mismo día cada año. 

Sin embargo, las diferencias entre las iglesias de Roma y de Alejandría no permitieron un consenso y fue hasta el Concilio Ecuménico de Nicea, convocado por el emperador romano Constantino I y celebrado 11 años después, en el 325, cuando se logró un acuerdo definitivo que define cuál es la fecha del domingo de Pascua (o de Resurrección) todos los años. 

No obstante, hubo que esperar dos siglos, hasta el año 525, para convencer a todos los obispos cristianos sobre las bondades del método alejandrino para el cálculo del domingo de Resurrección; y este acuerdo se logró finalmente gracias a un erudito monje, aficionado a las matemáticas, llamado Dionisio el Exiguo (en alusión a su baja estatura), quien desde Roma explicó en forma convincente y precisa el ingenioso método adoptado para calcular con exactitud la Pascua de cualquier año futuro

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El método toma como base una guía infalible como es la llegada de la primavera al hemisferio norte. Para mayor seguridad y tranquilidad se fijó también en el Concilio de Nicea, que el 21 de marzo de cada año es la fecha del equinoccio de primavera. No obstante, como bien lo pueden explicar los astrónomos, hay algunos años, como el actual de 2019, en los que el equinoccio ocurre el 20 de marzo y no el 21. 

El día de Pascua se establece entonces de la siguiente manera: 

Es el domingo inmediatamente siguiente a la primera luna llena de primavera; es decir, el domingo inmediatamente posterior al primer plenilunio de la primavera del hemisferio norte, aceptando que la fecha del equinoccio todos los años es el día 21 de marzo, aunque esta no coincida con la astronómica real.

Hay una excepción cuando el primer plenilunio de primavera (posterior al 21 de marzo) cae en domingo; en este caso la celebración de la Pascua se corre para el siguiente domingo, con el único propósito de impedir que la Pascua cristiana coincida con la judía.

Con las reglas antes enunciadas, el domingo de Pascua no podrá caer nunca antes del 22 de marzo. En efecto, el domingo de Pascua que más pronto puede ocurrir en un año es el que tiene lugar cuando el primer plenilunio cae un sábado 21 de marzo. Esto es lo que ocurrirá en el año 2285. 

Y la última fecha en la que puede tener lugar la Pascua es la del 25 de abril; para que esto ocurra se necesita que el 20 de marzo sea luna llena y entonces hay que esperar una lunación completa (29 días) para llegar al primer plenilunio de la primavera, que ocurriría el 18 de abril. Así, solo si esto sucede en domingo, será el 25 de abril el de Pascua (siguiente domingo al primer plenilunio). El año más próximo en el que ocurrirá esto será el 2038.

Pero no obstante todo lo anterior, y aunque la fase lunar puede estimarse anticipadamente con precisión para cada año, hay una regla que no es explícita y puede confundir; es eso justamente lo que sucedió este año, pues tuvimos la primera luna llena que coincidió con el equinoccio el día jueves 21 de marzo, por lo tanto la Pascua ha debido ser el domingo 24 de marzo. ¿Por qué extraña razón no se cumplió la regla entonces? 

En la realidad el método lo que dice más precisamente es que el domingo de Pascua es el siguiente a la primera luna llena ‘eclesiástica’, palabra, esta última, que omitimos al explicar el método del cálculo y que es la causante del problema. 

La pregunta natural que sigue es ¿y qué diablos quiere decir luna llena eclesiástica? Se trata de un plenilunio ficticio definido por la Iglesia mediante unas tablas numéricas muy complejas para calcular los ciclos de la luna en forma aproximada y que se usaban y se siguen usando para realizar ajustes similares a los que se introdujeron en 1582 con la incorporación de otros años bisiestos para corregir la duración de los años solares y lograr que los valores enteros coincidan con los cálculos astronómicos reales.

Aunque casi siempre coinciden gracias a las correcciones que se realizan automática y periódicamente, las diferencias entre el criterio astronómico y el religioso pueden significar que la luna astronómica no coincida con la eclesiástica durante un período de tiempo. Precisamente este año 2019, la luna llena eclesiástica tuvo lugar unas horas antes del día 21 de marzo, reconocido por la Iglesia como único día posible del equinoccio, por lo tanto no fue esta la primera de la primavera y hay que esperar la próxima luna llena, el 19 de abril, para que se reconozca esa fecha como la del primer plenilunio y por lo tanto el domingo 21 de abril será el de Pascua.

Eso responde a la pregunta formulada en el título de este artículo. Un fenómeno muy curioso este, que ya se había presentado en 1962 y que ha pasado desapercibido. Aunque la fecha real del equinoccio este año no fue el 21 sino el 20 de marzo, y aunque es la misma fecha de la luna llena eclesiástica, la decisión tomada en Nicea, en el año 325, determinó que el equinoccio no puede ser sino el 21 de marzo, con lo cual, para la Iglesia no había iniciado la primavera, así que el método para calcular la Pascua nos arroja como resultado que será la semana entrante y no otra, la Semana Santa de 2019. Si en el método reemplazamos “luna llena eclesiástica” por “luna llena astronómica”, el domingo de Pascua habría sido el día 24 de marzo.

Termino con un dato curioso: el 19 de abril es la fecha más frecuente del domingo de Pascua (casi 4 veces cada siglo). Lo menos frecuente es que sea el 22 de marzo (solo 5 veces cada milenio).

@MantillaIgnacio

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