Detrás de Interbolsa

Publicado el Alberto Donadio

La banda criminal de Interbolsa

Escribe GIJ:——————Buenos dias don Alberto:

Publicó Usted la semana pasada en su blog una manifestación de desespero de una victima de Interbolsa que ha la fecha ve como el silencio se apodera de uno de los desfalcos económicos más grandes que ha vivido el país. Y no es para menos. Después de 29 meses de las autoridades haber intervenido a una banda criminal que venía operando de tiempo atrás a lo largo y ancho del territorio nacional –INTERBOLSA–, donde sus gestores se movían en los altos círculos sociales y políticos del país como peces en el agua, se han realizado múltiples declaraciones, se han llenado miles de cuartillas de revistas, periódicos y expedientes, y en verdad, para quien tenía sus ahorros en esas manos criminales, no ha pasado nada de importancia.

1. Los principales cerebros de esta empresa criminal están soportando una detención que esperan se resuelva en un plazo inferior a dos años, cuando aún no han devuelto el producto de su empresa criminal. Juan Carlos Ortiz y Tomás Jaramillo jugaron con el dinero de más de 1500 inversionistas, en sumas que superan los 600 mil millones de pesos, y pretenden que el país se compadezca de ellos y les otorgue beneficios por haber devuelto bienes que ellos avalúan en una cifra que no supera el 3% de esa cantidad.

Estos dos individuos son delincuentes confesos, pero aun no reciben condena alguna.

2. Víctor Maldonado, con un cinismo aun mayor, espera que le reconozcan su calidad de deudor, no de criminal, para pagar una parte de los dineros que supuestamente recibió a titulo de préstamos y sobre los cuales no está dispuesto a reconocer intereses. Este delincuente aguarda que la justicia española se compadezca de él y le permita vivir en ese país arropando su vejez y su mezquindad con los fajos de billetes que sacó del territorio colombiano.

3. Algunos de los secuaces de estos industriales del crimen esperan desesperados que la justicia les reconozca su inocencia, fundados única y exclusivamente en que su trabajo no los benefició de manera directa y que simplemente actuaban como unos empleados más de los reconocidos delincuentes.

4. De Rodrigo Jaramillo Correa solo sabemos que pasa su fingida vejez – antes del descalabro era un reconocido y arrogante empresario en la plenitud de su vida – en un lujoso apartamento que le pertenece a las personas que defraudó y que después de más dos años de confesar unos delitos no recibe condena alguna.

5. Un alto funcionario del estado, el Superintendente Financiero de Colombia, Gerardo Hernández, suspendido por la Procuraduría, espera que transcurran los pocos meses de suspensión para ocupar nuevamente el puesto que este generoso gobierno le está guardando y en el que dio muestras de su incompetencia.

6. Y un buen servidor, designado primero como Agente Interventor del Fondo Premium, y ahora Liquidador del mismo, doctor Alejandro Revollo, guarda el más macabro silencio.

¿Cuánto dinero ha recaudado y cuánto espera recaudar?
¿Qué plazo se ha puesto para realizar el proceso de liquidación?
¿Cuándo empezará a liquidar bienes y a proceder al pago de las acreencias?
¿Qué espera que pase con las acciones de Fabricato para volverlas dinero y entregarle el mismo a los acreedores?
¿Cuándo presentará un informe completo a las victimas para que estas, que tienen derecho a saberlo, decidan como manejar la situación que les dejo este penoso episodio?

Y los jueces, ¿cuándo definirán las penas de los delincuentes confesos?

El desespero de la señora que le escribía la semana anterior tiene un claro fundamento fáctico, y si jueces y liquidador no actúan con celeridad y con criterio firme, esta patria boba continuará dando su peor espectáculo

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