El gobierno nacional sabía que una cooperativa controlada por Estraval, la firma de libranzas que incumplió pagos por $500.000 millones, estaba engañando a pensionados y empleados oficiales que recibían préstamos de la cooperativa.
No obstante, el gobierno, por medio de la ex superintendente de la Economía Solidaria, Olga Lucía Londoño Herrera, levantó la vigilancia especial que ejercía sobre la cooperativa, llamada Coopdesol Ltda. (Cooperativa Desarrollo Solidario).
El engaño consistía en que Coopdesol les cobraba a los beneficiarios de créditos de libranza por servicios adicionales que encarecían el préstamo hasta en un ciento por ciento. Las libranzas son créditos que solicitan los pensionados, los maestros, los militares y los policías y que se pagan con descuentos mensuales que ellos autorizan sobre la nómina oficial.
En octubre de 2014 la entonces superintendente de la Economía Solidaria, Olga Lucía Londoño Herrera, ordenó levantar la vigilancia que el gobierno mantenía sobre la cooperativa desde octubre de 2012.
Londoño Herrera levantó la restricción sobre Coopdesol en una resolución en la cual reconoció, increíblemente, que la cooperativa timaba a sus clientes.
Según Londoño Herrera: «Coopdesol continúa presentando un alto número de quejas por la prestación de servicios a sus asociados relacionados con ventas atadas a la prestación del servicio de crédito, por cuanto en el pagaré que soporta la obligación principal se incluye el valor de servicios tales como: asistencia hogar, asesoría jurídica, protección de servicios odontológicos o médicos entre otros, con destino al fondo social; que no obstante ser aceptados por los asociados se cobran dentro de la libranza y pagaré que soporta el crédito solicitado, lo que hace que se encarezca en algunos casos hasta el doble el valor del crédito».
Una de las quejas la presentó Consuelo del Carmen Lugo Castro, que recibió un préstamo de la cooperativa por $3.100.000 el cual se incrementó en un 78%. Lugo señaló en su queja de 2013 a la Supersolidaria:
«Tengo un crédito de libranza con la Cooperativa de Desarrollo Solidario Coopdesol Ltda. desde octubre de 2011 por un valor de $3.100.000, con una cuota mensual de $157.000, No. crédito 98773, plazo 620 meses, en la fecha voy a cancelar la totalidad del crédito y me certifican que debo cancelar la suma de $5.522.981, me parece que es un abuso, necesito que si ellos pueden cobrar todo ese monto de dinero cuando el crédito solo fue por $3.100.000.»
El gobierno tenía pleno conocimiento de que Coopdesol era controlada por Estraval.
En junio de 2012 el entonces superintendente de la Economía Solidaria, Enrique Valencia Montoya, ordenó la intervención de Coopdesol por numerosas irregularidades. Una de ellas: «Existen inconsistencias en la información de carácter financiero y contable, suministrada a esta Superintendencia, lo cual no permite conocer la situación real de la cooperativa».
Otra anomalía: Rosalba Fonseca Melo, la persona que manejaba Estraval, figuraba en el consejo de administración de Coopdesol desde 17 meses antes de ser asociada. El relajo en el incumplimiento de los reglamentos era total.
Además: Harold Carvajal, tesorero de Estraval, figuraba en la junta de vigilancia de Coopdesol un año antes de ser nombrado oficialmente.
Siete asambleas de la cooperativa fueron ineficaces por vicios en la convocatoria y quórum, según Supersolidaria.
Al intervenir a Coopdesol hace cuatro años el entonces superintendente Enrique Valencia Montoya dejó constancia de que la cooperativa era manejada por Estraval.
En la resolución de intervención Valencia Montoya anotó: «La cooperativa sirve como recaudadora de obligaciones que ya se encuentran a favor de personas jurídicas mercantiles como son Estrategias en Valores (Estraval) y Fidupais.»
En octubre de 2012 se terminó la toma de posesión y se cambió por una medida cautelar llamada vigilancia especial.
Olga Lucía Londoño Herrera, la funcionaria que levantó la vigilancia sobre Coopdesol pese al fraude contra sus clientes, fue nombrada en el 2013 por el ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas.
Londoño Herrera, natural de Cañasgordas, Antioquia, es administradora pública y experta en gobierno público. En 1989 recibió la distinción como mejor funcionaria del Concejo de Medellín.
La Superintendencia de Sociedades ordenó en junio la liquidación de Estraval. Centenares de clientes se quedaron sin los ingresos mensuales que Estraval les prometió cuando les vendió pagarés libranzas originados en créditos concedidos por cooperativas que controlaba como Coopdesol, Conalrecaudos y Cooprosol. Estraval está siendo liquidada por Luis Fernando Alvarado Ortiz.
Ahora se sabe que Estraval engañaba por punta y punta. Engañó a sus clientes a los cuales les garantizó unos flujos mensuales que empezó a incumplir en marzo y abril de este año. También engañó a quienes recibían créditos a través de su cooperativa Coopdesol, sumándole al valor del crédito unas adehalas abusivas y de mala fe.