Por Alberto Donadio
En Neiva el fraude de Elite afectó a unas 70 personas que colectivamente perdieron 8 mil millones de pesos.
Algunos clientes tenían sumas bajas, apenas 10 millones de pesos.
En Neiva 16 consultores financieros vendían las libranzas de Elite.
Cada mes Elite captaba 400 millones de pesos en inversiones.
Uno de los consultores financieros dijo: «El dolor grande de mi parte es perder mi plata y pensar que yo estaba engañando a la gente».
El rendimiento mensual que pagaba Elite, antes de descubrirse el fraude, era de 1.74%, que incluía capital y utilidades.
En el caso de Neiva todos los pagarés colocados por Elite fueron de Credimed.
«Elite no estaba haciendo las verificaciones sobre los pagarés. Hubo mala fe de la gente de Elite», dijo un consultor financiero.
Elite empezó a ofrecer sus productos fraudulentos en Neiva en 2013 y la oficina se abrió en 2014.
Uno de los consultores que ofrecía las libranzas en Neiva había trabajado en bolsa en Bogotá y vendía tarjetas de crédito de Citibank. Era cliente de Elite en Bogotá. Luego contrató a una persona en Neiva que había trabajado en un fondo de pensiones para vender libranzas de Elite.
Un consultor dijo: «Elite es la captadora de dinero, no le consignamos a las cooperativas sino a Elite. Está desvirtuado que no sabían».
Al inversionista le asignaban una libranza, pero no se podía llamar al deudor por el habeas data.
Un asesor de Elite le recomendó a un cliente que tomara un crédito bancario que costaba el 0.99% mensual y que lo colocara en Elite, donde le pagaban el 1.74% mensual. «Usted pone a trabajar la plata del banco», decía el asesor.
El cliente casi hipoteca su casa avaluada en 300 millones para poner el dinero en Elite. «Yo casi le hago perder el apartamento a mi tía en Bogotá», agregó el cliente.
Elite hizo invitaciones a los clientes y asesores en Neiva, a restaurantes como Nagasaki, La Mia, Guantánamo, etc. para fiestas de despedida del año. Venían los directivos de Elite desde Bogotá.