Con menos arrugas que nosotros, la Bogotá de mis amores y mis terrores, que primero se llamó Bacatá y luego Santafé, cumplirá 486 agostos este martes 6. Ayuden a ampliar esta lista de 25 regalos.
Con menos arrugas que nosotros, la Bogotá de mis amores y mis terrores, que primero se llamó Bacatá y luego Santafé, cumplirá 486 agostos este martes 6. Ayuden a ampliar esta lista de 25 regalos.
Fotografías: Alexánder Velásquez.
Me sacas la chispa: a veces me quiero ir y cuando ya me fui, me quiero venir. En ningunos nuevayores o mayamis un citadino incorregible se sentirá como en casa, con ruana y agua de panela por estos días; tirito de frio en esta planicie entre montañas que en sus ríos Vicachá, San Francisco y San Agustín albergó abundantes peces antes de que llegáramos nosotros y antes de nosotros, los otros; tú, mi Bogotá, haces que ninguno se sienta forastero a pesar de que algunos, que son muchos, te tratan a las patadas.
Mujer que lloras y sudas, te maltratan tanto que hasta tus lágrimas se han racionado por culpa de nuestra irracionalidad. ¿Y con quién nos vamos a quejar como no sea con el Mono de la Pila, a la entrada del Museo Colonial? ¡Ay, mujer amada, qué has hecho para merecer tanto desprecio! Pero yo quiero quererte hasta el fin de mis días.
La fuente de agua o “mono de la pila” se conserva en el Museo Colonial.
Si Bogotá fuera una persona, no sería una mujer sino muchas mujeres, y con las cualidades, virtudes y defectos que aportamos sus habitantes, casi llenamos el alfabeto: Atrevida y atrasada pero no retrasada, a veces achicopalada, acomedida cuando quiere; Bohemia, bienvestida, berraca, bien hablada y burguesa; Cachaca con cerros verdes hermosos y cerros de basura, colonial, culta aunque sin identidad propia por sus múltiples identidades, cosmopolita, cultural, contaminada, coqueta y cívica cuando no es casposa; Chicanera, chismosa, chichipata; Desordenada y diversa; Ecléctica y emperifollada, Festiva, friolenta y futbolera; Generosa como todos los nacidos bajo el signo Leo y Bogotá es una leona; gamina, gélida, graciosa, gomela, gris en los cielos y gris concreto; Harapienta, hambrienta, hipócrita, hogar de migrantes y desplazados; Insensible, indígena, insegura (a veces caótica como Ciudad Gótica); indigente, Jocosa, Kilómetros de ciclovías corriendo por sus arterías.
Líchiga y lluviosa sin nieve pero con granizo; Moderna y a la vez mundana pero también maltrajeada, maltratada, malhechora, michicata, malgeniada y maloliente por los lados del río Tunjuelo y las curtiembres de San Benito; Negativa, noble, necia: Ñera, Oligárquica hasta en sus orquídeas, obrera de overol o delantal y obscena en la penumbra; Pordiosera cuando no picada, Quejumbrosa y quisquillosa; Rezandera, recatada, ruidosa, raponera y rola; Soleada, sedienta en el sur y saciada en el norte, solidaria a ratos, a ratos solapada; Tenaz, trabajadora, temerosa, tramposa y tumultuosa (que es como decir, apiñada y apretujada); Única, urbanizadora y usurera; Valiente pero violenta, vibrante y verde, verde, verde hasta donde el ladrillo deja ver; Zzzzzz… mi ciudad que sueña llegar espléndida a sus 500 agostos en 2038. ¿Nos alcanzará la vida para celebrar el quinto centenario?
Así, con sus bondades y desperfectos, así quiero yo a esta Patria Chica que tan chiquita no es porque tiene más habitantes que Uruguay, Paraguay, El Salvador, Caracas, Managua y Nicaragua, donde yo nunca me enamoré.
¿Y usted qué le va a regalar a esta mujerona?
Casa de poesía Silva (arriba) La casa de José María Vargas Vila (abajo)
Espejo de agua. Por aquí corrió alguna vez el río San Francisco.
Los editores de los blogs son los únicos responsables por las opiniones, contenidos, y en general por todas las entradas de información que deposite en el mismo. Elespectador.com no se hará responsable de ninguna acción legal producto de un mal uso de los espacios ofrecidos. Si considera que el editor de un blog está poniendo un contenido que represente un abuso, contáctenos.