Aquí están las pruebas irrefutables de que el primer mandatario de izquierda sí estuvo en un sitio de chicas malas, y además pidió descuento: dos por el precio de una. Con esta crónica, el autor aspira a ganarse el Premio Simón El Bobito de Periodismo.
Foto tomada de la cuenta de X del presidente Gustavo Petro y cartel de la película Striptease con Demi Moore.
—Gus, le tengo un sitio del putas aquí en Lisboa. A Leyva no se le ocurriría seguirnos hasta allí —le dijo Armandito al señor presidente.
“… cómo me gustaría ser otro (…) que yo nunca más pueda vivir ni sentir o desear”: Fernando Pessoa, escritor portugués, en “El libro del desasosiego“.
“Hay dos cosas que he aprendido en la vida, a no acostarme con mujer de la que no nazca nada en mi corazón, y a no comprar el sexo cuando aun soy capaz de la seducción y de la poesía. Siempre hay que combinar la sexualidad con la cultura, eso se llama erotismo”, trinó de veras el presidente.
El periodismo colombiano se raja en materia de humor, así quedó claro en la última edición del Premio Simón Bolívar de Periodismo. El jurado declaró desiertas dos categorías (humor en video y humor en texto). En la categoría de humor en audio no hubo postulaciones.
¡Y a qué horas vamos a ponernos chistosos con tanta tragedia nacional! No hay día que aquí a uno no se le pongan los pelos de punta. Nomás miren los titulares de esta semana. Jotapé Hernández (no confundir HP con Honorable Parlamentario, o al revés), sería cabeza de lista al senado por el Partido Verde; la sexagenaria turista francesa Ingrid Betancur se lanza al Senado con su bala de oxígeno, Abelardo De La Espriella eliminará el ajiaco santafereño si llega a Casa Estudio de Nariño y Miguel Uribe papá propone parar soldaditos de plomo en la entrada del Ministerio de Defensa para que parezca Ministerio de Guerra.
¿Y a nosotros quién nos defiende de estos políticos lenguaraces?
La más reciente de nuestras tragedias es una noticia vieja: que el señor presidente de la República se fue a ver viejas empelotas… y no en la penúltima página de El Espacio, sino en en un club nocturno de Lisboa.
—¿Con el dinero del erario?
—No Hilario. Podemos confirmarle al país que se gastó doscientos mil devaluados pesitos, los cuales pagó con su tarjeta de crédito y el sudor de su trabajo. Mejor dicho, como falló Nequi, pagó en dólares aprovechando que el billete gringo está por el suelo, como la imagen de míster Donald cabeza de naranja Trump.
En un acto inédito en Colombia, el presidente se destapó al igual que las chicas portuguesas, y mostró las cuentas claras y el chocolate espeso, mientras las niñas exhibían su par de ayudas humanitarias, exponiéndose a un resfriado.
Dice El País de España: “A principios de 2023, además, gastó 209.000 pesos (unos 50 dólares) en el Menage Strip Club, un club de striptease en Lisboa que se promociona así en su sitio web: “Nuestras chicas más atractivas están listas para darte una experiencia inolvidable, satisfaciendo todos tus sueños y deseos”.
Pues bien, este cronista hizo un viaje relámpago a la tierra del gran Fernando Pessoa, y en el mismísimo burdel obtuvo en exclusiva la lista de deseos que por escrito pidió el mandatario de izquierda, usando la derecha.
Mientras las niñas se balanceaban zigzagueantes en el tubo de pole dance, el presidente soñaba que ya era 7 de agosto de 2026 por la tarde y le entregaba la banda presidencial a un hombre, cuyo nombre es difícil de precisar, porque sólo se le veía la chivera. En el sueño Petro estaba feliz, sin la señora al lado pero con Armandito y todos sus hijos, menos aquel al que él no crio.
En el sueño sus enemigos le gritaban que no se las diera de avión con los aviones Gripen, lo tildaban de burgués neocomunista y le preguntaban que cuánto se gastó en retoquitos, porque tenían ganas de quitarse diez años de encima como él. En cambio, Petro se los quería quitar a ellos de encima, arrojándoles una Asamblea Constituyente al primer descuido.
El presidente quedó fascinado con su nuevo título: burgués neocomunista. Porque el poscapitalismo socialista sí es posible, según esta reinterpretación del marxismo.
—¿Se pueden dos por el precio de una?, preguntó entre impaciente y tímido el mandatario, en medio del ruido y las luces de neón de aquel lugar mágico.
En su portugués chapaleado, Armandito le tradujo a la madame. —Dois pelo preço de um
—Claro, Su Excelencia, le respondió la madame, que de inmediato ordenó traerles dos por el precio de una: dos jarradas de tinto, pues él y Armandito estaban casi foqueados por el calor de una noche lujuriosa, metidos en una cabina especial que el club de striptease dispuso para ellos con el fin de apartarlos de las miradas curiosas y, sobre todo, para mantener a raya los espías que envió Leyva. A sus 80 agostos el doctor Álvaro todavía tenía alientos para fastidiar.
Aquí están las fotos que los delatan, mientras llegaba el tinto que los despertó, pues la noche aún era joven. Armandito tuvo el descaro de publicarlas en Instagram, aunque se rumora que lo hizo el doctor Leyva tras hackear su cuenta.
Luego, con una sonrisita pícara entre pecho y espalda, una de las chicas, la más voluptuosa de las garotas, cayó en sus brazos con lápiz y papel, y el mandatario escribió su lista de deseos, como prometía la publicidad del Menage Strip Club, que como su nombre lo indica, pero con jota, es el conjunto de muebles, utensilios y enseres de una casa. Y esta también era una casa… de citas pero al fin casa.
Petro viste de Prada
La lista de Petro fue a parar al pozo de los deseos, y de allí este desviado especial la rescató. Aquí está en exclusiva para los suscriptores de El Espectador. A los medios que quieran reproducirla, se les exhorta a citar la fuente, so pena de una revolcada si incumplen la ley de derechos de autor, una vez sean cogidos con las manos en la masa como el presidente Trump con la supuesta fellatio a Clinton, lo que nunca ocurrió, ya que la tocada en la entrepierna fue creada con IA.
· Desearía que el cardenal Ligui Parolin sea el próximo papa, ya que esta vez ganó Robert Francis Prevost, Su Santidad León XIV, en reemplazo del papa Bergoglio.
· Deseo comprar otro par de Ferragamos para andar con más cuidado por este mundo cruel y farragoso.
· Deseo un reloj Gucci y un vestido Prada para llegar a tiempo al juramento de bandera de Iván, El Grande.
· Deseo reconciliarme con Vero.
· Y por último, deseo unas vacaciones extra en Portugal porque son más chéveres los clubes de stripteases que las cura para la artritis que ofrece la EPS.
Al regresar al país, el mandatario fue bombardeado por las preguntas de los incisivos reporteros: Y él, como ya se le volvió costumbre, los bombardeó a punta de trinos: —“Algún día contaré por qué me gasté 40 euros en ese sitio”, respondió al comenzar esta semana tan explosiva.
El presidente se declaró satisfecho: Fue la mejor inversión de la vida, pues por fin cesaron los rumores sobre sus gustos, y así quedó claro, por siempre y para siempre amén, que en Palacio solo hubo un kínder a finales del siglo pasado, ciertamente.
Además, en el reporte de la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) quedó claro que el señor presidente siempre viaja en avión, nunca en canoa… ¡el que entendió, entendió!
FIN
Alexander Velásquez
Escritor, periodista, columnista, analista de medios, bloguero, podcaster y agente de prensa. Bogotano, vinculado a los medios de comunicación durante 30 años. Ha escrito para importantes publicaciones de Colombia, entre ellas El Espectador, Semana (la antigua); El Tiempo y Kienyke. Ha sido coordinador del Premio Nacional de Periodismo CPB (ediciones 2021, 2022, 2023). Le gusta escribir sobre literatura, arte y cultura, cine, periodismo, estilos de vida saludable, política y actualidad. Autor de la novela “La mujer que debía morir el sábado por la tarde”. El nombre de este blog, Cura de reposo, se me ocurrió leyendo “La montaña mágica”, esa gran novela de Thomas Mann.
Los editores de los blogs son los únicos responsables por las opiniones,
contenidos, y en general por todas las entradas de información que deposite en el mismo. Elespectador.com no
se hará responsable de ninguna acción legal producto de un mal uso de los espacios ofrecidos. Si considera
que el editor de un blog está poniendo un contenido que represente un abuso, contáctenos.