A partir de cierta edad, el tacto rectal una vez al año no hace daño, y sí nos puede salvar la vida. No es chiste. Sé que no estamos preparados (¡jamás lo estaremos!) para esta conversación, pero toca, señores. Toca que nos palpen -allá donde duele el orgullo- para no lamentar ser uno más en las estadísticas del cáncer de próstata, que en Colombia es la segunda causa de muerte en hombres. Salvarse es posible con la detección oportuna y el tratamiento correcto, no con los cuentos chinos de las redes sociales.
En 2012 un político sueco vendió la idea de que debíamos hacer pipí sentados para prevenir el cáncer de próstata y aumentar la potencia sexual. Messi confesó que hace pis sentado y en Alemania ha habido campañas para impulsar este hábito.
¿El mundo sería mejor si los hombres orináramos sentados?, me pregunto.
Imagínese el cuadro: las mujeres orinando de pie y los hombres meando sentados. Ellas detrás de cualquier árbol o pared, sin temor al Código de Policía; nosotros, parsimoniosos, demostrando capacidad de aguante hasta llegar a la casa. Ellas salpicando el bizcocho del inodoro y encharcando todo de agüita amarilla (como en la canción ochentera de Los Toreros Muertos) y nosotros refunfuñando porque dejaron ese baño hecho un asco.
Para bien y para mal, el mundo es como es. Los bares jamás tendrán un orinal para ellas a la vista de todos. Es poco probable que les impongan una multa por vaciar sus vejigas en plena vía pública: nadie como ellas para soportar cualquier espera sin desesperar. ¡No nos veo a nosotros embarazados, francamente!
Tampoco necesitamos que las mujeres orinen de pie pero los hombres sí podemos hacerlo sentados, por mera consideración con el prójimo, no por las razones -descabelladas unas, chistosas otras-, que arguye la gente en internet.
Casi ochocientas personas respondieron una encuesta por Twitter donde quise indagar cuál es la realidad: 52% orinan sentados, 48% lo hace de pie. Las razones son variadas, algunas impublicables: “mantener limpio el inodoro”, “la falta de puntería”, “para descansar la próstata”, “por higiene y respeto si se convive con mujeres”, “para no tener que hacer tan seguido el aseo del baño, ya que vivo solo”, “la próstata se desocupa fácilmente”. “prevenir enfermedades de la próstata”, “para no escuchar reclamos más tarde”, “porque no me gusta prender la luz en las noche porque me despierto”, “aprovechar para hacer del dos” o “porque me relajo viendo memes”.
Decidí consultar con un experto para aclarar tanto mito que circula. Conversé con la doctora Bibiana García Peña, médica uróloga de la Universidad Militar Nueva Granada. “Muchos pacientes se sorprenden cuando los va a atender una mujer uróloga, lo que no saben es que hoy existen más médicas especialistas”, aclara ella, y de una despeja la primera duda.
“Falso, no hay evidencia científica que indique que orinar sentados sea un factor protector para el cáncer de próstata”.
¿Pero sí previene el crecimiento de la próstata?
Falso, la próstata es una glándula que a partir de los 40 años empieza a crecer; la hiperplasia benigna es un proceso natural asociado al envejecimiento. Sin embargo, el tamaño no se relaciona con la severidad de los síntomas obstructivos urinarios. Orinar sentado puede mejorar en los hombres con problemas de próstata (para orinar) algunos parámetros como el grosor del chorro, necesidad de pujar, intermitencia del chorro y la sensación de vaciamiento incompleto.
¿Existen tratamientos para detener ese crecimiento?
No. Sin embargo, el tamaño no debe preocupar: hay próstatas del tamaño de un limón pequeño que causan síntomas muy severos al orinar, así como hay próstatas muy grandes (como una naranja) que no producen incomodidades.
Ninguna sociedad científica recomienda productos naturistas que se comercializan por la televisión o por internet con la promesa de reducir el tamaño de la próstata o detener su crecimiento. Se requieren estudios con un gran número de pacientes que validen los supuestos beneficios.
¿Inflamación y prostatitis son lo mismo?
Esta pregunta es de mis favoritas. La prostatitis es la infección urinaria parenquimatosa más frecuente en los hombres entre la segunda y cuarta década de la vida y sí, va acompañada de una inflamación transitoria de la próstata.
Esto es algo que con mucha frecuencia refieren los pacientes: “Doctora es que tengo la próstata inflamada”; sin embargo, se trata de pacientes con un crecimiento de la próstata asociada a años de síntomas urinarios obstructivos.
Cuando un paciente cree que la próstata está “inflamada” considera que hay un tratamiento corto para “desinflamar” y hacer que vuelva a la normalidad, pero se desaniman cuando les digo que tiene la próstata grande y que, por el contrario, seguirá creciendo con los años. De ahí la importancia de acudir al urólogo para ofrecerle un tratamiento que mejore la calidad del chorro.
¿Hay razones científicas válidas para orinar sentados?
No hay una evidencia científica contundente en las guías de práctica clínica pero hay algunos estudios en pequeñas poblaciones donde sólo los pacientes con síntomas obstructivos urinarios se beneficiaron de orinar sentados; los pacientes sanos no verán ningún beneficio.
Es decir, ¿orinar sentados es más un acto de consideración e higiene?
Se podría decir que cada persona debe orinar como se sienta más cómoda; esto en relación con costumbres y enseñanzas en casa. Digamos que el orinar sentados puede ser signo de que el paciente tenga problemas de la próstata (esté orinando mal) y deba acudir al urólogo.
¿A partir de qué edad debemos preocuparnos?
A partir de los 50 años y hasta los 75, es importante acudir al urólogo para realizar el tamizaje de cáncer de próstata (antígeno prostático en sangre y tacto rectal). Hay muchos mitos y amarillismo en torno al tacto rectal; sin embargo, es indispensable hacerlo una vez al año independientemente de que el examen de sangre esté normal. Se debe empezar a los 45 años en pacientes con antecedente familiar de cáncer de próstata, mutaciones del gen BCRA 2 y personas afro descendientes.
¿Qué hábitos pueden causar cáncer de próstata?
El alcoholismo, fumar cigarrillo, obesidad, diabetes y el consumo de alimentos procesados, incluyendo proteína de origen animal.
¿Hay alimentos saludables para la próstata?
No existe evidencia contundente de que la ingesta de un tipo de alimento en específico mejore la salud prostática.
Finalmente, ¿Cuál es la relación entre masturbación y cáncer de próstata?
En un estudio de 2016 se encontró que una frecuencia eyaculatoria superior a 21 veces por mes redujo el riesgo de cáncer de próstata en un 20%. Pero faltan más estudios que respalden dicha premisa.
Para que no sea una micción imposible, escuche aquí las recomendaciones finales de la doctora Bibiana García. Por mi parte, nos recuerdo una que leí en un baño público:
“Orine feliz, orine contento, pero hágalo adentro”.
Alexander Velásquez
Escritor, periodista, columnista, analista de medios, bloguero, podcaster y agente de prensa. Bogotano, vinculado a los medios de comunicación durante 30 años. Ha escrito para importantes publicaciones de Colombia, entre ellas El Espectador, Semana (la antigua); El Tiempo y Kienyke. Ha sido coordinador del Premio Nacional de Periodismo CPB (ediciones 2021, 2022, 2023). Le gusta escribir sobre literatura, arte y cultura, cine, periodismo, estilos de vida saludable, política y actualidad. Autor de la novela “La mujer que debía morir el sábado por la tarde”. El nombre de este blog, Cura de reposo, se me ocurrió leyendo “La montaña mágica”, esa gran novela de Thomas Mann.