ESTRICTAMENTE PARA MAYORES DE 70 AÑOS
Humberto de la Calle
-Pero Sigifredo. Le dije que tenía que rebajar las proteínas. Sobre todo las carnes rojas. Con esa creatinina tan alta, el riesgo de enfermedad renal es muy serio.
-Si doctor. Pero el otro médico me dijo que nada de carbohidratos. Que el azúcar está ahí como con ganas de subir. Y entonces si no bajo las proteínas, me toca irme a las harinas para no morirme de hambre.
-Bueno. ¿Y qué tal hacer ejercicio? Así quema grasas que son depósitos que forman las harinas y entonces baja el nivel de glucosa en la sangre.
-Uy! Se le olvidó doctor. Recuerde que me dijo que otra causa de la creatinina alta era el ejercicio. ¿En qué quedamos?
-Hombre. ¿Usted ha leído la teoría del justo medio? Creo que eso fue Aristóteles o alguno de esos. Pues haga, digamos, caminadas de media hora diaria. Eso ayuda. O hágale al golf. Eso es suave.
-¡No doctor! Me apareció una cosita en la cara. Dizque puede ser melanoma. O sea que nanay de golf. Y recuerde que la rodilla me está empezando a fallar. El deportólogo me dijo que si caminaba mucho, tendría que ir a un reemplazo de rodilla. Y eso no es que sea muy seguro. Parece absurdo, doctor. Pero me dijo que el pronóstico de un reemplazo de cadera era mejor que el de rodilla. Que la rodilla es cosa complicada.
-Entonces tome mucha agua. Unos dos litros diarios. A ver si bajamos esa maldita creatinina.
-Ah, no. El otro internista. El que despacha aquí abajito, me dijo que no tomara mucho líquido porque se sube la presión. Y además, esa orinadera. Ya le conté que me toca ir al baño cada rato. De noche por ahí a los dos de la mañana. Me despierta le vejiga.
-Eso toca corregirlo. No tome nada en la noche. Porque con esas levantadas en la madrugada, afecta el sueño. Usted sabe que el sueño es clave para el bienestar.
-Sí. Pero de todos modos el dolor del manguito rotador me despierta. Ahí lo que sí me sirve es la droga de la alergia. Lo tomo para la rinitis. Y con dos sprays del antihistamínico nasal, la cosa funciona. Duermo mejor.
-No. Cuidado. Esos sprays le suben la presión.
-Ah bueno. Entonces me tomo dos pepas pal dolor. Hay una a base de ibuprofeno.
-No. Eso no. Porque vuelve a afectar el riñón, hombre. Usted es como rebelde, ¿no? O despalomado. Creo que se le están olvidando las cosas.
-Muy cierto. Me toca anotar todo. Por fortuna esos teléfonos celulares de ahora son muy buenos. Tienen ahí una aplicación para guardar notas.
-Pero ojo con el túnel carpiano. Mucha moderación en el celular. Además, nadie se da cuenta del peso de la cabeza. Como hay que inclinarla para usar el celular, el peso va debilitando los músculos y tendones del cuello. Incluso he visto personas con daño en el supraespinoso por andar mirando el celular.
-No me diga, doctor. A mí lo que me habían dicho es que dejar el celular prendido en la mesa de noche puede causar tumores cerebrales. Yo si mantengo un dolor de cabeza, pero no me quiero hacer examinar. ¡Qué miedo!
-Eh, hombre. Está difícil la cosa. Entonces pensemos en aumentar las verduras y las frutas. Por ahí puede ser.
-Recuerde doctor que ensayé eso. Y se me puso duro el popó. El gastroenterólogo me mandó fibra. Pero eso aumenta los gases y le da a uno pena en la oficina. Y cuando adicioné el cereal, pues volvió a molestar el azúcar. Me pasé a gaseosa zero, pero me dijeron que el aspartame lo pone a uno como agitado. Y como también tiene cafeína, entonces es el stress el que se revuelca y, ¡zaz!, la presión otra vez. Una vez fui a la pastelería esa que queda arribita de la Catedral. Iba a pedir una torta de milhojas y sufrí como una alucinación. Un monstruo salió y me sacó una tarjeta amarilla que decía: ¡Triglicéridos¡ ¡Triglicéridos! Desde eso estoy condenado a quiche de espinaca, pepino y quinua. Si Dios es infinitamente sabio, ¿cómo diablos puede haber creado eso?
-Hombre Sigifredo. Estoy por pensar que la cosa suya es mental. ¿No será buena idea ir al psiquiatra?
-La vez que fui, iba preparado para hablarle de mi mamá, de mi papá, de la infancia, de Edipo. Pero no. Me dio unas pastas ahí y me despachó. Cuando busqué la literatura en internet, me enteré de que no podía manejar carro. Entonces tocó suspender eso porque por mi barrio no hay Transmilenio.
-Mmmm. Hay una pasta que se llama metformina. Como que baja el azúcar. Y le ayuda con esa barriga, hombre.
-Ah, no. Esa me la quitaron dizque por el hígado. Que no sé qué es lo que hace. Antes me tomaba una copa de vino diaria. Pa prevenir el infarto. Pero con lo del hígado, ni eso. Cambié a aspirina pero me da acidez. Y los del Omeprazol dizque no sé qué con la bomba de protones. Me dio miedo. Estalla eso en el esófago y ahí sí quedo frito.
-Oiga hombre. ¿Usted creen la reencarnación?
-Si doctor. Seguro.
-Entonces tómese estos tras frascos de metadona. Eso le cura todo. Y espero no verlo en la próxima reencarnación. Prefiero reencarnar en zarigüeya o en tapir americano con tal de no volverlo a ver.