Eran un grupo de 5 jóvenes científicos y profesionales colombianos motivados por la misma pasión, su amor por la Colombia megadiversa. Así, con un objetivo muy claro, en el 2005 nació la Fundación Biodiversa, que hoy ya cuenta con un equipo de 18 personas.
Desde entonces, con pocos discursos y mucha acción, volcaron sus conocimientos y esfuerzos al desarrollo de proyectos educativos y de investigación relacionados con la conservación y restauración de ecosistemas claves del país.
En la Conferencia sobre cambio climático COP20 que se celebra por estos días en Lima, ha quedado muy claro que Colombia es uno de los países más vulnerables a los efectos negativos del cambio climático, y que por lo mismo necesita tomar acciones urgentes para mitigarlos, preparándose y planeando cómo enfrentarlos.
La conservación y restauración de ecosistemas estratégicos (como humedales y bosques tropicales húmedos) es una de las acciones más efectivas de adaptación a las fuertes sequías e inundaciones, que según las predicciones y últimas evidencias, es como el cambio climático se manifiesta en nuestro país.
Conservación en la Reserva Natural El Silencio: Magdalena Medio

En el 2006 el equipo de la Fundación Biodiversa llegó al Magdalena Medio tras la búsqueda de fragmentos de bosques bien conservados que pudieran albergar tres especies únicas (endémicas) y amenazadas que estaban estudiando: el tití gris (Saguinus leucopus), el mono araña (Ateles hybridus) y la tortuga de río (Podocnemis lewyana).
No solo tuvieron la suerte de toparse con estos fabulosos animales, en su encuentro y seguimiento, generaron evidencia científica que pudo confirmar los rumores que recorrían los pasillos de Universidades e Institutos: en ese lugar están los últimos fragmentos de bosque y ciénagas en mejor estado de la región.
Con los inventarios de fauna y flora que han realizado hasta el momento, así como el análisis de imágenes satelitales han logrado identificar tres tipos de ecosistemas: bosque húmedo tropical, humedales (ciénagas de Barbacoas y del Tablazo) y bosques riparios (bosques que bordean fuentes de agua).
Entre muchas otras, determinaron también dos especies emblemáticas de la región que según la IUCN están en peligro: el manatí (Trichechus manatus) en estado vulnerable y el paujil pico azul (Crax alberti) en estado crítico.
Las amenazas
«Ganadería, agricultura extensiva, y minería irresponsable están acabando los humedales en Antioquia – CORANTIOQUIA»
Además de crear conocimiento sobre la región, los investigadores han sido testigos de primera mano de la deforestación de los alrededores de las ciénagas para ampliar los potreros para la ganadería, así como del incremento de la minería legal e ilegal.
A estos impactos se suman los planes mineroenergéticos del gobierno que perfilan el Magdalena Medio como una de las regiones en subasta para la implementación de la muy polémica práctica de la fracturación hidráulica o Fracking, minería a cielo abierto, extensión de los monocultivos de palma y megaproyectos relacionados con la navegabilidad del río Magdalena.
La propuesta
Para el entusiasta equipo de la Fundación Biodiversa fue imposible quedarse de brazos cruzados observando la degradación de un ecosistema único y lleno de riqueza natural que ofrece bienestar a la comunidad, al país y al mundo. Esto los motivó a conseguir fondos con los que adquirieron predios, y hoy desde una modesta cabaña realizan investigaciones, monitoreo, conservación, restauración de bordes y trabajo educativo con la comunidad.
Desde el punto de vista de la economía local, las ciénagas de Barbacoas y el Tablazo son reconocidas por los pescadores como muy productivas, evidencia de su importancia para la seguridad alimentaria; y gracias al trabajo de la Fundación se están identificando especies de maderas finas, que a largo plazo pueden ser explotadas de manera sostenible.
Desde el punto de vista ambiental estas ciénagas y bosques juegan un papel muy importante en la regulación hídrica. En su ausencia, las sequías exacerbadas por el cambio climático pueden empeorar, haciéndose inmanejables e incluso acabando con la ganadería, que de manera paradójica es una de las principales amenazas.
A pesar de lo especial de la región y su velocidad de degradación no existe una figura de protección, razón por la cuál la Fundación Biodiversa lidera una propuesta a los habitantes, ganaderos y autoridades ambientales locales, que permita la creación de un área protegida regional que abarque una mayor extensión. De hacerse realidad esta propuesta, se conservarían y restaurarían ecosistemas claves, repercutiendo de manera positiva en las metas regionales y nacionales de adaptación al cambio climático.
Solidaridad con una gran iniciativa
El equipo de la Fundación Biodiversa hoy apela a la solidaridad nacional e internacional.
Con el dinero mancomunado se planea construir una estación más robusta que en el futuro permita la posibilidad de albergar a líderes y estudiantes locales, así como a investigadores, estudiantes y entusiastas de la naturaleza del país y otras partes del mundo que siempre han querido visitar y estudiar los ecosistemas del Magdalena medio.
El sueño es que muy pronto El Silencio sea un centro de investigación y capacitación que acoja a diferentes voluntarios interesados en la protección de recursos naturales, así como del desarrollo de actividades agropecuarias y económicas sostenibles.
Referencias
Páez, V.P., Restrepo, A., Vargas-Ramirez, M., and Bock, B.C. 2009. Podocnemis lewyana (Duméril 1852) – Magdalena River turtle. In: Rhodin, A.G.J., Pritchard, P.C.H., van Dijk, P.P., Saumure, R.A., Buhlmann, K.A., Iverson, J.B., and Mittermeier, R.A. (Eds.). Conservation Biology of Freshwater Turtles and Tortoises: A Compilation Project of the IUCN/SSC Tortoise and Freshwater Turtle Specialist Group. Chelonian Research Monographs No. 5, pp. 024.1-024.6, doi:10.3854/crm.5.024.lewyana.v1.2009, http://www.iucn-tftsg.org/podocnemis-lewyana-024/