Conspirando por un mundo mejor

Publicado el Yolima Vargas Garzón @yoligrilla

Bandidos disfrazados de oveja

El que hoy se llama Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible – MADS, ha tenido y tiene muchos funcionarios dedicados, que han desbordado todo su conocimiento y esfuerzo en tratar de garantizar la conservación y protección de ecosistemas únicos en Colombia. Por su puesto no esos que se vendieron por monedas de oro y hoy trabajan para grandes multinacionales extractivas o mineras, en lo que se denomina «la puerta giratoria».

Hace unos meses el MADS creó una figura legal para evitar que funcionarios que allí trabajen, incluso por contrato, en lo sucesivo puedan trabajar o contratar con empresas que soliciten permisos ambientales. Esto aplica para todos los funcionarios del MADS, menos para aquellos que en el pasado crearon una legislación ambiental para favorecer actividades como la minería y que hoy se ubican en cargos gerenciales de empresas de este tipo, pues la legislación no es retroactiva.

Se restringió la salida de la puerta giratoria, pero desafortunadamente no la entrada, lo que quiere decir que es posible que personas como Gloria Lucía Álvarez, exfuncionaria pública de entidades ambientales y hoy exabogada de Anglo Gold Ashanti (multinacional que ha tenidos que enfrentar una gran huelga de mineros en Sur África con un saldo de 46 empleados asesinados) aspire al cargo de directora de bosques y biodiversidad en el MADS.

Existen otros funcionarios que además de valientes, son los que admiro, los de Parques Naturales Nacionales PNN, gente comprometida que durante años han estado en frente del cañón que amenaza y usufructúa ilegalmente los recursos naturales protegidos en el sistema de Parques. En la lucha perpetua contra avivatos, delincuentes, mafias y grupos armados al margen de la ley, muchos han tenido que pagar incluso con su propia vida.

En el escenario existen diferentes amenazas, y como le enseñó a Colombia el auge del narcotráfico entre los 70 y 90, a todas las anteriores se deben sumar las artimañas y trampas legales. Los bandidos en Colombia nos mostraron descaradamente que se pueden encontrar vacíos legales para hacerle zancadillas a la ley, y no solo eso, también es posible infiltrar instituciones del Estado con el objetivo de favorecer a privados, a costa del interés público.

Un buen ejemplo es el estudio de legalidad de los predios en el Parque Natural Nacional – PNN Tayrona. Por más esfuerzos que hizo el Ministerio de Ambiente, Parques Naturales Nacionales y La Superintendencia de Notariado y Registro, al final no se logró explicar la suerte de una buena cantidad de hectáreas de terrenos baldíos de la Nación, entregados por el antiguo Incora en 1958 a familias poderosas de la región, justo antes de que la Sierra Nevada de Santa Marta, incluido el PNN Tayrona, fuera declarada reserva forestal por la Ley 2 de 1959 en un programa cuyo fin, según Noticias Uno (Minuto 3:30) era dotar de tierras a campesinos pobres.

Por eso, en Colombia no todo lo que es legal es bueno, y muchas acciones e historias por más «legales» que sean no podrán lavarse jamás el barro de trampa, mafia y deshonestidad que las cubre; así aleguen buena fe. No existen seres más despiadados que aquellos que se mienten así mismos para purgar sus culpas, porque así pueden delinquir sin remordimientos.

Con el nuevo anuncio del Ministro de Agricutlura, Juan Camilo Restrepo, de la existencia de una mafia en el INCODER dedicada a entregar baldíos de la Nación a empresarios y naturales adinerados, en lugar de a campesinos pobres como lo estipula la ley colombiana, muchos ciudadanos esperamos que sea la oportunidad para aclarar la adjudicación de baldíos a privados en el PNN Tayrona y en otros parques naturales, lo cuál sería una recompensa para esos anónimos en el MADS y en PNN, que trabajan incansables por preservar para las siguientes generaciones tesoros de la humanidad.

Colombia ha tenido que cargar con el bulto de la impunidad durante décadas, por los menos en este caso, esperemos que haya llegado el momento de caminar livianos sin el acecho de bandidos disfrazados de ovejas que amenazan con arrebatarnos los Parques Naturales Nacionales.

Comentarios