“El baile de los que no sobran” y el inconsciente colectivo

Tal vez el hombre

sabe más de lo que sabe

oye más de lo que oye

siente más de lo que siente.

Tal vez el hombre

lleva en su equipaje

no sólo su infancia

y su adolescencia

sino también la infancia

y la adolescencia

de su especie.

Tal vez el hombre

es un animal

que todavía

recuerda.

(Mario Benedetti – “El hondo suroeste”).

Bat: Los laboratorios de creación son una oportunidad genial para “cambiar el chip”. Así como para dejar a un lado el pensamiento racional y adentrarse en el enigmático mundo de la intuición…

Man: ¿De qué habla, Bat?

Bat: De los laboratorios de creación, espacios para hacer actividades creativas y artísticas exploratorias. El distrito tiene uno de esos espacios que se llama “entornos creativos”. La ciudadanía propone proyectos y conocí uno que lleva por nombre “El baile de los que no sobran”. Estaba destinado a los desempleados.

Man: Vaia, vaia. ¿Y qué hacían ahí?

Bat: Se pusieron a ser oráculos. O sea, cada participante elaboró un oráculo para conocerse mejor, darse una auto-orientación y, a la vez, encontrar respuestas para otros.

Man: ¡Ups! Eso suena a brujería.

Bat: Para que vea que no. El proyecto se basó en la psicología analítica de Jung, más exactamente en el concepto de “inconsciente colectivo” que, a su vez, está muy asociado al concepto de “arquetipo”.

Man: Suena enredado.

Bat: Puede que sí, pero finalmente es más sencillo de lo que parece. Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha consultado oráculos. O sea, le ha preguntado al universo, o a un dios, o a un “profeta” para que resuelva alguna pregunta o consulta sobre la propia vida. Simplemente, el grupo “MantaRaya” retomó esa idea básica y les propuso a los participantes que cada uno actuara como si fuera ese sabio que puede orientar a otros, mediante una herramienta: el oráculo.

Man: Veo…

Bat: Cada uno hizo su oráculo. Por ejemplo, hicieron uno de animales, otro de figuras literarias, otro de cubos con dibujos de plantas, ruletas, en fin… Fue muy variado y muy creativo.

Man: ¿Y qué sacaron con eso?

Bat: Pues en la elaboración de los oráculos cada uno tuvo que adoptar una posición de “sabio” y se dieron cuenta que, de verdad, sabían más de lo que ellos mismos pensaban. Así mismo, al buscar orientar a otros, sin darse cuenta, se dieron una orientación a sí mismos. Y lo mejor es que todo eso se hizo en un ambiente de juego y camaradería.

Man: ¿Pero consiguieron trabajo con eso?

Bat: Es que la idea no era conseguir trabajo, sino conseguirse a sí mismos un poco más. No se abordó el desempleo como un problema administrativo o técnico, sino como una situación existencial de crisis. Y lo que hicieron fue darle respuestas a esa crisis.

Man: ¡Ahhhhh!!! Y se puede ver ese proyecto en alguna parte.

Bat: Sí. Mírelo aquí. Se lo recomiendo.