Con-versaciones

Publicado el Bat&Man

La salud y el efecto Feo Lee

Dije que el alma no es superior al cuerpo,
y dije que el cuerpo no es superior al alma,
y nada, ni Dios siquiera, es más grande
para uno que lo uno  mismo es,
y quien camina una cuadra sin amar al prójimo
camina amortajado hacia su propio funeral,
y yo o tú podemos comprar la flor y nata
de la Tierra sin un céntimo, sin un céntimo
en el bolsillo,
y mirar con un sólo ojo o mostrar un grano
en su vaina, desconcierta las enseñanzas
de todos los tiempos,
y no hay oficio ni empleo en el que un joven
no pueda convertirse en héroe,
y el objeto más delicado puede servir
de eje al universo,
y digo a cualquier hombre o mujer:
que tu alma se alce tranquila y serena
ante un millón de universos.

-Walt Whitman-

 

Bat: ¡Ah lastres que nos ha dejado la ley 100! Pero lo peor de lo peor es haber convertido al paciente en un cliente y al médico en un jornalero… Y, claro, las EPS terminan ganando por punta y punta: el médico trabaja para que otros ganen y el paciente es el pendejo que paga. ¡Hágame el favor! ¡Un sistema de salud en donde importan más las aseguradoras que los enfermos y los que los atienden!.. Por eso se ha vuelto tan malo el servicio. Y todavía están dudando si la supuesta nueva reforma a la salud debe eliminar las EPS o no…

Man: Oigan a esta… ¿Es que usted cree que la Ley 100 fue un capricho? ¿Usted no sabe que solo gracias a la Ley 100 se ha alcanzado una verdadera cobertura para la mayoría de los colombianos?… Van p’al cielo y van llorando…

Bat: No, pues. Ahora tenemos que dar las gracias. Bonita cobertura que le da carnet a todo el mundo, pero o no presta el servicio o lo presta mal cuando se necesita… ¿A usted no le da grima darse cuenta de que un médico no lo puede atender a uno por más de 15 minutos, porque tiene que cumplir con números y no con calidad? ¿Usted cree que es justo que a los médicos les den un listado de lo que pueden o no pueden formular?… Ibuprofeno, Acetaminofen, Diclofenaco (si el caso es más grave), Loratadina, Milanta… Los pacientes ya nos sabemos la lista y a veces nos automedicamos para evitar trámites…

Man: Pero el problema no es la Ley 100, el problema es que los médicos se han vuelto unos completos mediocres. Leí hace poco que las quejas han aumentado como espuma. Para no ir más lejos, la Universidad Manuela Beltrán hizo un estudio con mujeres embarazadas y concluyó que el 70% no iban a controles médicos porque no se aguantaban el trato indolente que reciben de los médicos. Y después le echan la culpa a la ley…

https://www.youtube.com/watch?v=OgjG38RCIGo

Bat: Hombre… ¿Cómo un médico puede atender bien a la gente en medio de semejante sistema? ¿Cómo puede establecer un trato humano y cercano, como lo hacían los médicos de antes, si los auditores les tienen puesto el ojo encima para sacar por la puerta de atrás a los que generen “alto costo” para el sistema? Porque le digo una cosa: a la mayoría de los médicos los contratan a lo neoliberal… Cuando no es a destajo, es a través de esas seudo-cooperativas que les quitan garantías laborales y los dejan al borde de ser echados en cualquier momento…

Man: Bat… Usted cada día se me está poniendo más mamerta…

Bat: ¡Y dele con el cuento!… Esto no es cuestión de política, sino de sentido común… Pero le digo una cosa, aún con todas las limitaciones de este sistema, de vez en cuando uno encuentra médicos de la más alta calidad y que a pesar de los pesares, brindan una atención con calidad y calidez. Como el doctor Óscar Feo Lee

Man: Hummm… ¿Le consta?

Bat: Me consta. Mire, el hombre atiende yo no sé cuántos pacientes al día, se la pasa en el quirófano, es profesor de Neurocirugía y, aún así, se toma el tiempo para escuchar al enfermo y a su familia cuando se le consulta. No es de los que usted le habla y se pone a mirar para otra parte, sino que atiende, está pendiente de lo que se le dice. Si se le hacen cien preguntas, cien preguntas contesta sin impacientarse.  Y además, aunque no me lo crea, toma en cuenta lo que pueda estar sintiendo el enfermo…

Man: Muy enternecedor el asunto, pero cuando uno va al médico lo que le importa es que lo cure, no que lo comprenda. Lo demás… francamente me parece un poco cursi…

Bat: Cómo se le ocurre, hombre… Está absolutamente comprobado que la actitud del médico es un factor decisivo en la curación. Si usted confía en su médico, si lo aprecia, la angustia que le genera una enfermedad disminuye significativamente. Y sin angustia su organismo va a responder mejor a cualquier tratamiento; y, en cualquier caso, cuando hay un trato humano, se sufre menos física y emocionalmente. A Carolina* le pasó eso…

Man: Cuente…

Bat: Le cuento… A Carolina tuvieron que hacerle una cirugía de urgencia, una craneotomía. Cuando ella preguntó de qué se trataba el asunto, un residente –brillante y muy comprometido, por cierto- le contestó en forma técnica y gráfica: “Toca taladrar el cráneo para drenar”…

Man: ¡Huy! ¡Me dolió la cabeza con esa frase!

Bat: A Carolina le pasó lo mismo. Quedó muy asustada. La cirugía la iba a hacer el doctor Óscar Feo Lee al día siguiente, pero aún así, esa misma tarde bajó para hablar con ella. Cuando la vio, esto fue lo que le dijo: “Mañana va a cambiar de peinado”. ¿Sí pilla?… Ella se rió y liberó al menos la mitad de la tensión que ya traía encima… ¿Entiende la vaina, viejo man? La palabra y el gesto sanan tanto como los mismos medicamentos, las cirugías o esas cosas… Lo que se enferma no es un cuerpo, sino una persona. Algunos no entienden eso y si usted dice que está triste o tiene miedo, en un dos por tres lo remiten a psiquiatra… Eso se evita si el médico tratante se pone en el lugar del otro, si le da una voz y un lugar al sufrimiento del enfermo…

Man: Todo eso suena muy lindo, mi estimada Bat. Pero si los médicos se ponen en ese plan, los que terminan locos son ellos. Con toda la gente que tienen que atender…

Bat: Exactamente. Eso es cortesía de la Ley 100. Aunque insisto, pese a todo, hay médicos como el Doctor Feo Lee, que no renuncian a la esencia de su profesión. Porque además de sentido del humor y empatía, tiene otro valor agregado: es un excelente médico. Todos dicen que es una eminencia. Y no es de los que se ponen al servicio de la tecnología, sino que ponen la tecnología al servicio de sus conocimientos…

Man: ¿Cómo así?

Bat: Muchos médicos le dan más importancia a los exámenes o a las imágenes diagnósticas que a lo que ven en el paciente, a lo que les dice el paciente. O sea, analizan poco, renuncian a lo que llaman «la clínica». Si usted le suma a eso que más de un laboratorio ahorra un montón de plata haciendo exámenes mal hechos (porque varias EPS buscan los que cobren más barato), se explica por qué en muchos casos las imágenes o los exámenes, en lugar de aclarar las cosas, las enredan. Para la muestra un botón: Vea este examen. ¿Sí se fija que el paciente es un hombre y en el resultado, el “especialista” hace reportes acerca del útero?

Man: ¡Santa pantufla disfrazada!… Por eso es que a muchos los llaman “matasanos”…

Bat: Se vuelven “matasanos” cuando renuncian a pensar o a analizar, cuando se convierten en técnicos y no en científicos humanistas… Es lo que hace especiales a médicos como Feo Lee…

Man: A todas estas… ¿Qué es “Efecto Feo Lee”?… Usted le pone el título al blog y nunca me consulta… Es la hora que no sé qué carajos sea eso…

Bat: Se lo defino así: en cinco meses y a la fecha, Carolina ha pasado por 24 consultas médicas (3 con médico general y 21 con especialistas). Ha tenido cinco ingresos por urgencias, tres hospitalizaciones y una cirugía. Súmele a eso la práctica de tres resonancias cerebrales y tres de columna; un TAC simple y un examen rarísimo que se llama mielografía por TAC. Dos punciones lumbares y una biopsia de meninges. También un electrocardiograma y un “Test de mesa basculante”. Ha tomado cerca de 200 pastillas de Acetaminofen, algo más de 60 Naproxenos, casi 90 comprimidos de codeína, además de cinco inyecciones, cuatro dosis de suero extra-hospitalario y 12 frascos de medicina homotoxicológica. Pero todavía no hay diagnóstico. El caso llegó a manos del Doctor Óscar Feo Lee…

Man: … Y él lo solucionó…

Bat: No. Pero como le sobra liderazgo y compromiso, lo asumió. En la última consulta de Carolina, le dijo “Este caso ya es para mí un reto personal. No es justo que una mujer joven esté así”.

Man: Eso sí que es raro. Los médicos más bien buscan botarle la pelota a otros… Y no les gustan los chicharrones…

Bat: Así es. Carolina ha tenido que esperar muchas veces entre 2 y 6 horas para que la atiendan en urgencias. Está harta de contarle una y otra vez su historia al médico que esté de turno. Siente un desconcierto infinito por haber tenido que dejar sus estudios, los viajes que le encantan, incluso ha perdido amigos y amores… Su vida ha dado un giro inesperado. Nunca antes había sentido tanto miedo, ni sufrimiento físico y emocional. Cuando el doctor Feo Lee le dijo lo del reto y todo eso, ella terminó la consulta, salió sonriendo y dijo esto: “Me siento tranquila”. Ese es el “Efecto Feo Lee”.

Man: Pues muy bien por ese médico. A todo señor, todo honor. Y ya que es profesor, ojalá los alumnos le aprendan bien la lección.

Bat: Ojalá a todos los médicos les permitan reencontrarse con lo más noble de su profesión. Pero bueno, otro día seguiremos hablando de Ley 100 y la seudo reforma a la salud que están empezando a inyectarnos. Mientras tanto, le dejo este detallito, para que vaya pensándolo…

*Carolina: paciente de 23 años, en tratamiento con el doctor Óscar Feo Lee en la unidad de Neurocirugía del Hospital Universitario San Ignacio de Bogotá.

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