Con-versaciones

Publicado el Bat&Man

El voto en blanco no es neutral

Como si no pasaran por aquí llanuras

en febriles delirios,

en helados temblores.

-Wislawa Szymborska-

Noche estrellada sobre el Ródano - Vincent Van Gogh
Noche estrellada sobre el Ródano – Vincent Van Gogh

 

Man: Me parece de quinta que usted ande diciendo que los votos en blanco son para hipócritas, oportunistas y babosos… Usted, ¡precisamente usted!… que se llena la boca hablando de “Estado de Derecho”, de “Democracia” y no sé qué más…

Bat: ¿Por qué le duele? ¿Es que usted va a votar en blanco?

Man: ¡No! ¡Yo no voto por nada! Pero entiendo perfectamente a los que van a votar en blanco. Hombre, quieren protestar por el circo en que se convirtieron estas elecciones. Tienen derecho, ¿o no?

Bat: Pues claro que tienen derecho. Pero que no vengan a decirnos que lo hacen por “inmaculados”. Que no estiren trompa, como quinceañeras indignadas. Vea, es que ni siquiera son un grupo de opinión como tal, sino un montón desparramado. Uno por aquí, otro por allá… Es tan absurdo eso, que si ocurriera algo sobrenatural y ganaran, no sabrían qué hacer con ese triunfo. Se aplaudirían al espejo, de pronto, o se sobarían el ombligo para hacerse cosquillas…

Man: ¿Y qué? Cada quien tiene derecho de su capa un sayo. Eso es problema de cada uno.

Bat: Aquí no, Man. Aquí no. No se equivoque. En estas elecciones el voto en blanco no es neutral, no tiene validez filosófica, ni política, como expresión de neutralidad.

La neutralidad es una postura legítima solo cuando hay dos sectores beligerantes en confrontación. Caso Suiza en la Segunda Guerra Mundial. Y, derivado de ahí, caso la Cruz Roja en todos los conflictos del mundo. O sea, la neutralidad, en principio, garantiza el derecho de la gente a no formar parte de un conflicto.

Man: ¡Pues por eso, Bat! Aquí hay mucha gente que no quiere formar parte de esa guerra ridícula entre los dos candidatos. No quieren ni Santos, ni zorros, por eso votan en blanco. Así de simple es la vaina.

Bat: Error, Man, error. La neutralidad tiene validez filosófica y política cuando es una tercera vía frente a dos grupos beligerantes. Pero aquí y ahora en las elecciones de Colombia, los que se están enfrentando son un sector que le ha apostado a una negociación de paz y otro que se la quiere jugar por la rendición de la guerrilla. Por eso la neutralidad no tiene razón de ser.

Man: No es tan simple. Zuluaga ha dicho que continuará con el proceso de paz

Bat: No le creo ni una palabra. Ni una. Pero en gracia de discusión digamos que sí, que le creemos; que pasamos por alto sus continuas contradicciones al respecto y que olvidamos que detrás de él está el Uribismo, cuya marca registrada ha sido la de exterminar a “los bandidos de la far”.

Le creemos a Zuluaga, listo… ¿Cómo va a continuar Zuluaga con las negociaciones de paz? Ya lo ha dicho claramente: le exigirá a la guerrilla que de inmediato cese las acciones armadas, todo tipo de hostilidad; que deje de reclutar niños y no sé qué otros puntos por la misma línea. O sea, en la práctica, les va a exigir que se rindan en la mesa de negociaciones. Y todos sabemos que las FARC no van a aceptar. Se van a levantar de la mesa en La Habana, y otra vez a lo mismo de siempre: la guerrilla en el monte, golpeando y escondiéndose luego. Y el Estado persiguiéndolos sin tegua, sin vencerlos, pero animado por su obsesión de “solución final…

O sea, para resumirle, desde mi punto de vista, estas elecciones sí son un referendo por la paz o un mandato de guerra. Por eso, filosóficamente, el voto en blanco no tiene validez y mucho menos es neutral.

Man: No la comprendo, Bat. Si la gente vota en blanco, sencillamente no se inclina por lo uno, ni por lo otro. Eso es neutralidad en todo el sentido de la palabra.

Bat: ¡Que no Man! ¡Que no!… El fundamento de la neutralidad es la voluntad de no entrar en confrontación con nadie; y solo tendría sentido si las dos opciones que hay fueran beligerantes. Ese no es el caso de estas elecciones. Aquí sí hay una alternativa de paz. Nunca antes como ahora en la historia habíamos estado tan cerca de firmar la paz con las FARC.

Y le digo una cosa, Man: no descarto que haya muchos guerreristas animando al voto en blanco. Ellos saben que esos votos suman para su causa. El voto en blanco fracciona a los que queremos la paz, porque los otros sí van unidos como un bloque compacto.

Trigal con cuervos - Vincent Van Gogh
Trigal con cuervos – Vincent Van Gogh

Man: O sea que, según usted, los que van a votar en blanco están manipulados por los guerreristas…

Bat: Unos sí… Otros votarán en blanco por fundamentalismo; son como el Procurador, pero de izquierda. Como el caso del Senador Robledo, que no se quiere “entecar” con un voto por la derecha. Pero sí se hizo el de la vista gorda con el carrusel de la contratación en Bogotá, orquestado y dirigido por dos de sus grandes amigos. Ahí sí no era tan puritano.

Y claro, también hay gente que vota en blanco a conciencia. A conciencia obtusa, claro. Rompen una de las tres leyes clásicas del pensamiento lógico de Aristóteles: el principio del tercero excluido.

Man: ¿Qué es esa vaina?

Bat: En palabras simples, que cuando hay solamente dos opciones no puede haber una tercera. O es de día, o es de noche. O estamos vivos, o estamos muertos. O estamos aquí, o estamos en otra parte. No caben tercerías.

En el caso de estas elecciones, el principio del tercero excluido es claro: el votante, o respalda el proceso de paz que ya está en marcha, o no lo respalda. No hay más alternativas. Quienes votan en blanco no lo están respaldando, por lo tanto, respaldan a su alternativa que es la guerra. Así de simple. Es una cuestión de aritmética básica: o gana Zuluaga, o gana Santos. Lo demás son arandelas.

Man: ¿Y por qué usted le suma de manera tan olímpica los votos en blanco a Zuluaga? El que vota en blanco, vota en blanco, no por Zuluaga.

Bat: Los sumo, precisamente por el principio del tercero excluido. Por su naturaleza, los votos en blanco responden a una esencia civilista. En este caso, Santos es quien representa esa esencia. Entonces, los votos en blanco son votos perdidos para él. Votos perdidos para la paz. Esto, finalmente, le suma posibilidades a Zuluaga de ganar.

Man: ¿Pero quién le garantiza a usted que Santos sí va a hacer la paz?

Bat: Salgámonos de esa falacia, Man. Santos no es una garantía 100% de conseguir la paz. Pero Zuluaga menos. Lo que sí es cierto es que en el proceso de paz de La Habana ya están acordados 3 de 5 puntos. O sea, hay acuerdos en cerca del 60% de los temas; eso jamás había pasado en Colombia.

La historia prueba que la negociación es la forma más eficaz de acabar con las guerras prolongadas. Durante los últimos treinta años, el 82% de los conflictos armados en el mundo terminaron gracias a una negociación de paz. Eso lo dice todo.

Además, la historia también prueba que en Colombia la guerrilla no va a ser derrotada militarmente. A lo sumo, logran menguarla por un tiempo, pero nunca acabar con ella. Tan cierto es eso, que hasta Uribe intentó negociar con las FARC, lo que pasa es que no pudo, porque no sabe cómo.

Man: En todo caso, un buen volumen de votos en blanco es un mensaje contundente para el que salga elegido presidente…

Bat: Ay, Man… Bobito, sí no… Discúlpeme, pero esa sí es la mayor güev**** de todas. Eso ya no es candidez, sino un síntoma esquizoide. Eso es vivir mentalmente en Dinamarca, y no en Cundinamarca. ¿Sabe qué? Ese argumento me parece tan inocente, que ni siquiera voy a discutirlo.

Man: La veo muy fogosa, Bat… Y le confieso una cosa, a mí sí me parece de antología verla a usted defendiendo el voto por Santos a capa y espada… jejejejeje

Bat: No, mijo. Yo no defiendo a Santos. Yo lo que estoy defendiendo es “mi carnita y mis huesitos”.  ¿Usted no sabe que en esta guerra colombiana 8 de cada 10 víctimas son civiles? El arma de nosotros, los que estamos por fuera de esa carnicería, es el voto. Y con esa arma yo no voy a disparar balas de salva.

Nos llegó el momento de dejar los matices a un lado. Aquí los que somos, somos; y los que estamos, estamos. Lo demás son especulaciones intelectuales de los que se dan el lujo de portarse como espectadores de la historia. Los puros. Los políticamente virginales.

Lo que está en juego aquí es la oportunidad de salvar muchas vidas y por mí no se va a malograr. Yo sí no le voy a seguir haciendo el juego a los que quieren una guerra eterna para seguirse robando las tierras de los campesinos. Yo sí no le voy a ayudar a esos perdonavidas de las regiones que tienen el país poblado de feudos en los que ellos dicen quién vive y quién muere.

Tampoco voy a desaprovechar esta oportunidad para enviarle un mensaje contundente a Santos, a las Farc y al uribismo: o hacen la paz, o hacen la paz. Las mayorías no aceptamos nada diferente.

¡Y usted, hombre!… Debería dejar esa posición tan absurda de no votar… No se queje entonces después. Me parece el colmo que viendo la situación tan grave del país, decida que lo mejor es quedarse quieto. Critique y critique, pero cuando tiene la oportunidad de actuar, ahí sí se hace el loco… ¡Qué falta de conciencia!

Man: ¡A mí no me regañe, Bat! ¡Yo no creo en esas farsas! ¡Coja oficio!

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