No sé,
pero algo tienes tú que ver conmigo,
tarde del 31 de diciembre,
retal del año que le sobra a todo el mundo.
-Miguel D’Ors-
Bat: Es tiempo de predicciones, pero como este país tiene más pasado que futuro, la cosa se pone difícil…
Man: Al contrario. Entre más pasado acumulado, mejor se puede predecir el futuro.
Bat: De acuerdo, el problema es que mucho de nuestro pasado está oculto y lo conocemos solo por conjeturas. Por eso es que es tan difícil saber para dónde vamos.
Man: Ahí sí le doy la razón. Nuestra historia está plagada de episodios que nadie puede asegurar cómo ocurrieron.
Bat: Es que todavía no sabemos con certeza quiénes participaron en la conspiración septembrina, contra Bolívar.
Es la hora que tampoco sabemos quién realmente ordenó la muerte del Mariscal Sucre, ni de Rafael Uribe Uribe, ni de Jorge Eliécer Gaitán, ni de Luis Carlos Galán, ni de una lista bastante larga de líderes colombianos.
Man: Y no sabemos cuánta gente murió en la masacre de las bananeras, ni cómo se orquestó todo el fenómeno del paramilitarismo en Colombia, ni hasta dónde llegó.
Bat: Tampoco tenemos una idea clara de lo que ocurrió en el Palacio de Justicia… Y eso por mencionar así, de afán, algunos de los hechos más relevantes…
Man: Así es.
Bat: Bueno, pero tampoco podemos renunciar a prever algunas cosas. Al menos podemos plantearlo como interrogantes, ¿le parece?
Man: Me parece. Es un tema muy apropiado para Año Nuevo.
Bat: Bueno, comencemos con temas inmediatos y preocupantes. Ahí va la primera pregunta:
¿Tolerará el pueblo colombiano un aumento del IVA en dos o tres puntos, sabiendo que esto afectará el costo de productos básicos para el hogar?
Man: Mi predicción: lo tolerará. Siempre toleran. Habrá bulla, ruido de paros, pero al final, se conformarán con su suerte. Siempre lo hacen.
Bat: La segunda: Con el bajo crecimiento de la economía, la subida de la inflación, el famoso ajuste de las tasas de interés, la caída de los precios del petróleo y la devaluación de la moneda, en el 2016, ¿la cosa se pondrá color de hormiga para nosotros, los ciudadanos de a pie?
Man: Predicción: se pondrá color de hormiga. Pero los políticos y los ciudadanos ya saben cómo lidiar con ese tono tan oscuro. A los unos les da papaya para criticar y prometer; a los otros, les da razón para quejarse en privado: el deporte nacional.
Bat: No olvidemos los signos alentadores y para allá va la tercera pregunta: ¿podrá la infraestructura ser el motor que dinamizará la economía en el 2016, como lo pronostican los expertos?
Man: Podrá y no podrá. La vivienda de interés social y de interés prioritario, además de la construcción de las llamadas “vías de cuarta generación” dinamizarán la economía. Pero eso tarda un poco y al lado de los anuncios de nuevas construcciones, irán apareciendo las noticias de contratos amañados y leoninos. Fírmelo, Bat.
Bat: Ojalá que no. Pero salgamos del tema económico, que ya me dio escalofríos. Miremos el tema político y el capítulo por excelencia: el proceso de paz. Ahí está la pregunta del millón ¿Se firmará y se consolidará el proceso de paz en 2016?
Man: Se firmará. Pero en Colombia la paz solo se consolidará plenamente hasta que se cumplan dos condiciones: una, que se modernice y se haga justicia en el modelo de relaciones productivas en el campo. Y dos, que la corrupción del Estado se haya reducido a sus justas proporciones, como lo reclamara uno de nuestros más preclaros presidentes.
Bat: ¡Ja! Mejor no agrego nada. Vamos con la última, que no hay quinta mala y es necesario preguntar por el tema local: ¿Se dará inicio a la construcción del metro de Bogotá, sucesivamente pospuesta durante más de 60 años?
Man: No. El doctor Peñalosa realizará los estudios, ahora sí bien hechos, para iniciar la construcción en 2019.
Bat: En esa lo veo pifiado… No subestime el poder de una ciudadanía como la de Bogotá. Yo digo que Peñalosa se va a tener que enfrentar a un fuerte rechazo y que ese va a ser su primer gran desgaste político en la alcaldía que comienza. ¿Apostamos?
Man: Apostemos. Claro que sí van a hacer bulla, pero al final, por más críticos que sean los bogotanos, no van a lograr que el metro se inicie antes de 2019.
Bat: Es posible. Pero el costo político para Peñalosa y todos los que él representa, va a ser alto. La Bogotá que Peñalosa gobernó en el siglo pasado, no es la misma Bogotá de hoy día. Y a fe que no la tiene fácil. A eso, póngale la firma, Man.
Man: Lo único cierto es que el 2016 no pinta como un año fácil, especialmente por el lado económico. Y de ahí a la inestabilidad social hay solo un paso. Pero ese paso nunca lo darán los colombianos. Así que le auguro que dentro de un año estaremos aquí nuevamente preguntándonos por qué nada termina de cambiar.
Bat: Es posible. Pero tampoco podemos olvidar que hay signos que anuncian nuevos tiempos. Esto es lo que tenemos: una economía basada en los hidrocarburos, que está haciendo agua. Una clase política tradicional básicamente corrompida y obtusa. Una izquierda atomizada y distanciada de su naturaleza. Y una ciudadanía inconforme y a la vez, en esencia, pasiva. ¿Qué le da ese coctel?
Man: Un país en donde los problemas engordan, pero no revientan.
Bat: No, un país que está deteniendo artificialmente el gran cambio que requiere.
Man: Son conjeturas solamente… Como sea, por ahora no queda más que esperar a que la historia siga su curso. Y desearle un feliz año 2016 a todos los lectores de los blogs de El Espectador.
Bat: De acuerdo. Pero también felicitar a los encargados de los blogs Bike the way, Hilo de ideas, Librotk Digital, Hypomnémata, Tejiendo naufragios, Rompe el lápiz, toca la tablet y Los perdidos por el fantástico especial de Navidad que nos regalaron este año.
UN MARAVILLOSO AÑO 2016 PARA TODOS NUESTROS LECTORES
Imágenes cortesía de Ana, Andrés Nieto Porras, phoenixdiaz y blogs.hoy.es