Claudia Palacio

Publicado el De Invisible a Invencible

¿MANTENDRÍAS TU TRABAJO SI TUVIERAS A LA MUERTE PRESENTE?

¿Mantendrías tu trabajo si tuvieras a la muerte presente?, No, no te hablo de abandónalo ya y toma el primer vuelo a la playa que siempre has querido conocer, o ve a vivir la vida loca, o recorre el mundo en bicicleta…. No, te hablo de que en nuestra sociedad hablar de la muerte es algo completamente oscuro, tenebroso, que no se debe mencionar porque atraes lo malo y las malas energías y no falta la tía que te dice: “calla esos ojos, que no te escuche el de arriba”.

Pero, que tal si al tener más presente a la muerte que, a la final, es lo único que hace que estemos con vida, porque para que haya vida debe haber muerte, y pensamos cada día como si tuviésemos la posibilidad de morir, porque repito, solo se necesita vivir para morir, nos preguntáramos ¿si esto que hacemos y cómo lo hacemos es lo que quisiéramos hacer si fuera nuestro último día?

Será qué, si reflexionamos cada mañana sobre la posibilidad de morir, ¿realizamos nuestro trabajo con más amor, más entusiasmo, más alegría y dejaríamos nuestra mejor versión en cada reunión, en cada presentación, con cada cliente, en cada nueva idea, en cada proyecto?

O, ¿por qué si estás en un trabajo espectacular, una empresa que te valora, un jefe que te lleva a crecer como persona y como profesional solo das lo mínimo para que no llegue el tan tenebroso viernes negro de muchos?

¿O tal vez, diríamos, prefiero cambiar y buscar un trabajo que me renueve y me llene de energía?

¿Cuál sería tu respuesta?

¿Por qué has dejado pasar tanto tiempo para hacer cambios en tu vida? ¿Por qué si sabes que estás en un trabajo que no te llena el alma, el corazón y tampoco los bolsillos sigues inmerso en una rutina sin sentido?

Creo que si nos acordáramos de la muerte de manera más seguida, nuestros días cambiarían para bien, creo que viviríamos de manera intensa cada momento, lo agradeceríamos y además nos fijaríamos en detalles pequeños que hacen que la vida sea aún más maravillosa, no nos quedaríamos en la quejadera, no nos quedaríamos en la procrastinación y seguro fuéramos más activos, más felices, llenos de proyectos que nos ilusionasen cada día y que nos mantendrían con el espíritu completamente elevado, a tope!

Todos tenemos proyectos pendientes, todos tenemos un: “debo hacer y no lo he hecho” porque pensamos que somos inmortales, porque vivimos la vida pensando en que tenemos mucho tiempo y eso nos da el derecho a desperdiciarlo sabiendo que es nuestro bien más preciado, pero cuando la muerte llegue no le vamos a poder decir: ayyy no, llegaste muy temprano, espérame que no he hecho ni la mitad de lo que quiero hacer, y ella te va a abrazar y te dirá: y qué hiciste con todos estos días, meses y años que te regalé? ¡Ya no hay opción!

Tal vez, tener presente a la muerte cambie cómo vivimos nuestra vida, no nuestra vida. ¿Qué opinas?

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