Uno de los 4 acuerdos del Doctor Miguel Ruiz es “no hagas suposiciones”. En lo personal he visto cómo relaciones laborales, de pareja, de amistad y hasta de hermanos se dañan lentamente, día a día por suponer que la otra parte debe de saber lo que “me sucede” o por suponer que la otra persona “está bien” o “está mal”, o “siempre es así, “se conflictúa con nada”. Cuando la realidad es que no preguntamos qué le está pasando porque seguro es mucho más cómodo no preguntar a recibir respuestas que nos incomoden y que probablemente nos tengamos que replantear temas personales de comunicación, formas de actuar y hasta de pensar; porque cuando hacemos preguntas, obtenemos respuestas y no siempre las que queremos.

Si hay algo que mata relaciones, seguro que es hacernos “los de la vista gorda”. Esta es la verdadera toxicidad. Juzgamos a las personas a priori, decimos que son tóxicas, que nadie las entiende, cuando nuestra verdadera responsabilidad es poder remover en lo más profundo para 1. Ayudar a la persona a salir de esa situación que tanto le aqueja y le incomoda. 2. Para Yo, como contraparte, identificar si hay actitudes que puedo y quiero cambiar para no contribuir más a que esa persona saque su peor versión.

En las relaciones de pareja nos dedicamos a hablar de lo superficial y no de lo profundo; es mucho más emocionante hablar del apartamento, la decoración, el carro que se va a comprar, el restaurante de esta noche, las vacaciones, el próximo destino y demás, pero de lado se van quedando los temas realmente importantes, como bien lo dice Santiago Molano, se va escondiendo la basura debajo del tapete.

No nos gusta preguntarle a nuestra pareja qué es lo que le inquieta, porqué se siente como se siente, qué podemos hacer para aportar a su bienestar y lo más importante: qué va a hacer él/ella para que ese malestar que siente se vaya y esas incomodidades se evaporen sin rencor.

Ante preguntas incomodas, seguro habrá respuestas incomodas para ambas partes; ante momentos de introspección profundo seguro habrán cambios de impacto y no superficiales, pero es evidente que al ser humano la incomodidad no le gusta, por eso seguimos teniendo relaciones sulfuras donde desafortunadamente nos acomodamos cuando muchas veces la solución puede estar a la distancia de una conversación.

Justamente la semana pasada, estaba almorzando con un líder comercial que me contaba de manera desesperada que no sabía cómo manejar un equipo que había recibido hace poco más de ocho meses; entre otras cosas, porque cuando hacia seguimiento los que iban cumpliendo la meta se incomodaban y le hacían saber que a ellos no debía de pedirles nada si sabía de antemano que estaban sobre ejecutando el presupuesto y de ahí se desplegaban una serie de comentarios que generaban ruido en el equipo y no era cómodo para nadie.

Ahí mi pregunta fue: ante esta situación ¿qué actitud tomas tú? Y Mario me responde que deja pasar la situación, que al final su trabajo es hacer seguimiento y asegurar el cumplimiento, que este grupo de personas que sobre ejecutan lo deben de saber y así mismo entender.

De inmediato pensé, por qué será que Mario no habla de frente con este pequeño grupo y en reuniones 1 a 1 les pregunta lo siguiente: ¿qué es lo que te incomoda tanto del seguimiento? ¿por qué crees que no debería hacerte seguimiento así vayas sobre ejecutando? ¿qué crees que debería hacer yo como líder? ¿si estuvieras en mi lugar, qué harías? ¿Cómo lo harías y por qué?

Yo sé, suena sencillo pero confrontar nos cuesta, porque nos han enseñado a dejar pasar. Vivimos en una cultura en la que nos han enseñado a no hurgar porque podemos encontrar y al encontrar se derivan otras conversaciones como tener que llegar a acuerdos para que ambas partes se sientan mejor.

Hoy después de muchos cambios en mi vida, de mucho análisis, de muchas lecturas, de muchas noches pensando en cómo puedo mejorar yo y muchos cursos realizados, entiendo con tranquilidad que las relaciones de pareja, de amigos, laborales y demás no siempre tienen que ser para siempre,  pero también entiendo que se construyen en el tiempo y con el tiempo, que requieren confrontación, expresar sentimientos, formas de pensar, contar lo que sentimos y por qué lo sentimos; en resumen: incomodarnos para acomodarnos.

Con amor, Clau

Marca Personal, Marca Empleadora

Creadora de contenido en IG: @claudiapalaciooficial

Avatar de De Invisible a Invencible

Comparte tu opinión

1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 EstrellasLoading…


Todos los Blogueros

Los editores de los blogs son los únicos responsables por las opiniones, contenidos, y en general por todas las entradas de información que deposite en el mismo. Elespectador.com no se hará responsable de ninguna acción legal producto de un mal uso de los espacios ofrecidos. Si considera que el editor de un blog está poniendo un contenido que represente un abuso, contáctenos.