ciudad MADE IN CHINA

Publicado el Juan Sebastian Herrera

Notas de viaje: NY 2014 (lo que podemos aprender)

@herrerajuans

 

Hace un par de días regresé de Nueva York después de un viaje de dos semanas. Siempre es bueno llegar a casa sin embargo después de haber experimentado una ciudad tan vital como esta, es difícil asentarse en la dinámica de nuestras ciudades colombianas y recordar las discusiones ‘trascendentales’ que se llevan la atención de la prensa, académicos, activistas, etc.

Nueva York para el que no ha ido -o hasta para el que ha ido-, es una ciudad cliché. Empire State, Estatua de la Libertad, MoMa, Guggenheim, Times Square, etc; es cierto, pero esos son sólo unos casi arquetipos que logran darle identidad a una ciudad, que para este caso, acoge todas las identidades y culturas posibles. Así que acá la identidad es diversidad, punto para NY.
Aprovecho que en Bogotá está por estos días la sesión de Rio+20 para acotar este escrito sobre Nueva York y lo que podemos aprender de esta ciudad en materia de vida urbana, diversidad, espacio público y equidad. Desde 2008 la ciudad emprendió un ambicioso proyecto de re-consideración del humano en la ciudad, algo que parece inaudito donde quiera que se escuche pues pareciera que hubo un momento en el que nos olvidamos de nosotros mismos. Los técnicos quisieron experimentar y convertir remanentes viales y parqueaderos en plazas con pintura, unas sillas y mucha fe. El proyecto tuvo tanto éxito que hasta Times Square ‘el centro del mundo’ se tomó un par de calles para los peatones, nadie hizo paro y hasta la velocidad de desplazamientos aumentó, aunque ellos le apostaron realmente a reducirla, para hacer poco atractivo el carro y salvar vidas.

Está bien, ustedes dirán que una gran cuota del gran uso de esos espacios públicos en zonas muy turísticas tienen que ver con los visitantes, pero qué decir de pequeñas plazas en esquinas no turísticas y de los parques de vecindad que siempre se mantienen llenos de niños y sus papás?

Parque de Hell´s Kitchen

 

No he logrado llegar a la respuesta pero la gran diferencia radica en un tema cultural de disfrute de espacio público y la calle en general. Por más que se piense que la gente en NY vive con miedo, encerrada y además atemorizada porque todo el día en las estaciones de Subway y buses la frase recurrente es «una caja no puede ser tan solo una caja». En NY el espacio público realmente es el catalizador necesario para que la ciudadanía respire, lo que debería ser en todo el mundo. Un espacio público apropiado es igual a equidad.

Otro tema importante es la igualdad que también se evidencia en un sistema urbano como el transporte público. Mientras en Colombia como dice William Vallejo el problema de la movilidad es sobre todo un estigma social, montar en bus y metro es para pobres todavía hoy, en Nueva York es común ver ejecutivos con bolsas de Sacks 5th Avenue esperando en la plataforma y hablando de negocios en los vagones. Sin hablar de la experiencia cotidiana que es entrar a una estación porque nunca se sabe con qué te vas a encontrar, contrastado con el Metro de Medellín por ejemplo que escuda su «Cultura Metro» al parecer en un manual de urbanidad del siglo pasado. Me parece que la lógica no está en impedir y restringir -que es más fácil- sino más bien en estar seguros que se cuenta con un aparato  potente como para controlar las reglas del juego y lo que se salga de control, sumado a iniciativas de inclusión como el programa de música bajo Nueva York  del Subway que cada cierto tiempo hace una convocatoria y elige a los artistas que se presentarán en las estaciones.

Lo último y esto no es un ningún hallazgo,  es como un ambiente de  civismo extremo que se ve evidenciado en un exceso de cordialidad en la calle. Excuse me, sorry, thanks, si me preguntan sobre una cifra de cuántas veces los escuché diría que millones y se me hace sospechoso. No sé si la cultura norteamericana es tan cliché que hasta la cordialidad lo es, o si se hace porque se entiende que la vida en la calle, así sea individual, incluye relaciones con los demás.

En fin, no pretendo que este artículo sea un compendio académico de planeación urbana, tan solo quiero compartir un par de notas sobre asuntos que me parece deberíamos seguir pensando en nuestras ciudades. Se me olvidaba decir que es importante siempre en todo lo que se hace, procurar que nazca con grandeza, me refiero en este momento al sistema de bicis públicas Citi bike que un año y medio después de su lanzamiento, ya cuenta con más de 300 estaciones totalmente automatizadas.

Espero simplemente recordar que hay maneras de hacer más agradable la ciudad donde vivimos y siempre el valor estará en las demás personas, el bonito escenario, la buena arquitectura es un plus importante, sin embargo nada se gana con bonita ciudad y poca ciudadanía. Nadie quiere vivir en una ciudad sobrevalorada, poco importan las apariencias y los premios, creo que no existe aún un reconocimiento a la calidad ciudadana.

 

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