ciudad MADE IN CHINA

Publicado el Juan Sebastian Herrera

Otra víctima más de la inseguridad, la complacencia y la desidia.

Quiero dedicar estas líneas a simplemente contar el drama que viví este fin de semana en Bogotá, hago esta denuncia pública no por mi caso particular sino por los muchos casos similares a los que nos vemos enfrentados los ciudadanos cuando queremos hacer bien los procesos legales pero también, cuando el aparato no colabora y antes desconoce a lo que la ley lo obliga.

Que sea esto un llamado para que las autoridades investiguen y que las peticiones de justicia y proceso que hace la ciudadanía no hagan parte más de un ideario tipo CSI que evidente y tristemente no aplica para nuestro país.

Acá va:

El día domingo, abril 19 de 2015, a las 8:30 de la noche mientras me transportaba en un bus del SITP de Bogotá fui víctima de hurto con arma blanca. Al bus de código Z70 4461 que cubría la ruta 97 fue solicitada una parada EN ÁREA NO REGLAMENTARIA mientras transitábamos por la calle 19 (sentido occidente – oriente, antes de la Caracas), tan pronto el bus se detuvo, aparecieron otros dos sujetos, sumando tres que tomaron el bus e intimidaron ÚNICAMENTE a los dos pasajeros que íbamos allí. Con arma blanca nos amedrentaron para hurtar nuestras pertenencias (documentos y celular). Los ladrones emprendieron la huída corriendo por la 19 en dirección al occidente, sin que se hiciera algo al respecto.

Lo preocupante de este hecho, también es el comportamiento IRREGULAR que sostuvo el conductor pues en vez de continuar la marcha cuando se percató que se montaban a robar, se detuvo y apagó el automotor. Dejándonos a merced de los tres sujetos.

Nunca al conductor se le amedrentó. Y ante la consulta y el reclamo de por qué paró y actuó de esa manera declaró que una ‘notificación’ por no prestarle el servicio a un ciudadano le acarrea una multa de más de 100.000 pesos.

Hoy lunes, intenté hacer el denuncio respectivo pero al llegar a la Policía de Teusaquillo me entero que según un policía ‘desde el sábado no hay sistema para la atención de denuncios en toda la ciudad por lo que no puedo remitirlo a otra estación’, lo cual es gravísimo si consideramos la cantidad de hechos que quedan impunes y ponemos en duda la disponibilidad y eficiencia del aparato de justicia para la atención a estos hechos. Se me recomendó simplemente solicitar la constancia de PERDIDA de documentos por internet (NO DENUNCIA) para iniciar trámite de nuevos documentos.

Yendo hacia mi trabajo consulté en el edificio del Consejo Superior de la Judicatura, allí otro policía me recomendó que en ese caso mejor simplemente hiciera una carta para radicarla en las oficinas de Transmilenio (lo cual evidencia también total desconocimiento de los procedimientos legales para estos casos).

Al finalizar la tarde, como si fuera poco, me entero que a mi novia y a mis papás los llamó desde el celular: 311 881 8723 un personaje que se identifica como el subintendente Mariño Cabrera, quien informa que en una redada fueron encontradas mis pertenencias. Al enterarme de esto, decido llamar al número, donde me cuentan la historia y me dicen que efectivamente tienen mi celular, que se encuentra en la estación de Sierra Morena en Ciudad Bolivar y que para verificar la propiedad del equipo requieren el IMEI del mismo (lo cual es necesario para facilitar el proceso de liberación de equipo reportado).

En este momento sospeché definitivamente de la situación, por lo que dije que debía buscar el número y que me volvería a comunicar. Mientras tanto llamo a la estación de policía en Ciudad Bolivar consultando por la autenticidad de la llamada y la existencia del policía MARIÑO CABRERA, me confirman que ya en muchas ocasiones (lo cual habla de cierta recurrencia en el tiempo del actuar del personaje y de varios ciudadanos víctimas de la misma red) han recibido la misma llamada con la intención de confirmar datos del supuesto policía. Se me confirma que NO es policía, que soy víctima de llamadas extorsivas y que me comunique con la SIJIN. Procedo a llamar a la SJIN, cuento mi historia, me dicen que ya tienen el reporte, pregunto si existe alguna manera de hacerle seguimiento al caso pero me dicen que no existe dicha manera, quedando así el caso en veremos pues definitivamente al parecer no hay intenciones y decisión por parte de la POLICIA por hacer la investigación del caso, considerando los varios agravantes y la cantidad de casos.

Esta noticia pone en evidencia además de lo ya descrito.

1: La vulnerabilidad recurrente del sistema SITP. Es real que el nuevo sistema quedó con los peores males del sistema anterior. Sería valioso conocer cuál es el protocolo de la administración de Transmilenio en casos como estos, pues he escrito varios tweets y nunca recibo respuesta.

2: El desconocimiento y desdén que la fuerza pública ejercen sobre los instrumentos legales en situaciones similares.

3: La pasividad hacia la investigación de casos y lo que esto genera como sentimiento de ‘invulnerabilidad’ a los delincuentes.

Espero esto llame la atención sobre el tema y una lástima que definitivamente sea imposible disfrutar la ciudad, no hace falta sino que a uno le suceda una situación similar por primera vez para entender por qué los que defendemos el espacio público y la vida en la calle, tendremos bastante terreno perdido mientras delinquir sea tan solo parte de una estadística.

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