En los libros sobre historia de la pintura, no así en Wikipedia, se insiste en que los pintores flamencos (siglo 15 y 16) descubrieron la técnica al óleo; gracias a la cual lograron una forma de representación inusitada. En la técnica al óleo se usan aceites y trementina para disolver los pigmentos. Por lo general el aceite que se usa es el de linaza. Todas las historias tienden a simplificar lo ocurrido y la historia de la pintura al óleo es tan imprecisa como muchas otras. En Occidente, es verdad que los pintores flamencos llevaron a la cúspide el uso de esta técnica, pero también es verdad que en el Medioevo ya se usaban aceites para pintar. Se usaban en la pintura de frescos y en las iluminaciones de libros.
Jan van Eyck
La imprecisión mayor está en que la pintura al óleo ya era comúnmente usada Oriente en el siglo VII d. C. En el 2001, en las cuevas de Bamiyán, en Afganistan, se descubrieron murales con pinturas de budas vestidos con túnicas color bermellón y sentados con las piernas cruzadas, entre hojas de palma y criaturas míticas. Los murales quedaron expuestos luego de que los talibanes destruyeran dos esculturas colosales de Buda, pues las cuevas decoradas estaban detrás. Hay cincuenta y en doce de ellas encontraron pinturas al óleo. Los investigadores dicen que posiblemente se utilizaron aceites secantes de nueces y semillas de amapola. La investigación la hicieron científicos del Instituto Nacional de Investigación de Bienes Culturales de Tokio (Japón), el Centro de Investigación y Restauración de los Museos Franceses-CNRS (Francia), el Instituto de Conservación Getty (Estados Unidos) y el ESRF. Para descubrir los componentes de las pinturas se necesitó una combinación de técnicas de sincrotrón, como la microespectroscopia infrarroja, la microfluorescencia de rayos X y la microespectroscopia de absorción de rayos X.
Detalle de un fresco de las cuevas
Además, estas pinturas aplicaban la técnica de la veladura. La veladura implica pintar por capas superpuestas y trasparentes, como indica el nombre, que alude a la palabra “velo”. Las capas superiores dejan ver las capas que están debajo. La veladura necesita los pigmentos que dan el color, sumados a una mezcla de disolventes. Desde el Renacimiento se usa la mezcla que se usa hoy, compuesta de 1/3 parte de aceite de linaza, 1/3 de trementina y 1/3 de barniz Damar.
El famoso esfumado (sfumato) que llevó a la cúspide Leonardo da Vinci —con las sonrisas de la Monalisa y de San Juan Bautista— se logra por medio de veladuras. Leonardo da Vinci describía el sfumato como pintura: “sin líneas o bordes, en forma de humo o más allá del plano de enfoque.”
A ocurrido muchas veces en las obras antiguas que algunas capas se borran y las pinturas revelan los “arrepentimientos” del artista, lo que tapó o borró poniendo pintura encima. Esto en pintura se llama pentimento. Estas palabras tan bonitas, veladura, esfumado y pentimento tienen su origen en Renacimiento italiano.
Ana Cristina Vélez
Estudié diseño industrial y realicé una maestría en Historia del Arte. Investigo y escribo sobre arte y diseño. El arte plástico me apasiona, algunos temas de la ciencia me cautivan. Soy aficionada a las revistas científicas y a los libros sobre sicología evolucionista.