Si hacemos el pequeño esfuerzo de comparar los precios entre distintos productos podemos apreciar las dos caras del consumismo: la que hace alarde de la riqueza y la que simplemente produce beneficios para la supervivencia. Veamos la relación de algunos productos, teniendo en cuenta su costo de venta y la cantidad de materia que contiene; en palabras simples, cuántos dólares vale una libra del producto. Esta comparación nos revela asuntos sobre los cuales debemos reflexionar.
La información dada a continuación se encuentra en el capítulo 4, del libro: Spent. Sex, Evolution, and Consumer Behavior (Gasto. Sexo, evolución y comportamiento consumista), del biólogo evolucionista Geoffrey Miller.
Producto Costo EN DÓLARES, por libra, en el 2008
Aire gratis
Agua de la llave 0.0000633
Arroz 0.29
Azúcar 0.34
Gasolina 0.7
Lata de gaseosa 0.8
Manzanas 1.6
Vivienda 2
Televisión Sony 6
Auto Toyota 7
Elíptica para hacer ejercicio 7.5
Vino, Shiraz decente 9
Perro, Border Collie 10
Silla, Levenger 11.7
Café, Starbucks en grano 12
Carne de res, lomito 12
Libros de pasta dura 12.5
Bicicleta, Fuji 17
Carro lujoso, un Lexus ls 660 20
Blujean, Levi’s 22
Sierra de cadena 37
Sangre humana 45
Cuchillo de combate, ka bar 103
Reloj, Timex 167
Portátil, Dell 204
Lingote de plata 225
Telescopio, TEC 238
Brasiere, de Victoria Secret 240
Jet privado 460
CD de música 480
Perfume, Samsara 930
Diploma de Columbia, falso 1.090
Teléfono celular, Motorola 1.390
Dvd de porno 1510
Implante de senos 1930
Pintalabios, de MAC 2.600
Mariguana 4.900
Reloj de lujo, Rolex 10.100
Diamante falso, zircón 13.600
Lingote de oro 14.000
Riñón humano, en el mercado negro 16.200
Cocaína 36.200
Semen humano, de un donante 52.900
Viagra 53.000
Prozac 63.000
Heroína 68.000
Éctasis 75.600
Inyección de Botox 141.600
Diploma verdadero de Columbia 1.25 millones
Diamante real 15 millones
Pintura de Van Gogh 28 millones
LSD puro 30 millones
Óvulo humano de un donante 4.5 trillones
Como dice Miller, esta tabla revela unas verdades tremendas: un óvulo humano implantado cuesta por libra 72 cuatrillones de veces lo que vale el agua corriente, aunque el huevo humano está conformado por agua, básicamente, más algunos cromosomas y organeras. El óvulo implantado es material de supervivencia, pues es en sí mismo el vehículo para la reproducción; así que se le puede considerar de esencial valor humano. El óvulo de la hembra carga el material genético que el hombre desea para reproducirse y para su supervivencia.
Es curioso ver que el agua y el aire, sin los cuales no podríamos sobrevivir, son gratis, o casi gratis. Después de esto necesitamos alimentos: los vegetales, los granos, la carne. Los alimentos para sobrevivir son muy baratos: 2 dólares la libra de vegetales, en promedio. Desde un punto de vista biológico, necesitamos aire, agua y alimentos para sobrevivir; lo demás, a todo lo demás se lo puede llamar objetos de lujo. Ropa, techo y trasporte siguen en la lista de bienes de bajo costo por libra, relativamente. De aquí en adelante lo que sigue es muy costoso; además, está relacionado directamente con el ego, con el narcisismo, con el deseo de mostrarse valioso, de inflar el yo. En la lista de objetos para inflar el yo están los objetos de plata, los brasieres de Victoria Secret, los perfumes, los labiales de MAC, los telescopios, los celulares. Para subir en el escalafón social no es mala idea poseer un diploma de la Universidad de Columbia, aunque sea falso. El que posee objetos que se encuentran en el rango del precio de los lingotes de oro, 14.000 por libra, están mostrando el puro narcisismo en acción. Para tal propósito, estos personajes deben portar joyería en oro y piedras preciosas, relojes Rolex, diamantes, diplomas verdaderos, o tener colgando, en sus casa y oficinas, pinturas de Van Gogh. Los seres humanos somos recursivos, por ello nos hemos inventado objetos falsos que engañan a los otros sobre nuestro estatus: la joyería falsa, los diplomas falsos, la ropa de marca falsa, etcétera.
Las drogas de lujo, como el viagra, el prozac y el botox, y las que dan placer, como la cocaína, la heroína y el éctasis, van directo al cerebro. No existen para ser apreciadas o valoradas, sino para el disfrute personal. Estas actúan sobre los centros de placer, acaparan nuestra atención, nos entretienen directamente. Están también otros productos, los más costosos de todos, cuyo efecto recae directamente sobre la supervivencia, como son los riñones para trasplante, el esperma o los óvulos de donantes.
El patrón básico que se puede apreciar en toda esta lista es que: los bienes básicos para la supervivencia son baratos, y los bienes para satisfacer el narcisismo y para autoestimularnos son caros, así como aquellos para la exhibición de estatus social, de lo cual se puede deducir que vivir no es costoso, pero mostrarse aumentado sí lo es.
Los órganos de nuestro cuerpo tienen un valor imposible de medir, pues daríamos todo por recuperar un ojo perdido o un oído o una pierna. El genoma humano es la cosa más valiosa de la que disfrutamos, que nos hace quienes somos, pero el mercado trata de hacérnoslo olvidar. Existen cosas fundamentales que no tienen precio: el verdadero amor, el respeto, la valoración del esfuerzo que hacemos cada día, vivir con propósitos, la felicidad de ayudar a otros. La meta de Miller en su libro, Gasto (entre otras, un libro sorprendente), es revelar cómo la naturaleza humana evolucionó para engancharse con la feroz economía de mercado; además, Miller nos explica muchos detalles sobre el consumismo desde un punto de vista biológico. Este es un libro fundamental para crear un consumismo responsable y para que no nos pase lo que él dice: “Los tontos brindan por la riqueza, mientras que los sabios brindan por la salud”.
Spent. Sex, Evolution, and Consumer Behavior
Lista en la página 66.