Catrecillo

Publicado el Ana Cristina Vélez

Por qué la menta de gato les fascina a los gatos

A los gatos no solo les encanta restregarse contra la aromática planta cuyo nombre científico es Nepeta cataria, sino también contra la Actinidia polígama. Ambas plantas poseen un componente llamado iridoide, ante el cual los gatos reaccionan con un estado de euforia muy particular: salivan, tienen espasmos en la piel del dorso, saltan, cazan imaginariamente, se excitan sexualmente, se revuelcan mostrando un placer extremo. Las gatas reaccionan con más frecuencia que los gatos, y algunas razas no reaccionan en absoluto.

A esta hierba europea, que también se encuentra en Asia y en Norteamérica, se la conoce como menta de gato o hierba gatera. La planta posee el componente nepetalactona, para evitar que sus hojas sean comidas por los insectos, específicamente por los pulgones. Y este es el mismo componente que ejerce un efecto opioide sobre los gatos. En la medicina naturista se ha utilizado, tomándosela en infusión, para buscar sus efectos desinflamatorios.

El biólogo Masao Miyazaki, de la Universidad de Iwate, publicó recientemente los resultados de cinco años de investigación con estas plantas y sus componentes químicos. Como ya se dijo, el nepetalactol, un iridoide, es la sustancia común a las distintas plantas que producen el efecto excitante en los gatos. Masao Miyazaki encontró que ni los perros ni los ratones reaccionan a estos, y que solo los felinos muestran ese visceral interés.

En los gatos que se sienten atraídos por la menta de gato y en los que muestran el comportamiento descrito se comprobó que los niveles de betaedorfinas en sangre efectivamente habían aumentado. Las betaendorfinas son las hormonas que ayudan a aliviar el dolor e inducen al placer, pues activan el sistema opioide que existe en el cerebro. Por otro lado, Miyazaki descubrió que esos componentes químicos de la planta son, a su vez, repelentes de insectos; así que frotarse con sus hojas tiene un segundo efecto, que quizás fue el buscado inicialmente, ya que hacerlo es lo mismo que bañarse en repelente. De hecho, los científicos comprobaron que, verdaderamente, los gatos que habían frotado sus cabezas contra la planta tuvieron menos “aproximaciones” de zancudos que los que no lo habían hecho.

A los animales les molestan los zancudos tanto como a nosotros, y buscan todas las maneras de evitarlos. Los monos capuchinos se frotan la piel con un ciempiés muy venenoso, para evitar ser picados por otros insectos. Muchas aves utilizan en sus nidos el ácido fórmico de las hormigas, por sus propiedades fungicidas.

Volviendo al origen del planteamiento, el efecto de la menta de gato en los gatos o búsqueda del placer por medios artificiales es más común de lo que se cree. A los animales les gusta “drogarse”. Los chacales consumen hongos con psilocibina, y las vacas, el hongo matamoscas o Amanita muscaria, para lograr el mismo efecto. Canarios y palomas ingieren semillas de cáñamo por sus efectos afrodisíacos, y los elefantes sumados a otros mamíferos y aves les gusta emborracharse, literalmente, con el alcohol de los frutos fermentados de distintas plantas.

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