Catrecillo

Publicado el Ana Cristina Vélez

El año pasado bajo tierra

Cautivador libro de poemas del escritor colombiano Carlos Patiño Millán. Los poemas están organizados como si fueran parte de un diario, que empieza un primero de enero y termina un diciembre 31. No hay 360, solo alrededor de una centena de poemas cortos.
El narrador está muerto y los poemas se desplazan con la desamparada belleza de la procesión de un funeral.

Carlos Patiño es un poeta sofisticado, nada ingenuo, que ha saboreado las palabras cuidadosamente antes de usarlas y, a veces, de escupirlas. Patiño Millán es también sardónico y humorístico. En su escritura es excepcional la combinación de ternura y cinismo. El cinismo, en su caso, no significa indolencia ni falta de compasión, de eso le sobra, sino dureza y realismo para ver a su alrededor y sobre todo en el trato para consigo mismo. No hay mantas que cobijen la realidad o puedan entibiarla; se podría decir que hace bastante frío bajo tierra, compruébenlo ustedes, lectores.

El libro viene “ilustrado” con doodles. En español no tenemos una palabra que defina lo que es un doodle. Garabatear es lo más parecido, son los dibujos que se hacen cuando no se está concentrado en dibujar, sino con la atención puesta en otra cosa, como cuando se oye una conferencia. Los del libro son artísticos y llamativos; todo el diseño del libro es de Andrea Melenje Argote.

Estas son algunas frases que quizás esbocen la idea de El año pasado bajo tierra. Espero no desdibujar el hermoso conjunto de poemas.

“No le temo a la muerte sino al lento paso de la luz que vuelve recuerdo toda palabra no dicha y aja cada sonrisa del semejante”.
“Me he cortado el cabello en lugar de las venas. Sí, acá la vida sigue como arriba”.
“Sus palabras forman un anillo sonoro, palabras que mueren en el acto, pero que aparecen después en otros textos, usadas por terceros”.
“Mi cielo no era otra cosa que una nube sembrada en el mar”.
“Me odio por ser el lugar de la desesperación”.
“Desear la muerte para sí, desear la muerte de todos y todo. Sujeto absoluto de mi llanto, acá no llegan las lágrimas de mis esporádicos visitantes. Ni sus teñidas rosas”.

Carlos Patiño Millán ha publicado una decena de libros, de poemas maravillosos, pero son libros casi imposibles de conseguir, desafortunadamente.

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