Catrecillo

Publicado el Ana Cristina Vélez

Conseguir novio por Internet

Escrito por Carmen Piedrahita Vélez sobre Amor en la Nube, la novela que ha publicado la editorial de la Universidad de Antioquia.

Amor en la Nube me cautivó desde el principio. Tu novela, Ana Cristina, la empecé curiosa por saber cómo abordarías el tema del amor virtual, pero al leer que la protagonista quería “conseguir novio por internet”, así, a secas, sonreí y continué inmersa en la lectura. De repente, me di cuenta de que me hacía reír, que era humorística y que no era exclusivamente sobre el amor.

Tu novela está llena de notas irónicas sobre los hombres y las mujeres. Maravilla tu agudeza para criticarnos y cómo das en el clavo. Qué risa me dio con las aventuras de Teresa en Cartagena con su pretendiente, el señor que ella llama, no sin burla, inspector Clusó. También me reí –a carcajadas– cuando describes los aspectos de un hombre que nos enfrían, o cuando por el contrario hablas de los aspectos que nos atraen. Me gustó mucho la reflexión sobre la voz de las personas. Yo misma me enamoré de quien es hoy mi marido en parte por su voz, tal como Teresa dice que este aspecto juega un papel importante en el enamoramiento.

No sé si se debe a que vives por fuera de Colombia que logras “mirarnos” con agudeza: A lo mejor estar lejos permite ver mejor y sentir más claramente lo que es eso de ser antioqueño y colombiano. Describes muchas costumbres, muchos hábitos que tenemos los antioqueños, mencionas dichos, usas un lenguaje coloquial, directo, tranquilo. Uno puede ver y reconocer las típicas fiestas familiares, los matrimonios, los paseos, los viajes a la costa, las formas sutiles de machismo y las no tan sutiles. Uno ve lo que es la presión social para una mujer soltera, esa cosa que sienten los otros, sobre todo los familiares y ante todo la madre cuando no te has casado. No sabía que todos parecemos cortados con la misma tijera. Cree uno que las cosas que cuenta Teresa, la protagonista, esa mujer valiente, que es muy familiar, son cosas que ocurren en la propia familia de uno. ¡Es tan local! es bonito, muy bonito.

Y sobre el lenguaje hay mucho para decir. El juego con el inglés y el español es una delicia para la lectura, ya que Teresa busca novios en otras tierras, y se comunica en su inglés incipiente con ellos. Y las traducciones de las cartas de los pretendientes o mejor dicho de los hombres que a Teresa le interesan. Además, Ana Cristina, juegas con las canciones infantiles y con muchos poemas, porque parece ser que a Teresa se le pegan las palabras que riman.

Uno lee la novela y se sonríe o mejor dicho se ríe y se vuelve a reír cuando recuerda ciertos momentos muy jocosos. Pero es de resaltar la sutileza del final: una carta sobre una receta de peras que lo dice todo pues el lector sabe que Teresa disfruta del placer de la comida, de sus olores, de sus colores y texturas, que ve y siente cuidadosamente lo que come. La gastronomía como lazo entre dos personas de diferentes culturas, como disculpa, como carnada hace del final algo inesperado y bonito.

Carmen Piedrahita Vélez es arquitecta, Master en Historia del Arte y escribe para revistas culturales. Ella envió sus comentarios sobre la novela Amor en la Nube a este blog, y se le agradece mucho por ello.

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