Haz fama y échate a la cama, dicta el adagio popular, y eso es lo que ha ocurrido con uno de los padres de la patria. Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco fue un hombre nacido en Caracas y a quien se le atribuye el liderazgo de los ejércitos…
Haz fama y échate a la cama, dicta el adagio popular, y eso es lo que ha ocurrido con uno de los padres de la patria. Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco fue un hombre nacido en Caracas y a quien se le atribuye el liderazgo de los ejércitos que independizaron al cono norte de América del sur del Reino de España.
Estuvo en Paris durante la auto coronación de Napoleón como emperador de Francia, tomó dicha referencia y optó por empezar a construir un imperio en nuestra región. Si bien, la idea de replicar lo que Bonaparte hacía en Europa no era del todo mala, y llegar a juzgar por ello a cualquiera de los dos es una anacronía. El tiempo ha dado una errónea fama a Bolívar sobre su actuar, su figura y su pensamiento.
En primera medida, es preciso aclarar que el proceso de los países de América Latina que hacían parte de España nunca fue uno de independencia. España en América nunca tuvo colonias, los territorios y habitantes de ultramar en el continente eran virreinatos y capitanías, lo que igualaba en nivel al reino en España. A diferencia, por ejemplo, de las colonias británicas en Estados Unidos. Es preciso nombrar como una secesión lo que se llevó a cabo con los territorios hispánicos en América Latina.
Si bien su propuesta de construcción de la Gran Colombia es valiosa, estaba fundamentada para su propósito egocéntrico y era la versión resumida de “Colombeia” de Francisco de Miranda. Pero la visión de Miranda era pluralista e incluyente, cosa que no le sentó bien a Bolívar y por ello, tan pronto como pudo, este lo repudió y alejó de su vida.
Comparación de la unión propuesta por Miranda y efectuada por Bolívar.
Ahondando en la visión de nación (imperio), Bolívar deseaba construir un imperio para él y un congreso elegido por él cuya sucesión fuera por herencia y no por elección. En la carta de Jamaica, el más importante documento escrito por Bolívar explica con detalle la propuesta. Esto significa que antes que cualquier cosa él era un dictador, una figura que deseaba el poder para si mismo, para los suyos y para mandar a su deseo.
Dentro de sus correspondencias, y también en la carta de Jamaica, Bolívar expresa que su intención, por encima de emancipar la América, era podérsela quitar a los españoles del poder. Incluso, sugiere que en caso de fallecer y no tener un heredero para su imperio, el poder y los territorios fueran entregados a la corona británica, pero que no se retorne a la administración española.
Ya en la práctica, Bolívar era un elitista y racista declarado. Por una parte, es preciso recordar que venía de “cuna de oro”, al pertenecer a una familia adinerada, un elitista que dentro de su idea de gobierno incluyó solo la participación de la élite criolla, restringiendo la participación popular. A la vez que en su operación militar, siempre procuró porque los negros, esclavos e indígenas fueran la “carne de cañón” y los componentes de las primeras líneas de su ejército. Esto sin contar la persecución a líderes como el Almirante Padilla, que fue víctima de una falsa acusación de conspiración y traición por parte de Bolívar quien lo sentenció a fusilamiento.
Para seguir sobre el ápice militar, si bien fue un dirigente innovador y que tenía un formidable enemigo en frente, nos encontramos con una figura que no planeó con suficiente cálculo las operaciones como el cruce de los Andes a través del Páramo de Pisba y que cuyos resultados catastróficos fueron siempre bien salvados por otros militares notables como el coronel Juan José Rondón, en el pantano de Vargas, o el Mariscal Antonio José de Sucre, en la campaña de Ayacucho.
Finalmente, la política exterior de Bolívar se puede resumir a lo ocurrido entre el 26 y 27 de julio de 1822, cuando el dictador se encontró con José de San Martín (libertador del cono sur de América del sur) en la ciudad de Guayaquil. En la noche del 27 de julio de 1822 Bolívar agasajó a San Martín con un banquete. Bolívar propuso un brindis “Por los dos hombres más grandes de la América del Sur: el general San Martín y yo”, mientras que San Martín brindó “Por la pronta conclusión de la guerra; por la organización de las diferentes Repúblicas del continente y por la salud del Libertador de Colombia.”. Una actitud llena de egoísmo por parte de Bolívar, mientras que su contraparte si demostraba la intención de construcción de naciones libres, en paz, con justicia y con visión de unidad de región.
En honor a la reunión entre San martín y Bolívar se erigió un monumento llamado “Hemiciclo de la Rotonda” en la ciudad de Guayaquil.
Este blog lo escribo como una reflexión de lo que he estudiado de Bolívar a lo largo de los años, anunciando lo peligroso que puede ser tenerlo como una referencia o ejemplo a seguir. Sin que esto signifique que las contra partes como Santander o Tomás Cipriano Mosquera fueran mejor o peor que él.
@castroopina
Un bogotano tratando de entender este maravilloso y país.
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