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¿Esta va a ser la siguiente guerra del mundo?

Durante los últimos días, tal vez semanas, la tensión entre China y Estados Unidos por el asunto de Taiwán ha estado en una escalada que ha llegado a pensar en una intervención militar por parte del ejército del gigante asiático a la isla oriental.

De hecho, durante los últimos meses, incluidos los de la pandemia, Taiwán reportó constantes violaciones a su espacio aéreo por parte de aviones de guerra chinos. Esto hizo que EEUU aumentara el despliegue de su flota en el Mar Amarillo y que, por su parte, Taiwán ordenara más armamento. Todo esto ha ocurrido en medio de un agresivo programa de expansión de las fuerzas armadas chinas. Por ejemplo, en junio se realizó la entrada de servicio del tercer portaaviones chino. A su vez, China también se encuentra desarrollando una profunda modernización a sus aviones de combate supersónico por aviones furtivos.

El interés de cualquier potencia sobre Taiwán se resume a su posición estratégica en el Oriente. Es un puerto, muy desarrollado. En una isla con un muy desarrollado servicio aéreo. Se puede desde allí acceder fácilmente a Corea, China y Japón. De hecho, históricamente ha sido un lugar de constante disputa. Otrora, el Reino Unido, y los mismos Japón y China se disputaron por el control territorial de la isla taiwanesa.

A pesar de la endeble reacción de la administración Biden, las tropas en el lejano oriente, pertenecientes a la tercera y séptima flota de EEUU han realizado ejercicios de simulación de operaciones de defensa, desembarco y ataque en escenarios parecidos a Taiwán. Parece que es inevitable una confrontación.

Sin embargo, las tensiones van un poco más allá de la disputa por una sección que desde siempre ha sido reclamada por los chinos, pero estos últimos nunca se han motivado lo suficiente para ir a por ella.

La economía china se encuentra actualmente en un bajón. Normal dentro del contexto posterior a la pandemia. Sus causas se deben a tres cosas: En primer lugar, a pesar de que el gobierno chino se vanagloria asegurando un manejo milimétrico de la pandemia, en sus ciudades aún hay algunas restricciones para evitar la propagación del Covid19; por otra parte, la demanda durante las cuarentenas en occidente afectó seriamente las empresas y cadenas de producción en el país oriental; finalmente, los contendores, vitales para el transporte mundial, escasearon debido a que son producidos en países en vías de desarrollo que no cuentan con un buen acceso a vacunas en contra del Covid y que aún no han logrado normalizar su vida posterior a la pandemia.

A pesar de que dicen las autoridades chinas que se reguló la situación en su país, aún hay sectores que están encerrados. Por otra parte, los hábitos de consumo en todo el mundo cambiaron. Se suma, también, la ausencia de contenedores, en una ecuación que da como resultado una burbuja inflacionaria, desempleo y potencial inflación en el país asiático.

La salida fácil sería negociar opciones de transporte o flexibilización de las medidas anticovid para que a través del comercio exterior China intente volver a sus días de gloria económica. Pero, las negociaciones entre chinos y estadounidenses nunca han sido fáciles. Prueba de ello es el libro “On China” del ex secretario de estado Henry Kissinger.

A mi parecer China está creando un ambiente hostil, para obligar una negociación en la cual se comprometerá a reducir las tensiones en la zona de Taiwán a cambio de beneficios que le permitan revitalizar su economía.

Ahora bien, valdría preguntarse ¿Qué tan hostil llegará a ser el país asiático?

Pdta: Según la ONU “estamos a un mal cálculo de acabar con la humanidad”, pero el conflicto en Ucrania ha demostrado lo paquidérmica que es este organismo multilateral. Si China inicia una guerra por Taiwán, lo más probable es que – nuevamente – se reafirme la inutilidad de esta organización internacional.

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