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Águilas vs Chicó, ¿Quién fue el perdedor?

Tarde de domingo, tarde soleada en Bogotá. Así se veía desde la puerta de mi cuarto mientras jugaba en la Play y cumplía con el obligatorio aislamiento de Bogotá para este fin de semana de abril. Mientras jugaba inició a desarrollarse uno de los momentos más oscuros que haya visto yo del Fútbol en Colombia.

Uno de los partidos previstos para la fecha 18 de la Liga colombiana enfrentaba a Águilas Doradas, que funge como local en el municipio de Rionegro, Antioquía, y a Boyacá Chicó, equipo representante de Tunja, capital de Boyacá. Los dos equipos llegaban eliminados del octagonal final y ambos están en la pelea por no descender.

La novedad de cara a este partido es que el equipo antioqueño reportaba 18 casos positivos de Covid-19, 4 el cuerpo técnico y 14 en su plantel. Esta situación dejaba a Águilas con tan solo 7 jugadores no contagiados. Ante tan alarmante escenario el equipo de Antioquia solicitó aplazamiento del juego ante la asamblea de la Dimayor, entre regulador del Fútbol Profesional en Colombia.

La respuesta de la Dimayor fue decepcionante. El partido se jugaría, alegando entre otros motivos, que en el pasado los equipos que tenían bajas por Covid fueron obligados a jugar y que, según el reglamento, con 7 jugadores uno de los equipos puede seguir jugando el partido.

A parte de estos argumentos, el secreto a gritos es que los derechos de televisión que está pagando Win + para la transmisión privada de los partidos ya están negociados hace meses, al igual que los comerciales y demás pautas. Por lo que es fácil suponer que hubo unos intereses privados para que el partido se jugara a cualquier costo.

Llegó la hora del partido. Lo jugadores de Águilas, que eran 7, salieron con mucha valentía a cumplir lo que la Dimayor habría ordenado, con un letrero que fue CENSURADO en la transmisión de Win Sports, ya que no lo mostraron en cámaras. Y frente a ellos se encontraba el Boyacá Chicó que entró al campo formando con los 11 jugadores.

Los 7 jugadores de Águilas salieron al campo pidiendo juego limpio e igualdad de condiciones para el partido.
Los 7 jugadores de Águilas salieron al campo pidiendo juego limpio e igualdad de condiciones para el partido.

Durante 57 minutos, es decir todo el primer tiempo y 12 minutos del segundo, el balón no entró en favor del Chicó, quien por su superioridad numérica en el campo dominaba a su gusto el partido. Llegarían el segundo gol a los 68 y el tercero a los 77. Pocos instantes después un lesionado por parte de Águilas hacía que su equipo quedara con 6 jugadores, rompiendo el mínimo de 7 con el que los partidos deben ser jugados y el árbitro central dio la orden de finalizar el juego. Durante esos 80 minutos lo jugadores de Águilas “quemaron” la mayor cantidad de tiempo para que el partido llegara a su fin tan rápido como fuera posible.

Con este "dibujo" táctico se formaba el equipo antioqueño. Es necesario destacar que Valencia, quien jugó de defensa, es en realidad el arquero suplente.
Con este «dibujo» táctico se formaba el equipo antioqueño. Es necesario destacar que Valencia, quien jugó de defensa, es en realidad el arquero suplente.

A lo largo de los años, en especial los últimos 15 o 20, muchas desgracias acompañaron al fútbol en nuestro país. Los barristas muertos por peleas y riñas sin sentido dentro y fuera de los estadios es una muestra de ello. Pero, nunca la desgracia venía desde el rectángulo de pasto.

La actitud con la que el Boyacá Chicó afrontó el partido está muy lejana de representar lo que significa el fútbol y sus valores. Enfrentarse a un rival con tan evidente desventaja desdice de lo que es y puede llegar a ser el Chicó.

El camino correcto era saludarse y hacer un “picadito”, hacer una especie de calentamiento y que el gol no fuera el protagonista, sino que lo fuera la altura de dos equipos que se respetan y que respetan lo que el deporte y la competencia representan.

El perdedor no fue Águilas Doradas, porque considero que todos los que amamos el fútbol vemos en los 7 jugadores lo que representa este deporte. Los perdedores fueron los del Chicó, a quienes poco les importó su rival e hicieron lo que quisieron, y la Dimayor, quien cada vez más busca y rebusca cómo caer más bajo y deteriorar el fútbol colombiano.

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