Cara o Sello

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Sí hay por quién votar este 9 de marzo

Se acercan las elecciones más interesantes del año, -y digo las más interesantes porque las presidenciales ya están cantadas y ningún candidato despierta emoción-. Interesantes porque se baten en duelo verdaderos pesos pesados de la política nacional; además, porque estos comicios, se enfrentan a dos coyunturas importantes: por un lado, la posibilidad de un proceso de paz exitoso con las Farc; por otro lado, un abrumador descontento ciudadano, evidenciado en el significativo apoyo al voto en blanco.

Bajo esas particularidades tuve que pensar mi voto. Empecé a investigar las propuestas de diversos candidatos y partidos políticos. Era consciente de que en esta coyuntura, se requiere de un legislativo capaz de promover las reformas institucionales que necesita el país para alcanzar una paz duradera y estable. Reformas que nos permitan cambiar la estructura del poder político; que lleven las instituciones políticas y económicas a las regiones y al campo; que profundicen nuestro sistema democrático, etc. A su vez, necesitamos un congreso que pueda generar confianza y credibilidad a los ciudadanos. Según recientes encuestas*, las tres organizaciones y entidades que más desconfianza producen son: Las Farc con un 91,8%, los partidos políticos con un 64,7% y el Congreso con un 55,7%. En gran medida, ese descontento se debe a un accionar político distante a los problemas e intereses de la población y a la exacerbada corrupción que carcome nuestra democracia.

Después de hacer ese análisis, decidí que apoyaría a la Alianza Verde. En este movimiento, encontré a un grupo de mujeres y hombres comprometidos, hasta los tuétanos, con el diseño institucional para un eventual posconflicto y la lucha contra la corrupción. Hablo de personas como Antonio Navarro, Claudia López, aspirantes al Senado y Angélica Lozano, aspirante a la Cámara por Bogotá, etc. No puedo ocultar que siento mayor simpatía por las dos últimas nombradas, puesto que me he tomado el trabajo de estudiar sus propuestas en detalle y creo que son acertadas, bien estructuradas y con un objetivo claro: construir paz.

Ambas proponen, para la paz: realizar reformas que procuren llevar la justicia a todo el país; integrar a la Colombia urbana y rural, construyendo Estado y mercado en las regiones; y para combatir la corrupción: la reforma de los órganos de control, cambiando la forma en cómo se eligen los mismos (eliminando esa manguala entre estos y el Congreso); expropiación y silla vacía para los que se lucran del Estado; un límite a la reelección en los cuerpos colegiados y para presidente. Además de sus propuestas en materia de educación y en defensa de la igualdad, que también llaman la atención.

Considero que es de suma relevancia, para circunstancia histórica en que se halla el país, que todos esos debates se den dentro del Congreso, a ver si por fin somos capaces de superar nuestros problemas fundamentales.

Soliloquio

Este 9 de marzo, tenemos la posibilidad de renovar el Congreso. Si no votamos por candidatos honestos y preparados, reelegiremos a la delincuencia y corrupción; votar en blanco sólo ayudará a eso. Existen centenares de buenos candidatos. Tómese el tiempo de leer y escoger uno decente, ayude a construir el cambio.

*http://www.elespectador.com/noticias/infografia/huele-reeleccion-articulo-474377

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