Yo no entiendo a éste país. Para qué nos inventamos un ordenamiento jurídico, creamos instituciones políticas y pretendemos ser democráticos, si en cualquier momento llega algún pelele a hacer lo que se le da la gana. Dejemos la hipocresía y disolvamos todo esto. Ahorrémonos la engorrosa vaina de hacer elecciones cada 4 años y dejen de cobrarnos impuestos. Acabemos con todo el Estado y que esto sobreviva -como en realidad lo hace- por instinto de supervivencia.
Pues sí, estoy indignado. Es que uno se levanta con ganas de vivir en un mejor país, pero no, la Procuraduría General de la Nación le amarga la existencia. Y razones tengo para fastidiarme, si es que con sus últimas acciones demuestra que no es una institución que defiende a sus ciudadanos, por el contrario, los hostiga. La persecución que le han montado al matrimonio igualitario es casi irracional. Ojalá y fueran así de diligentes con procesos disciplinarios a escabrosos políticos.
Cuántas veces hay que explicarle al Procurador que los derechos no están en discusión, que ese debate fue superado hace más de 20 años con la Constituyente y que le pagamos sueldo para que vele por la protección de los derechos de todos los colombianos. Es que señor Procurador, respetuosamente le pregunto, ¿usted nunca se actualizó con la entrada en vigencia de la constitución del 91? ¿Nunca leyó el artículo 13 de esta? Aquí se lo repito con todo gusto:
“Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.
El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas en favor de grupos discriminados o marginados.”
Esa y otras disposiciones constitucionales, más algunas sentencias de Altas Cortes, son suficientes para que cualquier persona pueda casarse con otra sin importar su sexo. Si usted cree que está por encima de la constitución, le queda grande ese cargo.
Es que definitivamente hoy más que nunca creo que haberle dado la Procuraduría a Alejandro Ordóñez es como si le hubieran dado la Fiscalía General de la Nación a Salvatore Mancuso. Y no digo que Ordóñez sea un criminal -no vayan a mal interpretar-, lo que pasa es que si alguien, en sus convicciones más profundas, cree que la delincuencia es un medio válido para organizar la sociedad, no puede ser el jefe del Ente Investigador. Igual, alguien que no cree en los derechos y las libertades -como lo ha demostrado con su actuar el Procurador- no puede asumir la jefatura del Ministerio Público, que tiene como objeto principal la defensa de los derechos humanos. Es de perogrullo.
Miller Choles
Twitter: MCholesP