Calicanto

Publicado el Hernando Llano Ángel

UNA HISTORIA DE VERDAD

UNA HISTORIA DE VERDAD

Que cada hombre diga lo que considera verdad y la verdad misma encomendémosla a la divinidad”, Lessing.

 Hernando Llano Ángel

Por razones que ignoro y atribuyo a la fortuna del azar, este sábado 22 de octubre a las 4 de la tarde en el estand de El País, junto a la Ermita, estaré presentando en la Feria Internacional del Libro de Cali una interesante y maravillosa obra, escrita por el profesor Mauricio Nieto Olarte, titulada: “Una historia de la verdad en Occidente. Ciencia, arte, religión y política en la formación de la cosmología moderna”, publicada por el Fondo de Cultura Económica y la Universidad de los Andes en el 2019, reimpresa por segunda vez este año. Debo confesar que acepté la invitación con reticencia, pero su sugerente título, entre la modestia y la ambición, me persuadió. Modesto título, puesto que su autor, doctor en Historia de las Ciencias por la Universidad de Londres y en la actualidad profesor titular en la Universidad de los Andes, nos cuenta en 560 páginas solo “una historia” y no pretende revelarnos la Historia de la Verdad en Occidente. Solo aspira, como lo escribe en el primer renglón de la Introducción, a demostrarnos una tesis: que “la verdad tiene historia”. Es decir, que toda verdad es de carácter contingente, demostrable, refutable y cambiante, según los avatares de las épocas, sus desafíos, necesidades e imperativos de carácter social, económicos, culturales y políticos. Y dicha tesis está demostrada con creces en su libro. Y, por si fuera poco, está bellamente ilustrada con más de 157 imágenes y dibujos que nos permiten comprender, con la ayuda de la estética y la interpretación, las vicisitudes de las diversas verdades en disputa en el curso de la historia de occidente. Verdades en los principales ámbitos de la vida humana: la ciencia, el arte, la religión y la política. Por ello, es también una obra ambiciosa, sin ser pretenciosa. El profesor Nieto asume semejante desafío y lo supera, pues logra conjugar las virtudes propias de un maestro de la divulgación científica sin caer en el facilismo de la vulgarización superficial. Logra semejante cometido porque suma al rigor argumentativo la profundidad y claridad de un estilo literario más propio de una novela que de la aridez de un manual científico y enciclopédico. Siendo una extensa investigación, contenida en un libro sólido y voluminoso, se lee con deleite, curiosidad y hasta suspenso. Es, pues, una investigación científica y literaria sobre nuestra condición y cambiante identidad humana, moldeada y también deformada por la búsqueda obsesiva de la verdad, el poder y el dominio entre las diversas naciones del continente europeo. Desde Portugal y España, con sus expedicionarios, que supuestamente descubren “un nuevo mundo al otro lado del mar”, proceso descrito en forma crítica y esclarecedora en el capítulo X del libro, que nos demuestra como la cruz y el Astrolabio, religión y ciencia, fueron instrumentos de dominación y expoliación mediante los cuales “Europa se transformó y construyó su propia identidad”, de cuyo eurocentrismo apenas empezamos a tomar distancia gracias a los aportes críticos de los estudios decoloniales y poscoloniales. Por eso, uno de los más representativos exponentes del eurocentrismo científico, Francis Bacon, afirmó: “Así, los dos objetivos gemelos, la ciencia y el poder humanos, vienen a ser en realidad lo mismo”, como aparece en el capítulo XVI sobre el “Empirismo” y su influencia determinante en la vida moderna. Aserto de Bacon que, en el siglo pasado, Michel Foucault nos demostraría en forma crítica y demoledora con su reflexión sobre el saber y la “microfísica del poder”, develándonos la imposibilidad de verdades ajenas a las dinámicas del poder político, la disciplina y la dominación de la conducta humana. En tanto se avanza en la lectura de sus 21 capítulos, aumenta nuestro deseo y curiosidad por continuar, pues sus renglones nos proporcionan la alegría de comprender la mayor aventura que como especie hemos emprendido. La aventura de conocer el Cosmos, su naturaleza y funcionamiento para dominarlo y ponerlo a nuestro servicio. Aventura en la que nos hemos convertido en aprendiz de brujo, pues la ciencia y la tecnología occidentales han desatado fuerzas que amenazan la existencia misma del planeta y la vida de todos sus seres. Así las cosas, esa verdad instrumental y depredadora, se ha impuesto a la verdad ontológica de nuestra propia existencia, subordinándola a un consumo desaforado de los recursos planetarios. Esa verdad eurocéntrica ha degradado nuestra condición humana y sus dimensiones superiores: la sensibilidad, la espiritualidad, la creatividad y la búsqueda de la convivencia a una competencia despiadada por la dominación económica entre naciones, hombres y mujeres, en la que cada día perdemos más valores como la justicia, la solidaridad, la cooperación y la fraternidad. Se ha impuesto el mercado y su implacable ley de la ganancia sobre la vida y la dignidad humana. A tal punto que las patentes de las compañías farmacéuticas sobre la vacuna contra la pandemia del coronavirus subordinaron el derecho a la vida y la salud a las leyes del mercado. Por todo ello, como lo demuestra el profesor Nieto Olarte, la obsesión por la verdad en occidente es indesligable del ejercicio del poder económico, político y militar por someter y controlar a quienes desafíen sus intereses dominantes. Esto ha sucedido desde Sócrates hasta nuestros días y afecta a toda la legión de sus sucesores y sucesoras que, conscientes que no lo saben todo y de los límites de su ignorancia y falibilidad, nos advierten sobre el peligro mortal de la soberbia de ciertos científicos, el pragmatismo de casi todos los técnicos y la prepotencia predominante entre muchos políticos y todos los autócratas, más allá de su afiliación ideológica, partidista o credo religioso. Ese es uno de los mayores aportes del libro, su espíritu crítico y su profunda inspiración humanística, que reclama una convergencia entre la búsqueda de la verdad y la reivindicación de nuestra libertad, dignidad, igualdad y fraternidad, en tanto hombres, mujeres y animales, que somos parte del Cosmos, no sus amos despiadados y mucho menos dueños exclusivos, que se lo reparten y saquean en proporción directa a sus ambiciones y recursos de poder político, científico, ideológico y militar.  Sin duda, es gracias a los herejes y rebeldes del conocimiento, siempre insobornables contra las verdades de su tiempo, que hoy sabemos un poco más sobre el cosmos, sobre quiénes somos, cómo queremos y podemos llegar a ser más, pero también sobre cómo nos podemos degradar y ser menos que humanos. Para esa legión de iconoclastas del conocimiento, no es tanto la verdad la que nos hace libres, sino más bien lo contrario, es la libertad la que nos permite desentrañar y conocer un poco mejor la verdad, sin que jamás termine esa travesía por el océano de las dudas y las críticas, y mucho menos conozcamos de antemano el puerto de llegada. Al fin de cuentas, todas las verdades son hijas legítimas de la duda y de los continuos errores que el nuevo y crítico conocimiento corrige de las anteriores y venerables “verdades”. Este proceso interminable en la historia de la ciencia, es presentado por el profesor Nieto Olarte con el rigor y la maestría de un crítico divulgador científico en cuatro grandes acápites o partes y en 21 capítulos. La primera parte está referida al Cosmos y en 5 capítulos examina como se avanza desde “el mito a la razón o la problemática pregunta por el origen de la filosofía”, pasando revista crítica a la tesis del origen político de la filosofía y sus figuras más representativas, desde los pitagóricos, los presocráticos, los sofistas y el debate entre la Episteme o conocimiento defendido por Platón y Aristóteles contra la Doxa u opinión deliberante en el ágora. La segunda parte del libro lleva por título: “Un solo Dios, una única verdad”, que disecciona en 3 capítulos la problemática del monoteísmo a partir de Razón y Fe (capítulo VI); “Teología y filosofía natural” (VII) y “El Islam y la ciencia en el medio oriente” (VII). La tercera parte aborda “La caída del hombre natural”, desde el capítulo IX: “La magia del Renacimiento: una nueva relación”, hasta el capítulo XVIII: “Isaac Newton, sobre hombros de gigantes”. La cuarta y última parte versa sobre “La Ilustración y el sueño europeo de una hegemonía global”, que comienza con el capítulo XIX: “La Ilustración y el problema del conocimiento”, y culmina en el capítulo XXI con “Cosmopolítica y eurocentrismo”. Desde luego, no podían faltar las reflexiones finales del autor, entre las cuales destaco dos. La primera: “El problema de la verdad está muy lejos de ser un asunto que se pueda resolver en la historia de las ideas o con la simple aparición de un nuevo método filosófico o científico”, y la segunda, es la referencia a la reflexión de Arif Dirlik: “quien nos recuerda que el verdadero poder de una mirada eurocéntrica no está en la exclusión de los otros, sino, por el contrario, en su inclusión, en la inclusión del mundo entero dentro de un orden y un único sistema”, que de no ser capaces de cuestionar y transformar creativamente, marcará el final de todas las verdades y las vidas de sus portadores y las nuestras. Para conversar con el profesor Mauricio Nieto Olarte sobre estos vitales y apasionantes temas, los invito a visitar esta tarde a las 4 el estand de El País, justo al lado de “La Ermita”, en el bulevar del río y así llevar su libro para disfrutar una lectura plena de conocimientos, dudas y verdades durante el final de este incierto 2022.

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