No deja de ser curioso que Belisario Betancur Cuartas y Álvaro Gómez Hurtado, dos conspicuos líderes conservadores, aparezcan como inspiradores y pioneros de las principales banderas de Gustavo Petro: la “Paz Total” y “Tumbar el régimen[i] . Sobre todo, siendo Petro el primer presidente de izquierda en nuestra historia y un crítico implacable del establecimiento liberal-conservador. Un establecimiento que hoy pervive en medio de la ilegalidad y la impunidad política, camuflado bajo numerosas siglas de empresas electorales semiilegales como “Cambio Radical”, “Centro Democrático” y el “Partido de la U”, con un número apreciable de sus miembros condenados por corrupción y concierto para delinquir[ii], para solo nombrar las organizaciones semipolíticas y delictivas más representativas en ese inextricable entramado personalista de cerca de 30 microempresas electorales disfrazadas de partidos políticos[iii]. Esas banderas, la “Paz Total y Tumbar el Régimen”, las levantaron Betancur y Gómez, sin lograr izarlas durante sus vidas, pero ambos lo intentaron con más buena voluntad que acierto gubernamental y político, respectivamente. Las mismas banderas las enarbola hoy el presidente Petro, al parecer con igual desacierto y desconcierto que el generado por sus antecesores, en gran parte debido a la consolidación del actual régimen electofáctico[iv] y sus teratológicas mutaciones, pues ya casi nos resulta imposible discernir entre lo legal y lo ilegal, lo político y lo criminal, lo legítimo y lo ilegítimo, en fin, la verdad y la mentira, en medio de tanta realidad virtual aumentada y desfigurada por las redes sociales y las cajas de resonancia de la gran prensa al servicio de sus propietarios y anunciantes. Así lo hace con bombos y platillos semanalmente una revista con el auspicio de plutócratas que aúpan a su ambiciosa y vanidosa directora, alucinada con delirios presidenciales. Quizá por ello los protagonistas de nuestra vida política son Álvaro Uribe Vélez, quien prefirió renunciar a su curul de senador para burlar a la Corte Suprema de Justicia y Gustavo Petro Urrego, un presidente-rehén de múltiples escándalos de corrupción y con dudosos aliados como el innombrable Armando Benedetti y exfuncionarios delincuentes como Olmedo López y Sneider Pinilla, quienes forman un insuperable y destemplado trio de corruptos que nos roban desvergonzadamente nuestros impuestos. A pesar de tan desalentador paisaje político nacional vale la pena volver a recordar, así sea someramente, los esfuerzos pioneros de Belisario Betancur por “adecentar el local” de esta República fantasmagórica y tanática.

Belisario Betancur, un presidente trágico

Y nada mejor que citar algunos de los apartes de su discurso de posesión presidencial, pronunciado ante la Plaza de Bolívar, ritual que repitió el presidente Petro, dramatizándolo con la irrupción de la espada del libertador Simón Bolívar. Espada desenvainada para romper simbólicamente el nudo gordiano que mantiene bien amarrada y asegurada la estela de la violencia política y la desigualdad social, enseñas perdurables de la esfinge política que no hemos podido descifrar y expulsar de nuestras vidas y sociedad. En los apartes del discurso de Belisario encontramos destellos de verdades dolorosas e ignominiosas que se niegan a reconocer quienes todavía pretenden seguir gobernando a Colombia como si fuera una ubérrima hacienda que les pertenecerá eternamente. Así los describe en el siguiente pasaje con su lírico y grandilocuente estilo:

He andado una y otra vez por los caminos de mi patria y he visto ímpetus heroicos, pero también gentes mustias porque no hay en su horizonte solidaridad ni esperanza. Ya que para una parte de colombianos: La turbamulta les es ajena pues procede de grupos que les son ajenos; la otra Colombia les es remota u hostil. ¿Cómo afirmar sin sarcasmo la pertenencia a algo de que están excluidos, en donde su voz resuena con intrusa cadencia? Y para los más poderosos o los más dichosos ¿a qué reivindicar algo tan entrañablemente unificador como es la patria, a partir de la discriminación y el desdén?”. De donde concluye: “Hay una relación perversa en la que los dos países se envenenan mutuamente, y esa dialéctica ahoga toda existencia nacional”. Por tanto, afirma: “la prioridad del gobierno es empezar  –y lo recalco, empezar tan sólo a que las dos naciones en combate se cohesionen y se fundan, a que la expresión ciudadano colombiano tenga embrujo de porvenir y no eco fantasmal de irrisión; a que expresemos nuestra colombianidad con orgullo; a que dejemos de ser federación de rencores y archipiélago de egoísmos para ser hermandad de iguales, a fin de que no llegue a decirse de nosotros la terrible expresión del historiador, de haber llevado a nuestra gente a que prefiera la violencia a la injusticia.

Pocas descripciones tan precisas y esclarecedoras sobre el laberinto de violencias e injusticias en que vivimos y morimos extraviados. Sin duda, Petro no solo retoma y forja su proyecto político y el Pacto Histórico con esa “turbamulta ajena, remota y hostil”, sino que procede de sus entrañas, como Gaitán, quien fue asesinado precisamente por aquellos que siempre han gobernado a partir de la “discriminación y el desdén”, cabalgando sobre la ignorancia y las necesidades de una “turbamulta” engañada por el clientelismo y la demagogia electoral que vota por ellos y los eleva a pedestales que nunca merecieron.Como lo resalta Belisario, el antagonismo entre esos dos países, el de los “patricios” y los “plebeyos”, el “País Político contra el País Nacional”, según Gaitán –que se viene expresando en periódicos estallidos sociales como los del 2019 y 2021—“ahoga toda existencia nacional”, pues imposibilita forjar una comunidad política democrática entre iguales y perpetúa, generación tras generación, esa “federación de rencores y archipiélago de egoísmos”. Federación y archipiélago hoy dispersos en diferentes regiones del país por la disputa codiciosa y mortífera de las economías ilegales, simbióticamente fusionadas con el establecimiento político a través de la financiación de sus campañas y empresas electorales, recuérdese el proceso 8.000[v] y el “Ñeñe Hernández”[vi],  pero también por su imbricación con la economía legal mediante el lavado de cuantiosos activos por Bancos matrices del grupo AVAL, según la famosa operación Polar Cap, que reveló en marzo de 1989 un lavado de aproximadamente 412 millones de dólares de Pablo Escobar, Gustavo Gaviria y Jorge Luis Ochoa Vásquez,  por parte de la sucursal del Banco de Occidente en Panamá[vii].  

“Ni una gota más de sangre colombiana”

Irónica y hasta trágica es la otra aspiración de Belisario que hace suya el presidente Petro con su política de Paz Total, tan similar a la bandera blanca que levantó Betancur a todos los grupos armados, no solo a las guerrillas, pero que terminó anegada en sangre. Así lo expresó en su discurso de posesión presidencial:

Levanto una bandera de paz para ofrecerla a todos mis compatriotas. Tiendo mi mano a los alzados en armas para que se incorporen al ejercicio pleno de sus derechos, en el amplio marco de decisión que tomen las Cámaras. Les declaro la paz a mis conciudadanos sin distinción alguna: ¡a esa tarea prioritaria me consagro porque necesitamos esa paz colombiana para cuidarla como se cuida el árbol que convocará bajo sus gajos abiertos a toda la familia nacional!… Una paz sin retaliaciones ni vindictas. Una paz que incorpore a todos los colombianos en la actividad ciudadana y les dé la posibilidad de realizarse económica y socialmente, y de participar en la vida democrática. Una paz que garantice el pleno ejercicio de los derechos y al mismo tiempo demande el cumplimiento de las obligaciones. Una paz que sea fundamento de la seguridad colectiva, que rescate la convivencia y la justicia, que permita establecer una demarcación entre la confrontación política, desviada de sus cauces normales, y cualquiera de las modalidades del delito. Levanto ante el pueblo de Colombia una alta y blanca bandera de paz: la levanto ante los oprimidos, la levanto ante los perseguidos, la levanto ante los alzados en armas, levanto la blanca bandera de la paz ante mis compatriotas de todos los partidos y de los sin partido, de todas las regiones, de todas las procedencias. No quiero que se derrame una sola gota más de sangre colombiana de nuestros soldados abnegados ni de nuestros campesinos inocentes, ni de los obcecados, ni una gota más de sangre hermana. ¡Ni una gota más!

Solo nos cabe esperar que el empeño y la obsesión del presidente Petro con la Paz Total, tan bien intencionada y semejante a la de Belisario, no culmine en otra hecatombe como la del Palacio de Justicia, pues la obcecación criminal de los grupos guerrilleros, sumada a la ambición y codicia del narcotráfico y de numerosos grupos delincuenciales que saquean el oro, las entrañas de Pachamama y extorsionan a los desesperados migrantes y pequeños comerciantes, no nos conduzca a un escenario de terror peor que Apocalypse Now[viii]. Ya no queda espacio y menos tiempo para el paralelo entre Álvaro Gómez Hurtado y su convocatoria a “Tumbar el Régimen”, parecida a la intención del presidente Petro de realizar reformas sociales y económicas estructurales que vayan minando este régimen por dentro, hasta que se quede sin cimientos y caiga por completo. Un empeño tan peregrino y lejano como la Paz Total, que precisa una cuarta y quizá última entrega sobre la esfinge política nacional, cuyas entrañas conoció muy bien Álvaro Gómez Hurtado y hoy tiene en jaque al presidente Petro para beneplácito de quienes viven de esta considerada ejemplar “democracia” y su inexpugnable “estabilidad institucional”. “Democracia y estabilidad institucional” que quizá envidia el cleptócrata electoral, cacócrata gubernamental[ix] y autócrata estatal de Maduro en nombre de un supuesto “socialismo del siglo XXI”, que no alcanza los niveles de legitimidad de nuestra espuria y letal “democracia” con más de 450.000 víctimas mortales entre 1985 y 2018 según cifras del Informe Final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y No Repetición[x].


[i] https://co.video.search.yahoo.com/search/video?fr=mcafee&ei=UTF-8&p=tumbar+el+r%C3%A9gimen%2C+%C3%A1lvaro+g%C3%B3mez+hurtado&type=E210CO1490G0#id=1&vid=36e405baa0c170031728bb68128623f3&action=click

[ii] https://verdadabierta.com/de-la-curul-a-la-carcel/

[iii] https://www.cne.gov.co/listado-de-partidos-politicos

[iv] https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=223842

[v] https://encolombia.com/educacion-cultura/historia-colombia/proceso-8-000-en-colombia/

[vi] https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Hern%C3%A1ndez_Aponte

[vii] https://www.pulzo.com/nacion/recuerdan-lio-grupo-aval-con-pablo-escobar-lavado-dinero-banco-PP3135557A

[viii] https://es.wikipedia.org/wiki/Apocalypse_Now

[ix] https://www.fundeu.es/consulta/cacocracia/

[x] https://web.comisiondelaverdad.co/actualidad/noticias/principales-cifras-comision-de-la-verdad-informe-final

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