Burlaburlando

Publicado el donhumor

Que jamás cunda el sexo femenino en huelga de hambre

Caricatura de Margarita Molano

Caricatura de Margarita Molano

40 estómagos insurrectos llegaron hace algunos días a la muy pastusa plaza de Nariño.

La ocuparon con la intención seria de protestar.

Iniciaron luego la ordinaria huelga de hambre.

¿Iniciaron? Dije mal. Debí decir, mejor, que continuaron en ella. Porque estos son buches que proceden de un pueblo pobre, en el que el hambre nunca falta…

Cómo va a faltar si, como sus habitantes mismos rezan, el hambre allí es “el pan nuestro de cada día”.

No llegaron solos. Si se les examina más de cerca, se advierte de inmediato que cada buche se halla cómodamente instalado en un cuerpo de mujer.

Quiero decir, dentro de los cuerpos morenos de 40 mujeres del nariñense municipio de Barbacoas.

Sí: dentro de cuarenta mujeres bellas, de las 330 que en junio del año pasado dieron allí principio a una insurrección singular: el Movimiento de Piernas Cruzadas.

Pero, volviendo atrás, ¿por qué aquellos 40 estómagos se niegan ahora a probar bocado alguno?

Por una razón especial: porque meses atrás los sexos de las 330 mujeres de Barbacoas hicieron también lo propio.

Es decir, que esos 330 sexos se negaron durante cierto tiempo a probar bocado alguno.

No, no lo probaron, y se abstuvieron en vano. Pues nada consiguieron a la larga. Nada en lo sexual, claro está, y nada en lo vial.

Pues hay que recordar, además, que fue precisamente la única carretera de Barbacoas la que obligó a aquellas las mujeres al cruce definitivo de sus piernas…

Y de paso…al cierre temporal de su personal centro de diversiones, que es el más antiguo del mundo.

“No más sexo, queremos carretera”, le dijeron entonces al presidente Santos.

Y por eso, y durante 122 días con sus noches, las 330 mujeres de Barbacoas no dieron su brazo a torcer, como ellas refirieron…

Y menos, muchísimo menos, dieron sus piernas a abrir.

Fue en cambio el presidente Santos el que dio su mentira a conocer. Porque, con la promesa de pavimentar el tramo Junín-Barbacoas, y la llegada de la primera volqueta, las piernas comenzaron su apertura.

Y después, luego de enterarse de esa apertura real y de la de los 330  centros femeninos de diversión, Santos procedió con eficacia inusitada a incumplir la promesa hecha.

Y es lo triste que, pese a semejante esfuerzo antisexual, la trocha a Barbacoas sigue siendo una trocha indigna de llamarse carretera.

Y todo esto luego del elevado número de  polvitos que a la sazón Barbacoas dejó de echar…

Siendo sus habitantes y habitantas de polvito diario, fuentes oficiales calculan que lo dejado de echar ascendió más o menos a ¡40.260 polvitos!

Una pérdida irreparable, sin duda alguna.

Irreparable, sí, y también la razón por la que aquellos 40 sexos que ayer aguantaron hambre en sus casas y en vano…

Hoy sean sustituidos por otros tantos estómagos decididos a aguantarla en la plaza de Nariño, de Pasto.

Y asimismo la causa del pánico global que se está apoderando de los hombres de Colombia.

Llega el invierno. Las carreteras se vuelven trochas. Y qué tal que el desastre vial lleve a nuestras mujeres a crear y aplicar el Movimiento Nacional de Piernas Cruzadas. ¡Qué tal!

En este caso, temblamos ante la suerte de nuestros dinámicos y emprendedores espermatozoides.

¿Tendremos que frenar en seco su producción? ¿O tal vez inmovilizarlos?

¡Que Santos declare ilegal todo cruce femenino de piernas¡

¡Y que jamás permita el cierre prolongado de lo que la naturaleza sabia ha querido que se mantenga abierto¡

¿O medio abierto…?

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