Burlaburlando

Publicado el donhumor

Lo último de Natalia París: su deseo de fracasar como cuentahuesos

Calcatura

Calcatura de Margarita Molano

Por estos días Sábados Felices se está acercando a los cuarenta años de vida en la televisión colombiana. No es cosa de poca sino de mucha monta.

Como la entrada a la madurez hay que celebrarla por todo lo alto, los productores han informado que lo harán con un programa especialísimo.

Con un espectáculo televisivo que, por lo que sabemos, será, todo él, algo así como un gran chiste que hará reír a toda Colombia. Digo mejor, que la pondrá al fin, ¡al fin!, a desternillarse.

Porque han de saber que quienes se encargarán en ocasión tan memorable de desternillar a los colombianos no serán los cuentahuesos de siempre.

No. De ello se encargarán, por el contrario, algunos desternilladores que no tienen par en la historia del cuentahuesismo criollo.

Si quieren saber de antemano quiénes serán estos desternilladores les diré que son personas muy normales, pero a las que la farándula nacional les cuelga, en un rapto de telebobería nacional intensa, el pomposo título de “celebridades”.

En ciertas ocasiones. Porque en otras, como en esta de la entrada de Sábados Felices al cuarto piso, la farándula es capaz hasta de convertir a esas personas bastante normalitas en unos humoristas de gran calado.

Como a Natalia París, que en este espectáculo será una de las celebridades encargadas de hacernos reír a mandíbula batiente.

Sí, Natalia París, la humorista paisa. Usted leyó bien.

Natalita: esa mujer sobrada de madurez, de estupendez y de desnudez, que será la nueva y más graciosa cuentachistes de Sábados Felices y la última y acaso la más bonita adquisición del inteligente humorismo colombiano.

Sabemos, por otra parte, que este es un intento más de Natalia de fracasar. La felicitamos por el esfuerzo inmenso que para ello y con seguridad ya está haciendo, y lo menos que podemos desearle es que logre realizar tan bonito propósito.

Pero, dicho sea sin ánimo de ofenderla, debemos hacerle a los productores de Sábados Felices estas recomendaciones:

Primera: que si quieren hacer que la voz de Natalia nos haga reír de verdad, que la pongan entonces a echar cuentos de bobas. Las risotadas estarán así aseguradas.

Segunda: que tengan presente que para que Natalia consiga echar por televisión un chiste medio bien echado van a necesitar, además de ella, a cuatro personas más:

Una, para que le narre a ella el cuento; otra, para que con paciencia se lo explique hasta que lo entienda; otra, para que se lo recuerde y no la deje que lo olvide; y la última, y acaso la más importante, para que finalmente lo eche frente a las cámaras en lugar de ella.

Tercera: aceptamos sin chistar que Natalia es una humorista paisa extraordinaria. Pero, viéndola, creemos que bien le cabe llegar a ser más extraordinaria aun, y les pedimos a los productores que la eleven a esa altura.

¿Cómo? Fácil: no la pongan a echar chistes. No. En su lugar, abran un concurso de chistes sobre ella, y que Natalia, calladita, siempre calladita, haga solo de jurado.

Y sí, algo nos reiremos de semejantes chistes.

Pero de lo que sí nos desternillaremos, y nos reiremos hasta dislocar mandíbula, será viendo el gran esfuerzo que Natalia tendrá que hacer y la cantidad de inteligencia que habrá de emplear…para medio entenderlos y luego dar el veredicto.

Comentarios