Hoy en día, ¿qué es lo que imita mejor a un espectáculo de circo pobre y fraudulento?
Una campaña presidencial, por supuesto.
Y pensar que los franceses son los que continuarán padeciendo hasta el 6 de mayo próximo de esa horrible malformación política que es su actual campaña presidencial.
Precisamente los franceses. Precisamente ellos, que fueron los que inventaron el guillotinazo limpio y parejo para enderezar los asuntos de su propia política.
Pero allá, cuando las cabezas no caen, el valor civil sube.
Y uno de esos valores civiles fue el que reaccionó y se levantó para soltar esta invitación:
“¡Franceses: contra esta campaña presidencial tonta, y no habiendo ya cabezas para el guillotinazo, y menos para el tortazo, bueno es el bostezo, y todos a eso!”.
Y sí: todos se pusieron a eso.
Y así, mientras los candidatos hablan y hablan, la vieja Francia boquea muy a su sabor…
Y los franceses ya no celebran las tonterías políticas con aplausos, como antes lo hacían, sino con una moderna y nutrida…salva de atronadores bostezos.
Pero, estando en esto, se levantó otro valor civil, esta vez en forma de mujer, de mujer sexualmente correcta, y arengó así a la Francia entera:
“¡Francesas y franceses: como entre bostezo y bostezo bueno es el sexo, entonces todas y todos a eso”!
Y quién dijo miedo: todas y todos se pusieron.
Pero no a eso. No a una explotación intensa de las instalaciones sexuales propias, como tanto les hubiera gustado a esas mismas instalaciones.
No a hacer uso directo del sexo, sino a hacer encuestas sobre el sexo.
Pues se entregaron por completo a un sondeo de opinión sobre la intervención del sexo en la política francesa.
Dime cómo haces el amor y te diré por quién votas: bajo este título la BBC en español publicó algunos resultados del sondeo.
Pero allá los franceses y su lecho. Ocupémonos mejor del nuestro: del activo catre colombiano.
¿La inteligencia sexual colombiana interviene en política? Y si es así, ¿se ha vuelto politiquera? Y si lo es, ¿por quién vota?
No tuvimos necesidad de sondeo de opinión: nos bastó con observar a los adictos a Uribe Vélez.
Y comparando, he aquí las conclusiones a las que llegamos.
Los franceses que lucen un sexo satisfecho a medias, o insatisfecho por completo, tienden, los muy brutos, a votar por la extrema derecha.
Aquí ocurre lo contrario: los que votan por Uribe Vélez son los que se ufanan de llevar un paquete sexual satisfecho a más no poder.
Pero otros son los resultados en cuanto a la frecuencia con que la diversión se da en los centros personales de atención sexual.
Los votantes franceses de la derecha extrema alcanzan la cifra admirable de ocho polvos por mes.
Y aquí, los uribistas…los inefables uribistas –¡ay!- apenas sí llegan, y eso ayudándoles un poco, a la fabulosa cifra de…¡medio polvo mensual!
¿Cómo el uribismo consigue que sus adictos gocen de un sexo satisfecho con apenas medio polvo al mes?
Todos los colombianos lo sabemos: porque los adictos a Uribe Vélez -ellos y solo ellos- utilizan el sexo como adorno.
Y yo me pregunto para terminar: con adornos como esos, ¿qué uribista, sea hombre o mujer, no va a sentirse por siempre satisfecho?