Burlaburlando

Publicado el donhumor

Dejemos la sanación del vicepresidente Angelino en manos de la divina Fritanga

Ilustración de Margarita Molano

Profunda preocupación continuamos sintiendo los angelinistas (así nos hacemos llamar los zarrapastrosos seguidores de Angelino Garzón), por el estado de salud de nuestro vicepresidente de la República.

De la salud vicepresidencial varios son, en efecto, los hechos que nos quitan el buen dormir.

Nos parece, en primer lugar, que en los últimos días todos los órganos internos que le brindan servicios a sus inteligentes neuronas aún no se los están prestando en forma eficiente, sino bastante a medias.

Como si esos órganos estuviesen en huelga…o fuesen empleados de alguna EPS.

También nos alarma tener que reconocer que Angelino, no obstante todos los arreglos que recibió en la clínica Reina Sofía, salió de allí muy mal; tan mal, que en lugar de devolverse, que es lo que ha debido hacer, se puso a dar como loco declaraciones políticas.

Nos parece, en fin, que Angelino debería entrar nuevamente a cuidados intensivos, pues, aunque no presenta síntomas que pudieran inquietar a la medicina colombiana, sí continúa presentando declaraciones que están llenando de perversos virus a la opinión pública.

Porque ¿a quién podría ocurrírsele pedir “que haya un acuerdo entre el presidente Juan Manuel Santos y el expresidente Uribe, porque el país lo está esperando”?

Sí: ¿a quién se le ocurriría soltar semejante genialidad?

Solo a alguien, y sea dicho esto con el debido respeto, solo a alguien a quien le están haciendo falta unos cuantos cuidados intensivos más, que es, según nos está pareciendo a los angelinistas, lo que le está ocurriendo al vicepresidente.

O a alguien a quien le parezca muy patriótico, como tal vez le parece a Angelino, que Santos se rebaje en este momento a un acuerdo con Uribe.

O a alguien con un par de neuronas extraviadas, y que en sus extravíos hayan caído las dos en el uribismo, que es adonde finalmente van a dar todas los cerebros extraviados de este país.

A los angelinistas nos importará siempre la salud de Angelino. Pero en este momento nos importa más la salud de Angelino, que el Angelino mismo.

De manera que estamos dispuestos a luchar contra el virus maligno que lo ha puesto a decir y proponer todas esas absurdas cosas, y que adquirió en el mismo momento en que Angelino, tras su largo encierro en la clínica, salió a la luz pública.

Y en esa lucha decidimos echar mano de las mañas del arte de la sanación.

Lo primero que hicimos fue tomar muestras de todas sus declaraciones políticas recientes y enviarlas a exámenes de laboratorio clínico.

Una de esas muestras pasó por el examen coprológico, pues se quería saber si lo que habla Angelino, cuando habla, es m…, pero no, por suerte no la habla: salió negativo el examen.

Otras, para determinar sus niveles de sindicalismo y zarrapatrosismo, pero resultaron normales.

Los que sí se mostraron bastante anormales fueron los niveles de fritanguismo: Angelino los tiene muy bajos: ya casi en el piso.

Y por eso pudimos concluir que a las declaraciones que ha hecho el vicepresidente no les hace falta buen juicio y razón, ¡sino fritanga!

Sí: es lo que Angelino debe emprender para mejorar sus declaraciones: hacer una buena dieta diaria a base de fritanga idem.

De manera que desde esta tribuna le pedimos al Vicepresidente que, en lugar de proponer un diálogo entre Santos y Uribe, inicie él una pronta reconciliación suya con la fritanga.

Por el bien de Colombia, y la vida eterna de ese milagroso alimento que es la morcilla y compañía.

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